FISURAS: enmendar el tejido social con arte y sororidad

por Radio COCOA
La muestra FISURAS del colectivo Graffitodas Ecuador visibiliza el trabajo artístico de mujeres privadas de libertad y se exhibirá en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito hasta el 21 de mayo.

¿Qué sucede al interior de un centro de detención de mujeres? ¿Te lo has preguntado? Ecuador atraviesa una crisis carcelaria sin precedentes y desde fuera, es fácil suponer solo cosas malas de estos lugares intencionalmente apartados de “la sociedad” y sus imaginarios. De hecho, asumir lo peor de todo y de todxs se ha convertido en nuestro default como ecuatorianxs. Pero, ¿y si estar del otro lado podría cambiar tu perspectiva?

Eso fue literalmente lo que hizo el colectivo Graffitodas Ecuador: ponerse del otro lado. Y los resultados fueron asombrosos. Este colectivo, parte de la red latinoamericana de mujeres y disidencias del arte urbano, ingresó en diferentes momentos del 2021 y 2022 al Centro de Privación de Libertad Cotopaxi N°1 Pabellón Femenino.

Durante el 2022 lo hizo con el proyecto “Muros Colores y Sororidad: Warmis que pintan”, con el mismo propósito de generar vínculos amistosos y solidarios con las mujeres privadas de libertad, a través del arte y sus diferentes formas de expresión.

La culminación del proyecto ha resultado en la muestra ‘FISURAS’, inaugurada el 24 de abril en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito (CAC) y que permanecerá hasta el 21 de mayo. La muestra, que visibiliza el trabajo artístico de las mujeres privadas de libertad, pretende generar una reflexión con el público sobre la importancia de romper las barreras que nos separan y de afianzar la sororidad en todos los espacios.

El proyecto fue ganador de los fondos de la Secretaría de Cultura de Quito en el 2021 y de los fondos del Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación en el 2022. Durante el primer encuentro se trabajó arte urbano dentro del centro. “Pintamos tres paredes” con la temática de prevención de la violencia de género, cuenta Quka Charvet, artista visual, pedagoga e integrante del colectivo.

“Al principio teníamos un poco de incertidumbre por todo lo que se escucha que pasa en este espacio, pero más bien cuando empezamos a ir, al menos personalmente a mí me cambió el panorama bastante”, dice Quka, agregando que “ya cuando estás adentro no es tan complejo. El pabellón de mujeres no atraviesa las mismas violencias que los pabellones de los hombres, eso es clarísimo. Entonces el trabajo se hizo muy fácil, además que las chicas querían muchísimo, estaban súper emocionadas de que vayamos a pintar. Nos hicimos muy amigas con ellas”.

Cuando culminó esa etapa, Quka recuerda que fue muy emotivo y triste a la vez. “Nos pedían muchísimo que volvamos y claro, en ese momento nosotras no sabíamos si íbamos a volver porque requiere recursos”, relata. Sin embargo, movilizadas por tan positivos resultados decidieron armar un nuevo proyecto en el 2022 que terminó siendo acreedor de los fondos del IFCI, pero esta vez debían trabajar en conjunto con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) y ya no se trabajaría desde el arte urbano, sino desde las artes visuales, la música y el bordado.

“Esta segunda vez fue mucho más compleja porque en realidad habían pasado algunas crisis carcelarias y eso obviamente cambiaba el panorama, entonces era todo distinto”, menciona Charvet. El primer indicio de ese cambio fue ver tapados con pintura blanca los murales que habían pintado un año antes. El SNAI ya no permitió que se pintaran las paredes y tampoco que ingresaran cámaras ni grabadoras.

Así, la intención inicial de registrar las visitas al centro y los talleres quedó frustrada. “No nos dejaron meter nada de equipos para filmar por el mismo tema de las crisis y cuidar la identidad de las [personas privadas de libertad]. Fue triste [porque] fueron procesos chéveres que no están documentados”, dice Quka.

Entre los talleres que recibieron las mujeres del centro, que sucedieron una vez por semana durante seis meses, estuvo el de pintura en el que aprendieron sobre cromática y sombras para crear retratos y autorretratos. Los ánimos de las chicas, sin embargo, también habían cambiado y mostraron poco interés por esta práctica, entonces tuvieron que replantear las actividades y “trabajar desde las necesidades de ellas”.

“Ahí empezamos a trabajar música, eso les encantó y grabamos una canción de rap. Fue toda una odisea [pero] lo logramos. Hicimos un lyric video con la canción. A ellas les encantó porque muchas no habían cantado, peor que les graben las voces. Fue re lindo y luego se pudieron escuchar”, recuenta la artista visual.

Por último, se trabajó con el bordado y para esto invitaron a Lorenza Vargas, artista y gestora contra cultural colombiana, cuyo colectivo ‘Miércoles de chicas’ hace intervenciones en el espacio público cada año para reivindicar derechos de las mujeres durante las fechas simbólicas como el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, o el 25 de noviembre, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En estos encuentros, las mujeres del centro bordaron sobre ropa interior mensajes y elementos gráficos con la temática del amor romántico.

“Todo esto que te cuento está en la muestra [FISURAS] del CAC”, explica Quka. Las personas que la visiten podrán encontrar “todos los trabajos de ellas: los retratos, autorretratos, el lyric video más la canción, un peque video documental del proceso (realizado con material de las propias cámaras de seguridad del centro), los calzones bordados y cartografía que habla del proceso”. Además, se realizó un fanzine impreso por Recodo Press donde se cuenta toda la experiencia desde las voces de Graffitodas.

“No creemos en las prisiones”, señala Charvet. “No es la solución, tampoco se trata de hacer más linda la prisión, sino de crear redes y lazos comunitarios con estas compas. Tener chances de trabajar desde otras miradas, desde otras experiencias, técnicas y personas. Tenemos un montón de cosas en común. Nosotras apostamos por la creación de redes comunitarias con mujeres […] recuperar el espacio público y re-habitar el espacio público de otras maneras que creo que es super importante y también cambiar la mentalidad de la gente”, concluye.

La muestra estará abierta hasta el domingo 21 de mayo y el sábado 20 tendrá lugar un conversatorio a las 15h30 en el CAC sobre los procesos que dieron como resultado FISURAS y las diversas prácticas artísticas, educativas y feministas. 

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