Cuentos en Movimiento: las fotografías de Rolf Blomberg cobran vida

Al principio, no se sabe qué va a pasar. La sala está oscura y de repente la luz de un proyector irrumpe en el espacio revelando una fotografía en blanco y negro en la pared. Una vez que la vemos, es seguida por un micro-cuento y desde ahí arranca todo. De repente los ojos presencian cómo la foto comienza a bailar, a cambiar sus colores y a cobrar vida frente. La foto, ese documento estático de la realidad, comienza a moverse, y es así como nos cuenta un cuento que le da nueva vida al pasado.

Cuando Rolf Blomberg se paseó por todas las esquinas de nuestro país, seguramente no imaginó que décadas más tarde, las escenas de sus fotografías iban a salirse del negativo para bailar, mutar, sonar y desvanecerse. La fotografía es una forma de detener el tiempo, inmortalizarlo y guardarlo así para siempre: quieto como se quedó en aquel momento. El célebre fotógrafo sueco capturó un sinnúmero de momentos que pintan los matices de nuestro país. Su archivo es parte de la memoria colectiva, su encarnación visual. Conservado gracias a la labor de su hija, ha permanecido inmaculado, añejándose como el buen vino… hasta ahora.

Blomberg se nos fue en el 96 y -19 años luego de su partida-, un grupo multi-disciplinario de artistas se reunió para revivirlo a través de sus fotos.  Así nació «Cuentos en Movimiento», un homenaje a uno de los recolectores de imágenes más importantes de la historia del Ecuador.

Asistir al performance artístico de Cuentos en Movimiento es una experiencia surreal capaz de ponernos a volar por lugares que nunca imaginamos. A través de la música, la intervención digital, la literatura y la proyección de videos, las fotografías cobran vida, literalmente. Un atardecer (¿o amanecer?) en el malecón que pinta su cielo de colores, un cura que emprende un viaje tétrico con otros entes, un individuo de la calle que queda enmarcado para siempre en un círculo verde. Todas son las imágenes que bailan frente a nosotros, que nos cuentan los sueños de quienes caminaron por nuestro país el siglo pasado.

Este proyecto, integrado por Diego Martínez, Sergio Silva, José Franco, Bastián y Lucas Napolitano, y Teo Monsalve, apenas ha visto la luz. Estrenó el pasado 5 de Noviembre en el Teatro Variedades, en Quito. Posterior al éxito de su debut, me reuní con ellos durante uno de sus ensayos. Se estaban preparando para su segunda presentación, en el Festival de Cine La Orquídea. Después de volver a ser niño por un momento, viendo lo que se proyectaba en la pared frente a mí, tuve la oportunidad de conversar con Diego Martínez, el gestor principal. Así se me revelaron los secretos del making-of de esta increíble propuesta.

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Radio Cocoa: ¿Cómo surge el proyecto?

Diego: El proyecto tuvo que ver con la contemplación de las fotos y la sensibilización de este aspecto visual y lo que transmitía Rolf Blomberg. El motor fue la foto, lo que estaba transmitiendo el artista. Por otro lado, teníamos muchas ganas de reunirnos entre artistas y homenajear a la fotografía como medio. Al juntarnos, el primer artista que se nos vino a la mente fue Rolf Blomberg. Decidimos armar un proyecto de artes mixtas, donde se reúnan algunos medios como las artes visuales, las artes plásticas, la literatura, la música, etc., para formar un nuevo lenguaje con todas ellas.

Cuando ya nos embalamos con las fotos de Blomberg, lo que hicimos fue contactar el archivo oficial, dirigido por Marcela, su hija. Al inicio, cuando le contamos sobre el proyecto, nos dijo: veamos qué hacen ustedes, porque no nos conocía. Cuando llevamos nuestros ejercicios (de repaso, previos al performance final), mencionó que una política primordial del archivo era no intervenir las fotos, pero al ver nuestro proyecto decidió hacer una excepción.

RC: ¿Qué buscan con la mezcla?

D: Mezclar lenguajes es un deseo de buscar sensibilidades. Digamos, cuando trabajas sólo con músicos, sólo tienes una visión enfatizada en ese plano. Pero al mezclarte con otros artistas, aprendes muchas otras cosas que si bien no son propias de tu oficio como músico, cineasta, artista plástico, ayudan a enriquecer tu visión.

RC: ¿Qué brinda el proyecto a nivel personal y qué quiere transmitir a la gente?

D: A nivel personal, ver que todavía se puede explorar cualquier campo del mundo, generar procesos creativos de lugares no muy transitados. No solo en el arte, si no en la vida. Me parece que en el trasfondo, aparte de la sensibilidad que da cualquier proyecto artístico, queremos transmitir una necesidad de búsqueda en la gente. Encontrar valores que no han sido tomados en cuenta.

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El proyecto busca seguir de largo llegando a más rincones del país, para que las fotografías mantengan el espíritu nómada de quien las capturó. Después de una posible presentación en Guayaquil, el próximo año buscarán entrar a festivales nacionales e internacionales, además de todo tipo de encuentros artísticos que puedan surgir.

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