¿Para qué sirve la Academia de Cine de Ecuador?

Por: Ga Robles

Hace una semana tuvimos la noticia de que la película Sin Muertos No Hay Carnaval sería la representante ecuatoriana para la selección en los Óscar. Aunque el CNCine fue quien envió oficialmente la candidatura, por primera vez, la selección fue realizada por la Academia de Artes Audiovisuales y Cinematográficas de Ecuador. Aquí venimos para explicar en palabras simples, ¿para qué sirve la Academia? Y de paso responder a la pregunta de ¿en serio necesitábamos una?

Para empezar, digamos que todos los países que tienen industrias cinematográficas fuertes tienen academias. ¿Qué son exactamente? Pues, se trata de asociaciones civiles que reúnen a todos los profesionales del cine que han representado para esa industria algún crecimiento o valor adicional. Eso significa que no todos pueden ser miembros inmediatos. Los cineastas que quieran ser parte deben tener cierta trayectoria y ganarse el mérito de estar ahí. Arturo Yépez, productor ecuatoriano, recalca que la academia no es una organización gremial, sino una asociación con un fin específico.

Sin Muertos No Hay Carnaval es la película que representa a Ecuador en los Óscar este año

Partamos del hecho de que no es la primera vez que una película ecuatoriana es pre-seleccionada para los Óscar. En 1999, tuvimos una primera película candidata, Sueños de la Mitad del Mundo y en 2004 incluso llegamos a la shortlist (o una pre-nominación más ajustada), con Crónicas, del director Sebastián Cordero. Ambos largometrajes fueron enviados por la Asociación de Cineastas del Ecuador, un primer intento de formar algo semejante a la Academia. Pero desde la formación del CNCine en 2007, esta institución pública tomó la posta para escoger las películas que podrían representar a Ecuador en premios nacionales e internacionales.

Ahora, esperen: seguimos sin responder si en-serio-necesitamos-una-Academia y la respuesta es que sí, porque el CNCine, aunque adoptó por nueve años el papel de seleccionador por un tema de legitimidad y es una institución pública formal y etcétera, en realidad no tiene como competencia escoger las películas, así que no podía ser el representante para siempre. Como les dijimos, en el mundo, las que lo hacen son las Academias, conformadas por los mismos profesionales de la industria del cine. Además, no es que solo funciona cuando tienen que mandar su opción para representar en los Óscar. Hay algunos otros premios en los que el Ecuador participa y entre esos, están otros dos muy importantes: los Ariel mexicanos y los Goya españoles.

Lo que sí podemos afirmar, es que mientras más arriba llega una peli en la selección de los Óscar, más posibilidad tiene de darse a conocer para otros premios del resto del mundo. Con Sin Muertos, si bien sus creadores están conscientes de que las probabilidades de ganar el Óscar son mínimas, también saben que eso les permite dar un recorrido de screenings para miembros de la Academia y para prensa que les abre una puerta bien importante en el mercado internacional. Es muy probable que cierren en estos días con dos firmas interesadas en obtener la distribución para Estados Unidos.

Por otro lado, esas nominaciones, e incluso las pre-selecciones sirven para validar a las películas dentro del mismo país. Claro, depende un montón del tipo de película y de lo acertado en su selección, pero un buen ejemplo es El Abrazo de la Serpiente, de Colombia. “Por primera vez una película colombiana estaba nominada al Óscar. Eso generó que en Colombia, la película -que ya había tenido una buena aceptación del público y había hecho hasta ese momento 100.000 espectadores-, se reestrene y haga cinco veces más en taquilla que lo que hizo en su primer estreno”, cuenta Arturo.

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Por último, hablemos las plenas de Sin Muertos No Hay Carnaval. ¿Tiene posibilidades de ganar? De acuerdo al recuadro anterior, su selección representa apenas un paso chiquito, pero lo importante es conocer que es la mejor película que puede representarnos, dado que la Academia es –desde ahora- la máxima autoridad para validarlo.

Ecuador no había presentado ninguna candidatura para los Óscar desde 2014 aún cuando el promedio anual de películas supera la decena. Pero este año, con la creación de la Academia de las Artes Audiovisuales y Cinematográficas esperan lanzar una opción anual con mayor formalidad, sin estar sujetos a procesos burocráticos, ni a otra cosa que la voluntad de mostrar el cine ecuatoriano al mundo.

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