Dia Muñoz presenta su exposición Noetic, un vínculo entre el ser humano y la naturaleza que busca entender los secretos de las plantas a través de la tecnología.
Dia Muñoz es una artista multidisciplinaria guayaquileña. Estudió artes visuales en Nueva York y Londres, en donde también ha exhibido sus trabajos. Hoy vive en Guayaquil. Su investigación y creación de proyectos está basado en la naturaleza y la tecnología, elementos que se encuentran en la vida del ser humano a diario.
En Noetic, su más reciente proyecto, encontramos una nueva interpretación visual de la naturaleza. En un nuevo nivel, Dia Muñoz expone la escultura como medio sensorial para transmitir la voz de las plantas.
Esta exhibición nació durante la pandemia, a partir, justamente, de una conexión y relación con las plantas. “Mientras estaba sola en mi departamento en Londres pensé en que tengo que hablar con las plantas, porque no tenía con quién más hablar, un poquito loco, pero me hizo llegar a esta admiración hacia lo desconocido”, explica Dia.
Noetic nació gracias a una conversación con las plantas… Foto: Juan Sebastián Jaramillo
A partir de las conversaciones que tuvo con las plantas, y cómo estas respondieron a muchos de sus sentimientos, aun cuando estaba en silencio, Dia quiso materializar en tres dimensiones las conversaciones y presentarlas.
A través de softwares arquitectónicos, utilizó la gráfica en dos dimensiones, para transformarla luego en una de tres dimensiones y hacer un tipo de “gusano” orgánico, que fue lo que terminaron siendo las esculturas. “Lo más interesante es poder tener una información tan directa por parte de la naturaleza, poder procesarla a partir de la tecnología y yo como ser humano la termino al tallarla. Es una colaboración directa entre tres factores que están presentes diariamente”, cuenta Dia.
Cada escultura tiene una representación única. Dentro de cada lámina de las piezas, la artista escribió un número, el cual es un código sagrado en el que se habla de la matemática del universo, “son mantras”. Las combinaciones de códigos de la escultura más grande son oraciones hacia el universo. Por ejemplo, amar a la Tierra con el corazón. “Están escritas 45 veces dentro de cada escultura, fue una forma meditativa de hacerlas”, agrega la artista.
La experiencia que dio origen a Noetic fue una vuelta a lo natural… Foto: Juan Sebastián Jaramillo
Según Dia, Noetic es la filosofía que estudia el conocimiento innato o la intuición. En esta oportunidad, a partir de su conexión con la naturaleza y con su propio ser, Dia activó su sentido intuitivo para crear sus esculturas. “Para mí, volver a conectarme con esta energía, con esta resonancia y tener estas conversaciones extrasensoriales fue volver a mi estado natural, el estado en donde ya conoces las cosas”, asegura. En ese sentido, la naturaleza está bien diseñada y tenemos mucho que aprender de ella.
En la siguiente entrevista, Dia Muñoz nos cuenta más sobre la creación y resultado de su obra. Ten en cuenta que sólo estará disponible hasta el 19 de junio, en No Lugar. Así que ¡pilas, no te la pierdas!
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Aileen Boada: ¿Cómo integraste tu propuesta artística con los entornos naturales y la tecnología?
Dia Muñoz: Durante la pandemia quería hacer una vista más larga, y me preguntaba: ¿cómo sería conversar con una planta?, ¿cómo conversan las plantas?, ¿cuál es su tecnología biológica?, ¿cómo ellas trabajan entre sí? ¿Qué hace su sistema?
Comencé a leer la composición de las plantas y vi que estas responden con respuestas eléctricas. Por ejemplo, cuando tienen sed, ellas mandan estas señales a las raíces y a otras plantas para poder comunicarse.
Pensaba en qué forma me podía comunicar con las plantas y de acuerdo a todo lo que había investigado supe que nosotros también tenemos un cuerpo plástico que es el aura, un campo magnético que nos rodea. En el momento que nosotros extendemos esta electricidad, estamos en estado de meditación, por eso yo llamé “conversaciones extrasensoriales” al video. Porque es una conversación entre energía, una meditación, una acción que yo hago con la planta, teniendo varios minutos en silencio para un intercambio de energía.
