Los superpoderes están ahí, y los héroes que los usan, y la animación que les da vida… pero hay algo distinto a la vista. Con su propuesta cruda y compleja, Invincible se atreve a quebrar las normas. Revisamos esta serie de superhéroes… para adultos.
Invincible es una serie animada de Prime Video —la plataforma de streaming de Amazon—, estrenada en marzo de este año y en cuyo universo los superhéroes son los protagonistas y parte de la normalidad. A pesar de su look de cómic y de serie animada de los 90s, Invincible es una serie para adultos, y no sólo por el constante salpicadero de sangre, sino por su enganchante y tosca trama, que no se cansa de pulverizar a su protagonista física y emocionalmente.
Las personas atrás de Invincible
La serie estadounidense, que hasta el momento cuenta con una primera temporada de ocho capítulos, se basa en el cómic de uno de sus productores ejecutivos, Robert Kirkman. Junto al trabajo en arte de Cory Walker y Ryan Ottley, Kirkman escribió el guión del cómic original. Este vio la luz por primera vez en enero de 2003 y tuvo una publicación mensual hasta febrero de 2018, cuando se lanzó su última edición, bajo la editorial Image Comics.
Quizás el nombre de Kirkman suena familiar para lxs lectorxs. Y es que él es también el escritor de otro gran éxito de las historietas llevadas a la pantalla chica. Hablo de The Walking Dead (TWD), otra publicación de Image Comics, cuya adaptación a la televisión también tuvo a Kirkman como productor ejecutivo y fue un éxito mundial. Hasta el momento The Walking Dead tiene 10 temporadas publicadas y este año se espera el lanzamiento de la décimo primera y última.
Además, gran parte del elenco de TWD interpreta las voces de algunxs personajes de Invincible en su idioma original (inglés). Por ejemplo, Steven Yeun (Glenn, en TWD) interpreta la voz de Mark Grayson, a.k.a Invincible. Khary Patyon (King Ezekiel, en TWD) a Black Samson. Ross Marquand (Aaron en TWD) es Inmortal. Y Lauren Cohan (Maggie, en TWD) es War Woman.
A ellxs se suman otras actrices con trayectoria en la pantalla chica como Gillian Jacobs (Britta en Community), interpretando a Atom Eve, o Sandra Oh (Cristina Yang en Grey ‘s Anatomy) interpretando a Dobbie Grayson, la madre de Mark.
Invincible ha tenido gran acogida por parte de la audiencia y de la crítica especializada. En Rotten Tomatoes, quizás uno de los portales más conocidos de crítica audiovisual, la serie alcanzó un puntaje de 98% por parte de la crítica y de 90% por parte de la audiencia.
En IMDB, en cambio, alcanzó una puntuación de 8.7/10, codeándose con otras producciones como Peaky Blinders, Dark, The Mandalorian, Bojack Horseman o Better Call Saul. Tal fue el éxito, que Amazon ya confirmó la producción de una segunda y tercera temporada.
Una historia de superhéroes realista
¿Cómo se vería en la vida real la vida de un superhéroe? Quizás lo más inverosímil cuando vemos una película de Marvel o de DC es la poca cantidad de sangre que se ve en sus atolondradas secuencias de acción, o lo superficiales que son las historias de vida de muchos superhéroes o superheroínas.
Si personajes de Marvel como Spiderman, Wolverine, Thor, Wanda Maximoff, o Hulk son tan fuertes como los pintan y no dudan en usar su fuerza para salvar al mundo, ¿por qué esa fuerza bruta no se ve traducida en violencia: sangre y huesos rotos?
Invincible toma estas “fallas” de las historietas —y sus adaptaciones al cine y la TV— y las explota, haciendo de la violencia gráfica y la crudeza partes diferenciadoras de su identidad. A esto se suma la profundidad de los conflictos internos que tiene Mark, el personaje principal.
Si bien la violencia gráfica hace que la serie entre automáticamente a la clasificación de +18 años, es la trama —quizás insoportable para un niño— la que hace que esta sea verdaderamente una serie animada para adultos.
Alerta de spoilers y contenido crudo y visceral
Al igual que Spiderman, Mark está en la secundaria cuando obtiene sus poderes y parte de su construcción como héroe la vive a través de la adolescencia. Las novias, el colegio, la ilusión y miedo al futuro, son parte de los pequeños dramas que atraviesa el protagonista. Hasta aquí, todos estos son dramas mundanos que facilitan una cercanía entre el público y el personaje principal.
Sin embargo, hay un drama fuera de lo común que hace de la historia de Mark algo excepcional. Y es la relación con su padre, Omni-Man. Interpretado por J.K Simmons (JJ Jameson, jefe de Peter Parker en Spiderman 1), Omni-Man es el superhéroe más fuerte del planeta y será el tutor de Mark en sus primeros pasos al descubrir sus poderes.
Sin embargo, es entonces cuando la trama encuentra sus primeros giros inesperados. Mark descubrirá que su padre no es quien él creía y tendrá que enfrentarse a profundas crisis existenciales y de identidad, a la vez que hace frente a la nueva faceta de su padre. Así, lo que parece una historia de superhéroes más, se convierte en una encrucijada con tonos de tragedia griega, que tendrá que enfrentar su protagonista.
