Hace tres años, el EDOC creó una Unidad de Traducción a cargo de Cristina Burneo Salazar. A pesar de que el festival había traducido películas desde siempre, la creación de este espacio demostró que la traducción es un campo autónomo y especializado que debe visibilizarse en la labor cultural, como dice Cristina.
La Unidad de Traducción del EDOC se dedica a traducir filmes que nunca se han estrenado en español, dándoles una primera versión del idioma que luego viajará a otros festivales del continente. La Unidad también traduce filmes con versiones mexicanas o argentinas que, por las exigencias del contexto, funcionan mejor si están menos marcadas lingüísticamente.
Este año, se sumó al EDOC la clase de Traducción y Cine de la USFQ. El equivalente a su proyecto final, fue traducir cuatro largos para el festival, ¡qué suerte! Radio COCOA habló con Cristina, quien además de ser la responsable de la traducción en el EDOC, es la editora de El Otro Cine, el periódico del festival.
El equipo de traducción: ¿quiénes son? ¿de qué áreas vienen? ¿cómo se formó el equipo?
Cada año somos entre seis y diez personas. Formé un equipo con estudiantes del programa de Traducción de la Universidad San Francisco, que abrí allí hace tres años. Hoy, algunas personas se han graduado y siguen trabajando en este equipo por tercera vez. Nos vamos formando juntos, hay mucho de coaprendizaje, oficio y combinación con la formación en la universidad. Somos gente de Humanidades. También hemos trabajado con personas que han traducido antes para los EDOC.
¿Cómo traducir un documental para el EDOC?
Desde ver el docu por primera vez, hasta insertar los subtítulos
Yo intento ver todos los filmes que vamos a traducir. Reviso las listas y luego se las propongo a las personas que creo que harán en buen match. Cada persona traduce y luego yo edito su versión. Una vez que tenemos nuestra versión en español, se la pasamos a nuestro equipo de subtitulación. A veces, una vez montados los subtítulos, revisamos, vemos cosas que no cuadran de las versiones en inglés que teníamos, etc.
Es un lujo poder llevar estos procesos porque no hacemos traducción industrial. Es un trabajo editorial paciente. Hacemos eso con unas veinte películas al año. Traducir editorialmente, con personas y no con software, por ejemplo, firmar nuestras traducciones, discutirlas, todo eso es un trabajo no industrial, que yo personalmente defiendo y que nos permite traducir desde aquí, con nuestros propios criterios.
No traducimos industrialmente y no traducimos al “ecuatoriano”. El español neutro tampoco existe, no importa lo que digan el mercado ni los manuales. Nosotros traducimos con nuestro español, leyendo el cine como texto temporalmente para tener buenos diálogos.
¿Cuál ha sido el documental de traducción más compleja o más particular en este encuentro y por qué?
En clase tradujimos el filme de Fioruzeh Khosrovani Fest of Duty. Intentamos documentar un poco el texto para poder hablar de los códigos de vestir en el mundo islámico para las mujeres. Están detalles como la diferencia entre velo, chador, hijab, manto, etc. Intentamos no occidentalizar nuestra traducción, eso fue complejo.
En Caricaturistas: soldados de la democracia, traductoras atentas encontraron inconsistencias en la versión en inglés de la película (en francés en el original, en su mayoría). Por ejemplo, el inglés, en donde en francés aparecía “islamistas”, traducía “fundamentalistas”. Un desacierto en muchos niveles. Eso hay que cuidarlo, no deformar el sentido de los diálogos.
¿Cuál es el documental traducido localmente que más te emociona ver en estreno?
Sin duda, Gardenia: Before the Last Curtain Falls. No me aguanto las ganas de verlo montado. Son historias de gais y mujeres trans de entre 60 y 70 años que montan un tour mundial con su cabaret, “Gardenia”. Mientras traducía, ¡se me hacían nudos en la garganta! Es muy bonito darle forma a esas historias en español y luego estar en la sala y ver las reacciones de la gente, la risa, el llanto… pero no se sientan espiados, es sólo algo que es bonito percibir.
«La traducción literaria y el cine se aman» ¿Cómo explicarías ese romance?
En un diálogo erótico, en la entrevista a un torturado, en una historia de duelo, no vas al diccionario, vas a la literatura, haces trabajo de escritura para darle forma a ese diálogo.
Los EDOC han llegado a tener ediciones con filmes en 30 lenguas. Si no las hablamos todas, no hay experiencia cinematográfica. Si no se subtitulan las películas, no podemos disfrutarlas. Si no hay una persona sentada traduciendo la historia al español, no podremos conocer esa historia.
La traducción de las voces de personajes que ves en la pantalla, historias del mundo real que nos regala el documental…darle forma a una voz así, a historias increíbles, es una de las posibilidades más hermosas del mundo de la traducción. Ahí el romance.
1 comentario
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