Creé una máquina que se llama el biotransmografo, sobre los sensores del corazón, como un electrocardiograma. Los electrodos van directo a la planta y van midiendo la descarga eléctrica que tienen al interactuar con ella y te la muestran a través de un display.
Un intercambio de energía, una meditación…eso fue necesario para esta conexión… Foto: Juan Sebastián Jaramillo
AB: ¿Cómo es el proceso de creación de cada pieza?
DM: Para esta exhibición en No Lugar añadí los dibujos que tienen un poco la gráfica de cómo la curva se va formando tridimensionalmente. Utilizo varias herramientas para realizar el cambio de dos a tres dimensiones incluyendo la curva como espina dorsal. Mi proceso entero es seccionar la escultura, cortarla, hacerla un “sanduche”, y la tallo con la amoladora.
AB: ¿Cómo te ha ayudado tu arte y la tecnología a descubrir qué hay oculto entre la naturaleza y nosotros? ¿Cómo podemos acercarnos nosotros a la misma?
DM: Me ha ayudado muchísimo, porque es más sencillo de lo que la biología lo expone. Tenemos como un alejamiento a lo que es ciencia y a lo que significa científico y biológico. Los sistemas secretos de la planta suenan como muy tabú y poder usar el arte para transmitir cómo la naturaleza se comunica me llena muchísimo.
Poder llegar a las otras personas a través de las esculturas que están conectadas unas con otras, poder visualizar esta energía invisible, lo que no se ve pero que se sabe, me ha guiado para saber cómo funcionamos y cómo funciona la naturaleza, cómo está presente en nuestro día a día.
Una guía ha sido lo que no se ve pero se sabe… Foto: Juan Sebastián Jaramillo
AB: ¿Cuál es tu arte favorito de los que practicas, en el que más te sientes a gusto y por qué?
DM: La escultura, ya que es algo que he hecho siempre, y tallar en madera se me hizo muy fácil. Ahorita tengo en la exposición una instalación interactiva en donde me gustaría profundizar un poco más, en donde se visualiza el sonido, el magnetismo que tenemos. Cuando interactuamos con una escultura, creamos frecuencias de sonido, creamos música. Por eso quiero implementar más la tecnología de forma visual para mis próximos proyectos.
AB: ¿Qué sentido tiene para ti la exposición que nos muestras, con la situación actual del mundo?
DM: Yo creo que ahorita es súper importante tener conciencia universal de lo que es la naturaleza en sí y cómo son seres vivos al igual que nosotros, y por ende hay que respetarlos. Mi investigación nació en pandemia, mientras estaba sola en mi departamento en Londres y dije: tengo que hablar con las plantas, porque no tenía con quién más hablar. Un poquito loco, pero me hizo llegar a esta admiración hacia lo desconocido.
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AB: ¿Cómo fue el acompañamiento con Pilly Estrada como curadora?
DM: Trabajar con Pilly fue una suerte y coincidencia, yo me comuniqué con el galerista Mauricio Aguirre y le dije que me encantaría hacer un show en el que solo sean mujeres, y justo él le había mandado el proyecto a Pilly y ella lo quiso hacer. Fue increíble, ella tiene una buena energía y entiende muchísimo de bioarte. Entonces la curación se da en una forma irregular, se trató de crear algo orgánico y que se pueda tocar.
Para Dia, un trabajo se vuelve más rico de forma multidisciplinar. Foto: Juan Sebastián Jaramillo
AB: ¿Cuál es tu visión del circuito artístico local?
DM: Mi visión es poder llegar a los centros culturales un poquito más, sobre todo poder hacer más proyectos y un poco de residencias. Lo que más me gustó de volver fue la bienvenida cultural que yo tuve y el público artístico que fue a mis exhibiciones en Guayaquil y en Quito. Increíble saber cómo los artistas se apoyan entre sí, orgullosa de ser ecuatoriana y sacar mi arte al mundo.
AB: En el contexto de la anterior pregunta, ¿qué tan importante es para ti el trabajo colaborativo?
DM: Yo creo que todos los artistas somos buenos en varias cosas y nos podemos apoyar. Un proyecto se vuelve más rico de una forma multidisciplinaria. Para mi investigación hablé con científicos y biólogos, justo para cubrir todos los ángulos que necesitaba. Realmente me encanta trabajar con colaboración.
