Durante los últimos 50 años, la prensa amarillista de América Latina ha tenido tanta sangre y piel como personas que compran sus ejemplares. Este documental se desarrolla en México, uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo en todo el mundo. Trisha Ziff retrata a una de las miradas más influyentes del fotoperiodismo en el Distrito Federal: Enrique Metinides. Trisha, una guionista inglesa, admiradora de la cultura mexicana desde joven, trasmite con simpleza y naturalidad la convivencia de las personas con la desgracia.
La fotografía se presenta de forma espontánea en la vida de Enrique. El disparar inesperado de su cámara empieza a capturar en imágenes una serie de accidentes. Las emergencias dirigen el ritmo de sus días. La sensación de peligro desaparece el instante en que logra el encuadre perfecto con el lente de su cámara.
“No me gusta solo ver el accidente, sino ver a las personas que estuvieron ahí, viéndolo”, dice Mentinides en el documental. Durante su trayectoria fotográfica de más de 50 años, ha logrado retratar las caras de seres humanos frente al mundo desgarrador que los rodea.
Enrique Metinides es un amante de la vida, un coleccionista del pasar del tiempo y de los recuerdos en forma de recortes de periódicos que junta desde niño. Esta historia resalta la manera frontal con la que el ser humano es condenado a encarar la muerte como parte de la vida. Esta idea se repite en la fina selección de obras fotográficas que Trisha incluye en la película, acompañadas de las anécdotas de la memoria sin fin del fotógrafo. Enrique es el hombre que vio demasiado, el espectador de espectadores que captó un sentir colectivo frente a la vida.
1 comentario
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