“Invincible se esfuerza por ser una serie que demuestre cómo es existir en este mundo y cómo, de manera realista, trataríamos con seres increíblemente superpoderosos que intentan matarse unos a otros», explicó el mismo Kirkman en una entrevista, dentro del programa WonderCon@Home 2021.
La violencia como recurso narrativo
La visceralidad de esta serie puede que no esté siempre justificada. Existen momentos —como el del metro mostrado anteriormente— en los cuales la serie hace un uso desmedido, pero justificado, de la violencia gráfica con el objetivo de mostrar la brutalidad de sus villanos y hasta de los mismos héroes.
De alguna manera, la serie, a través de la violencia, humaniza más a los superhéroes y se aleja de los absolutos de bien y mal, a los cuales estamos acostumbradxs a ver en este tipo de historias. En Invincible, tanto héroes como villanos, se ven despiadados y sin empatía alguna hacia quienes enfrentan —así se lo merezcan—.
El uso desmedido de la violencia puede ser una fórmula para generar desprecio o repugnancia hacia ella. Ya decía Susan Sontag, en su ensayo de 2003 “Ante del dolor de los demás”:
“Durante mucho tiempo algunas personas creyeron que si el horror podía hacerse lo bastante vivido, la mayoría de la gente entendería que la guerra es una atrocidad, una insensatez”.
Sin embargo, como explica más adelante en el ensayo, la atrocidad que dejó la Primera Guerra Mundial y cómo esta fue crudamente expuesta en diversos productos culturales como libros y en el cine, no impidió que hubiera una Segunda Guerra Mundial, más potente y devastadora todavía.
Lastimosamente, la violencia también puede ser usada con el único fin de generar morbo —y alcance— alrededor de los productos culturales. Incluso, el mismo Quentin Tarino lo dijo en una entrevista, al ser cuestionado por el uso de la violencia en Kill Bill Vol. 1.
“¿Por qué la necesidad de tanta horrible y gráfica violencia?”, le preguntaba la entrevistadora, a propósito del estreno, en 2003. A lo que él contestó “porque es mucho más divertido, Jan, entiéndelo”.
Sontag advierte en dicho ensayo sobre esta espectacularización de la violencia. La sociedad moderna, consumidora de los medios de comunicación se vuelve pasiva, apática al dolor ajeno, pero sobre todo, se aleja de las personas dolientes, por más rasgos en común se encuentren.
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”Posiblemente resulte satisfactorio saber que esto no me está ocurriendo a mí, no estoy enfermo, no me estoy muriendo, no estoy atrapado en una guerra”, reflexiona.
Personalmente siento que en el caso de Invincible, la serie aprovecha la capacidad de una audiencia entrenada para digerir imágenes tan fuertes y sanguinarias, para volverla comercial. Al fin de cuentas, la violencia es el elemento diferenciador de la serie y no es de locos esperar que quienes vean Invincible, sean en parte, personas que vieron y disfrutaron de The Walking Dead, que es igual o más sangrienta.
Invincible ha tomado el elemento violento y lo ha convertido en su signo distintivo, separándose de otras series animadas del mismo género. Tanto es así, que el título que aparece al principio de cada episodio, se va manchando de sangre progresivamente, durante los ocho capítulos de la temporada hasta terminar totalmente bañado en sangre.
Sin embargo, Kirkman se desmarca de este acercamiento a la violencia y la justifica . “La violencia está ahí para mostrarte lo feo que puede ser este mundo, lo triste, lo aterrador…” dijo en el mismo panel de WonderCon@Home 2021. Y añadió, “Y sin eso, siento que le haremos un flaco favor al mundo”.
Aunque Sontag ya desmintió este mito de la mediatización de la violencia como una posible “vacuna” frente a la misma, hace casi veinte años. Lo cual pone en duda las verdaderas intenciones de Kirkman al usar la violencia como protagonista de su serie.
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En resumidas cuentas, se puede decir de Invincible que es una producción que irrumpe en el ecosistema mediático masivo hollywoodense, gracias a un guión muy bien elaborado y la astucia de hacer historias de superhéroes con una pequeña dosis más de realismo.
La serie es capaz de generar acercamientos íntimos —a través de los dramas personales— y distancias abismales —a través de la violencia crónica— con su personaje principal. El resto de los personajes, sobre todo villanos y héroes, tienen motivaciones más complejas y elaboradas que las que acostumbramos a ver en otros universos como el Universo Cinematográfico de Marvel, además de una apariencia original y superpoderes fascinantes.
Tal guión, combinado con las agresivas pero emocionantes escenas de acción, pueden llegar a generar una obsesión con la serie en quien mira uno por uno los capítulos, similar a la emoción que sintiera un niño que ve por primera vez las series animadas de Spiderman o los X-men. Eso sí, la dosis de violencia que se recibe en cada episodio da para pensar si es un producto cultural que se deba consumir con tal frenesí o no. Habrá que esperar a ver las otras dos temporadas confirmadas para averiguarlo.