La separación prematura entre niños y padres a causa de situaciones políticas es un tema que se repite en algunos documentales del festival EDOC15.
Los países más afectados en aquella época obscura fueron Chile, Argentina y Uruguay. En la misma época se grababan películas como por ejemplo, Tus padres volverán del director Pablo Martinez Pessi. Este largometraje trata de un grupo numeroso de jóvenes que tuvo que huir en consecuencia de la dictadura cívico- militar que vivió Uruguay durante doce años (1973-1985). De la misma forma esta problemática se repite en el documental El Padre, dirigido por la argentina Mariana Arruti. Dentro de la historia la directora se enfrenta a la misteriosa muerte de su papá, un obrero involucrado en la revolución en la época del peronismo. De todas estas historias que comparten una separación padres-hijos a causa de un régimen político atroz, ciertamente el documental La Guardería me conmovió.
La directora Virginia Croatto desempolva el pasado argentino en la época de la dictadura de Jorge Rafael Videla y cuenta desde un punto de vista lejano e inocente esta historia que muchos conocemos. Durante los años 70, con el fin de proteger a los niños de la revolución de las garras del gobierno, se formó en Cuba una casa-hogar para hijos de montoneros en combate. El documental se desarrolla a base de recuerdos, con las entrevistas precisas y el apoyo de un valioso material de archivo, compuesto por audios de los padres a los muchachos, cartas, dibujos, fotos y videos caseros de su estadía en la isla del sol.
La Guardería fue un lugar de sueños y desdichas para estos muchachos; muchos la recuerdan como un paraíso efímero, sin embargo, otros tienenpena de mirar atrás. Todas estas emociones que se contraponen están narradas dentro de la película por testimonios de los niños, ahora adultos que formaron parte de esta “gran familia”. Virginia se sumerge en su infancia y en la de las demás personas involucradas para lograr un documental en el que se siente el abandono conjugado con ternura y nostalgia.
Es complejo imaginar una especie de refugio en La Habana con más de 60 niños condenados a la espera, al enfrentamiento constante con la idea de la muerte y desaparición de sus padres. La idea del exilio infantil como consecuencia tremenda del régimen militar y político se quedó en mi cabeza al salir de la sala y me sorprendió lo poderoso del tema.