El placer de la aventura

Captura tomada de «Desert Ice».

Imaginen una taza de chocolate caliente con malvaviscos, una cobija cubriéndolos mientras descansan cómodamente en su sofá, una película, ningún tipo de preocupaciones. Imaginen su comida favorita, caliente, esperándolos en una mesa servida con cubiertos. Imaginen su cama en la madrugada, justo en ese momento en que está a la temperatura perfecta y en que parece ser el lugar ideal para pasar el resto de sus vidas descansando. ¿Acaso no son deliciosos todos esos pequeños placeres de la vida?

Ahora imagínense a sí mismos colgados de una cuerda sobre un precipicio de roca que se extiende hacia abajo sin fin. Aferrándose con su vida a un trozo de hielo, aguantando toda la fuerza del frío y del viento, sufriendo por ver entre la nieve que les pega en los ojos. Recorriendo un sendero en el bosque, o una carretera infinita, cansados después de aguantar sol todo el día y obligándose a mantener las piernas en movimiento para no caer de la bicicleta…sufriendo al encontrar los límites de su cuerpo y su mente en un entorno ajeno al suyo. Entonces, esos «pequeños placeres deliciosos» regresan a la mente como un martirio y surgen las preguntas: ¿Por qué no me quedé en casa viendo la tele? ¿Por qué decidí hacer algo tan estúpido como esto? ¡¿Por qué, por qué, por qué?!

Tomada de: «5 Historias de Alas y Grandes Paredes: Patagonia».

Y sí, ¿por qué alguien querría exponerse a sufrir tanto, pudiendo disfrutar tranquilamente de todo aquello que hace de la rutina algo cómodo y agradable a diario? La respuesta sólo la tienen los que volvieron a sujetarse a la roca y subieron hasta el tope, los que desafiaron a la nieve para llegar a la cima, los que no pararon de pedalear. Y tal vez esa respuesta, tan relativa y tan esquiva, sea en sí la esencia de la aventura. Si hay certeza de algo, es que está teñida de felicidad, libertad y satisfacción infinitas.

El Festival Ecuador Cine Aventura es la voz de las personas que encuentran la respuesta, por encima de todas esas preguntas. Desde hace más de una década se ha realizado en nuestro país para permitir que se compartan hazañas que en otras circunstancias pasarían desapercibidas. Cada año se carga relatos impresionantes. Esta edición, por ejemplo, aviva historias como la de un hombre sin piernas que aprende a hacer Kayak sin dejarse derrotar por su condición; la de una chica que se balancea en una cuerda, encima de precipicios enormes; o la de un grupo de acróbatas de circo y escaladores que recorre Europa subiendo y saltando de todos los lugares imaginables. Todas son historias reales, de personas reales e iguales a cualquiera de nosotros, que decidieron escapar de su zona de confort y declararle la guerra. Su felicidad se encuentra en las montañas, en el mar, en el aire. Si los Avengers salvando el planeta emocionan a miles, estas historias podrían inspirar a otros miles con la tenacidad de otro tipo de héroes, que salen a la naturaleza para conquistar su propio mundo.

Tomado de: «Wild Women, Faith Dickey».

Hace 35 años un grupo de amigos montañistas se reunió en Canadá para ver películas de sus hazañas en las montañas, y desde entonces nació una corriente poderosa que ha recorrido el mundo recopilando y mostrando documentales como los que se vieron aquella noche. Hoy en día, el BANFF Mountain Film Festival es la muestra itinerante de cine aventura más importante del mundo y recorre varios rincones del planeta, desde la Antártida hasta Japón. El Festival Ecuador Cine Aventura recibe desde hace más de una década a la muestra de este enorme festival en nuestro país. Curiosamente, nació del mismo modo: con un grupo de amigos montañistas que decidieron reunirse para ver películas y compartirlas con otros públicos.

En Ecuador están el arte y la cultura alternativos, como algo que quiere surgir por cuenta propia entre lo que domina el medio, lo «mainstream». Del mismo modo existen los deportes de aventura, como una práctica «alternativa» que quiere surgir por sí sola, abriéndose camino en un medio que los ignora. El Festival busca rendir un homenaje a todos los grandes que desde otros países inspiraron a que estos deportes surgieran en el nuestro, y a todos los grandes que hoy nos inspiran de cerca al hacer que estos deportes sigan creciendo aquí, solo por «amor a la camiseta».

Filmando el «Proyecto 8b» / Foto: Cortesía de Afuera Producciones.

Después de ver una de estas películas y sumergirse en su historia, «los pequeños placeres» se transforman. Es más fácil darse cuenta de que la vida se hace grande solamente cuando decidimos explorar, ir por rumbos nuevos, ponernos a prueba y desafiar nuestros límites. Eso no implica necesariamente subir el Cotopaxi, bajar un río en kayak o saltar en paracaídas del borde de un precipicio. Quienes hacen todo eso pueden convertirse en un referente para que los demás busquemos romper la zona de confort a nuestro propio modo. Nos hacen una invitación con sus lágrimas de emoción en la cumbre de las montañas, o con sus expresiones de goce al volar desde el tope de un precipicio.

Una aventura puede ser empezar una banda o rodar un cortometraje, lo mismo que escalar hasta la cima de una montaña. Las aventuras, al fin y al cabo pueden ser todo lo que nos lleve a pensar y actuar en grande, para traernos la satisfacción de haberlo logrado al final. Lo glorioso del Cine de Aventura es que, con historias reales, nos hace caer en cuenta de eso y nos inspira a ir en busca de mucho más.

…y quién sabe, la naturaleza está ahí afuera y más aún en un país tan diverso como el nuestro, entonces ¿por qué no salir a recorrerla algún día?

Saltando en «El Acantilado» / Foto: Cortesía de Afuera Producciones.

El Festival Ecuador Cine Aventura está organizado por Afuera Producciones. Se realizará del 22 al 25 de Septiembre en Quito, el 1 y 2 de Octubre en Cuenca y el 15 y 16 de Octubre en Ambato. Toda la información está en su Página Oficial: www.ecuadorcineaventura.com

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