Territorios se visibilizan a través del arte

por Daniela Saltos
En el Museo de la Ciudad se exponen trabajos artísticos para visibilizar la acción de las hierbateras de la Plataforma Primero de Mayo, en el Centro de Quito. “Territorios que sanan: Al encuentro de las Hierbateras” es una exposición que estará disponible hasta el 07 de mayo del 2023.

El Mercado de San Roque, ubicado en la avenida Mariscal Sucre y avenida 24 de Mayo desde el 10 de agosto de 1981, es uno de los más grandes de Quito. La Plataforma Primero de Mayo es el principal referente de comerciantes mujeres de hierbas medicinales, también llamadas hierbateras. 

En la sala de exposiciones temporales del Museo de la Ciudad se encuentra un gran registro gráfico de la historia de este grupo de mujeres, resaltando su importancia en el bienestar y la salud de la población. 

A través de pinturas, fotografías y material audiovisual las hierbateras han encontrado una voz que ha querido ser silenciada por varios años. “No queremos que nos vean como las pobrecitas de las hierbas sino que nos vean como un trabajo digno”, manifiesta Miriam Soria, quien trabaja en el mismo puesto que heredó de su madre y donde aprendió el uso y valor de las plantas medicinales. 

Territorios que sanan: Al encuentro de las hierbateras” es una iniciativa creada por el Museo de la Ciudad para visibilizar la necesidad de los espacios que conectan la ruralidad y la ciudad frente a las problemáticas del comercio popular. El objetivo de este proyecto es buscar espacios políticos que sirvan para mejorar la situación de las hierbateras, “dar un espacio para que su voces y saberes se expresen” explica Natasha Sandoval, investigadora del Museo de la Ciudad.

Fotografía por Daniela Saltos. Testimonios de hierbateras alrededor de la exposición.

Lee también en Radio COCOA: «Nos Faltan»: dispositivos, herramientas y disputas para la justicia social en la construcción de la memoria

Las hierbateras: cuidadoras de la salud

Foto por Daniela Saltos. Ilustración de la Plataforma Primero de Mayo.

Las distintas estancias en las que se divide la exposición recalcan que este grupo de mujeres tiene el conocimiento ancestral del uso de las plantas medicinales. Las ilustraciones en forma de mapas muestran la organización y tradiciones que las hierbateras mantenían, incluso antes de la pandemia. Pero también son una manera de visibilizar las amenazas a los terrenos ancestrales, como la expansión de supermercados que atentan contra las economías populares.

Fotografía por Daniela Saltos. Mapa de los distintos mercados de la ciudad y fotografías de las hierbateras.

Miriam Soria recuerda a sus compañeras revisando la sección de fotografías de la Plataforma Primero de Mayo. Ella recalca que la economía de las personas que trabajan ahí depende de la producción y venta de plantas medicinales. 

Estos saberes se han transmitido de generación en generación. Las hierbateras no han asistido a cursos que les enseñaran sobre los beneficios de las plantas, ellas han aprendido a través de las prácticas familiares. “Crean en la medicina natural, en la plataforma saben todos los conocimientos de plantas”, asegura Miriam. 

Persecución

Las prácticas con medicina natural son muy antiguas. La persecución a las hierbateras inicia por el despojo de territorios ancestrales y la ruptura de las prácticas comunitarias. Esa historia es explicada a través de obras de arte como “Quito” de Rafael Salas o “Inti Raymi” de Victor Mideros.

Las historias de las hierbateras están traducidas en todo el material visual alrededor de la exposición. “Lo importante es pensar otros lenguajes en que los públicos puedan conectar con sus propias formas de entender la ciudad”, explica Natasha Sandoval. Por ejemplo, la instalación creada como una campaña por la memoria de las mujeres perseguidas por la brujería.

Con este espacio, las hierbateras han podido contar su historia y los problemas que han enfrentado en torno al uso de las plantas medicinales. “Podemos reconocer sus saberes, pero nos enfrentamos a la disyuntiva de que ellas siguen siendo mujeres con un trabajo criminalizado, precarizado”, menciona Natasha. Por esto, los planes a futuro que tienen los investigadores del museo es continuar creando espacios políticos para este grupo de mujeres.

***

El recorrido en la exposición termina con una bebida de amaranto, cedrón y manzanilla, con las hierbateras comentando los beneficios de las plantas. El museo tiene más actividades relacionadas a los territorios que sanan y recorridos gratuitos de miércoles a domingo.

Descubre más sobre esta iniciativa:

 

Únete a la conversación

Tal vez te interese