Hace pocas semanas La Academy Awards lanzó la lista oficial de películas que compiten para entrar a la sección de mejor película extranjera. Ecuador no tuvo representante. Hace un año mandamos Silencio en la Tierra de los Sueños, pero no entra en la selección. Su taquilla nacional tampoco es considerable. Al menos, la película obtiene muy buenas críticas y es elogiada en festivales internacionales. Pero ¿es ahí a donde deberían apuntar los estrenos nacionales? ¿qué pasa cuando una película nos representa en los Óscar, pero no tiene gran alcance nacional?
El público ecuatoriano no acude masivamente a las salas para ver películas producidas en Ecuador ¿Por qué crees que eso pasa ?
Yo creo que los ecuatorianos no acuden a ver películas ecuatorianas porque ya no es tanto un enganche. No es suficiente que sea ecuatoriana para atraer gente al cine. Hace 10 años lo era. Ir a ver la única película que se había hecho era un acontecimiento, acudíamos masivamente. En un año como el anterior, donde salieron más de 10 películas producidas en Ecuador, no es un enganche que sea ecuatoriana. Necesita ser una película competitiva a todo nivel (actoral, técnica, en guión) para que pueda atraer gente. El sello de película ecuatoriana no atrae al público.
¿No están a ese nivel de competencia, entonces?
Creo que hay buenas películas y creo que hay mierdas de películas. El problema es que se pone todo en la misma parrilla y los distribuidores deberían tener un sistema para ver cuál película se estrena en salas y cuál no, no por una cosa super poco democrática, sino porque hay películas cuyo formato hacen daño a otras y estas estarían mejor, en otras ventanas, como la televisión. Si eres un espectador que decide ir por primera vez a ver una película producida en Ecuador y esta tiene una muy mala factura (un mal guión, fotografía deplorable ) y a la siguiente semana hay otro estreno nacional, no vas a ir: juzgas a la segunda por la primera, aunque la nueva tenga una gran factura.
¿Cómo te sientes con el alcance que tuvo Silencio en la Tierra de los Sueños ?
Yo sabía desde que escribimos la historia que era una película de nicho, que no es comercial, sobre todo lo que ahora se entiende como comercial: películas de superhéroes, comedias románticas. Nosotros sabíamos que era una película que demandada muchísimo, una película de hora y media, sin diálogos, una actriz no conocida… te plantea una situación distinta.
Fue una respuesta bastante buena para lo que hubiéramos esperando, hubo gente que reclamó pero la mayoría de respuestas fueron buenas. Hubo buena aceptación: hicimos 6 000 espectadores. Sí, podría parecer un fracaso, pero si hablamos de que la película ecuatoriana a la que mejor le fue, alcanzó los 18 000, no es un mal número. Lo que no se puede pretender son los 200 000 espectadores que se hicieron hace algunos años con películas como Que Tan Lejos (2006) o Con Mi Corazón en Yambo (2011) hasta que se haga una reconciliación entre películas y público ecuatoriano.
¿Qué se puede hacer para alcanzar más público?
Es un fenómeno mundial, no pasa solo en Ecuador. Tal vez pasa más en América Latina porque estamos muy influenciados por Estados Unidos. Cada vez, se arrincona más al cine no comercial. El cine de autor, de ensayo, siempre ha sido una minoría, pero hoy en día no hay tanto espacio como antes: primero, ya no existen salas independientes; además, el paso del fílmico al DCP obliga a que las multisalas metan mucho blockbuster para pagar la deuda, por eso la nueva generación de espectadores tiene una deficiencia en su capacidad de lectura, está muy empobrecida, tiene mucha cantidad pero es pobre de contenido. El público no está acostumbrando a ver otro tipo de cine, no tiene una calidad de juicio para discernir, dice que le parecen películas muy lentas, pero en verdad, es que le han obligado a acostumbrarse a un ritmo, le han impuesto, y hay otro tipo de películas a la que se puede acudir.
Cuando vas a una obra de opera, ballet,teatro no reclamas por el ritmo, no dices “ese adagio está lentísimo”, vas a vivir una experiencia, pero en el cine, si en los primeros dos minutos la película no cumple con el ritmo frenético el público la acusa de lenta, de mala, porque no ha tenido otras experiencias.
Hay que proponer una solución conjunta. Debe haber productores de cine decididos a hacer un cine con carácter, que no tengan que sujetarse a los cánones de lo comercial, pero debe haber distribuidores que estén de acuerdo contigo. También se debe exigir una cuota desde lo estatal: cuando pagas una entrada, cierto porcentaje debería regresar al cine, porque ya hay un impuesto que va al municipio por espectáculo, pero no regresa a los productores.
¿Por qué decidiste entonces hacer una película para un nicho?
Era algo que me apetecía. En la parte formal y del contendido. Venía siguiendo este tipo de vida en las personas de avanzada edad desde cerca, con familiares en un documentales. Me planteaba la necesidad que en esa aparente soledad hay una historia bellísima, hay mucha vida que contar. Tenía, por otro lado, un capricho técnico de cuando estudié cine. Tengo un conflicto con la palabra en el cine, siempre pensé que en las grandes películas, la palabra puede ser una muletilla, puede interrumpir la experiencia más profunda; la palabra es un gran maquillaje de lo que está ocurriendo, el rato que te despojas de palabras, la película se queda desnuda y ahí piensas: «¿cómo hago para llegar al espectador hasta el final? ¿ cómo lo sacudo?», ahí el cine gana mucha ventaja.
Y el sonido. Nunca se ha dado el valor al sonido en el cine como se merece. Siempre se destaca a la imagen pero muy poca gente habla sobre la importancia del sonido para crear una experiencia y es al revés. El sonido es el que transmite la experiencia emotiva. Silencio es sonido sobretodo, pero es una banda sonora trabajada para que no te des cuenta, para que entres en un viaje a través de la imagen.
¿Hay elementos que se presentan como personajes, como el mar, el barrio, cómo funciona esto en la narrativa de la película?
Sí, el mar es un tercer personaje, actúa como personaje. Es difícil, no está planteado de una manera consciente, hay pulsos que me mueven y otros que no descrifo. Pero hay una intencional en descifra los movimientos azarosos de las olas, las gaviotas, la marea. Las fragatas, el mar son imágenes que preceden a la idea de Silencio en la Tierra de los Sueños, fueron pensadas años atrás, antes de encontrar el tema, antes de grabar la película.
¿Crees que el lenguaje responde a un lugar? ¿Es decir, como ecuatorianos debemos encontrar un lenguaje cinematográfico que responda a ciertas condiciones sociales, políticas, culturales, climáticas?
No, el lenguaje es universal. Está en desarrollo, es el abecedario. Eso lo usa Bresson, Sebastián Cordero o tú. Yo puedo escribir prosa; tú, poesía y alguien está inventado la nueva Rayuela. No hay nada que no se haya inventado pero hay mucho que inventar. Ahí está el autor. La falla en esos lenguajes, la mala ortografía, la gramática, genera las reacciones que genera, por esos algunas películas son menos apreciadas; pueden tener grandes historias, pero si no existe un cuidado en la gramática, no funcionan.