Un paseo por los cosmos de Villacís

por Ga Robles

Eduardo Villacis

Verlo pintar con toda su concentración o hablar de su trabajo con encanto es solo la costra que cubre un mundo sinfónico por detrás. El hombre de cabello castaño, bigote y camisetas negras, con materiales de pintura bajo el brazo, se toma el tiempo de viajar en varios momentos del día, hacia mundos que sólo él imagina. Muchos de ellos, ahora forman parte de revistas, proyectos que se expusieron en otros países o en cientos de hojas con bocetos que apila en su taller.

Tal vez no hay un punto de origen en el que Eduardo Villacís pueda decir que empezó a garabatear. Pero eligió el dibujo como eje, a través de una de las vías correctas: negando la posibilidad de vivir de otra cosa. Amaba la animación y ese era su sustento. Aún así, no fue lo suficiente en su vida para despojar al dibujo como el protagonista de la historia de este primer cosmos, ápice de todos los demás.

Asiduo crítico de los vicios de la cotidianidad, el artista retrata con igual diatriba a burócratas y dictadores, a extraterrestres o seres humanos despreciables. En su obra hay espacio para la política, la ironía, la crítica a la normalidad… todo a través de la ilustración y la pintura, agregándole ese condimento de humor imprescindible en gran parte de su obra.

Al conversar con él, se va desprendiendo de a poco la costra de artista y se despliega lo humano, intentando explicar algo más del origen de sus universos. En ese recorrido de palabras, no es difícil comprender la llegada de Villacís a lo fantástico. Su relación con todos los cosmos que quería relatar a través del uso de medios gráficos.

Eduardo Villacis el dictador Radio COCOA USFQ

Eduardo Villacís, el dictador / Foto: Juan Pablo Viteri

Una fijación por lo sobrenatural

Su hogar en el Centro de Quito donde creció, guardaba esa porción de penumbra que él necesitaba para imaginar. “Me gustaba creer que era una casa de vampiros. Desde pequeño creía que eran pendejos los que mataban a los vampiros porque todos deberíamos querer ser como ellos. Siempre tuve interés por lo sobrenatural.”

Ese imán que sentía al ver situaciones contrarias como ‘interesantes’, fue el mismo que le hizo probar historias con otras contradicciones. Así nació “El Espejo Humeante”, una obra fantástica en el doble sentido de la palabra. La ficción lo convierte en un cronista de tiempos diferentes: relaciones de poder inversas se observan en un universo en el que habitantes aborígenes de México llegan a Europa para conquistarla.


Su narrativa a través del dibujo no es producto de la generación espontánea. La obra de Villacís se nutre de la bibliografía de años de investigación. Sus descubrimientos provienen de libros y estudios universitarios, y en su cabeza se trasvierten fantásticos relatos gráficos que nos hacen reflexionar sobre esta realidad y las otras nuevas posibilidades. 

Eduardo Villacís / Foto: Juan Pablo Viteri

Eduardo Villacís / Foto: Juan Pablo Viteri

La búsqueda infinita

En el camino que lo lleva a tantos otros lugares, busca y crea hacia el futuro, a partir del pasado. Su fascinación por la historia se evidencia en el detalle, el dramatismo de las escenas y lo bizarro de situaciones que, por más irrealidad que lleven, son absolutamente creíbles. En su computador guarda decenas de archivos inéditos con información que venera a sus propósitos de acumulador de historias. Entre ellos, unos videos de las calles de Quito en los siglos XVIII y XIX.

De una cosa presume Villacís y es de su condición de amateur vitalicio. De ahí que enseñar es un verdadero gusto en su vida. “Venganza positiva”, le llama a su vocación de brindar conocimiento. El aula es entonces una lámina para plantar su teoría de creación infinita de cosmos. Sus alumnos tienen a su disposición a un inventor que no se cansa de crear y no puede dejar de hacerlo.

Su inquietud para decir las cosas y su facilidad para confesar a tiempo sus prácticas cotidianas son parte de la personalidad voladora que lo obliga a transportarse de cuando en cuando, a cualquiera de los mundos que ha creado en su memoria. Algunos están transustanciados en sus obras, pero el mismo Villacís admite que otros tantos cosmos siguen formulándose ahí dentro. Quién sabe si saldrán de su mente algún día.

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3 commentarios

Latino Toons 23 julio, 2014 - 11:51 AM

Les comparto una entrevista más, realizada por El Historietólogo en 2011,
Saludos!
http://www.youtube.com/watch?v=Zvfqv29Y3Dc

Radio COCOA 25 julio, 2014 - 12:13 PM

¡Gracias por compartir!

minecraft 25 febrero, 2017 - 11:08 AM

Howdy! This blog post couldn’t be written any better!
Reading through this post reminds me of my previous roommate!

He constantly kept preaching about this. I most certainly will forward
this post to him. Pretty sure he’s going to have a very
good read. Thank you for sharing!

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