Con un monstruo como Gojira encabezándola, nuestra lista pesada trae toda la contundencia que se merece el final de este mes.
1. Gojira / Álbum: Fortitude
Aunque este ejercicio consista en no reseñar bandas que, por su condición, no necesitan espacios mediáticos de pequeño alcance —como este— para subsistir, lo alcanzado por los franceses es digno —curioso diría— de ser resaltado. Y es que haber alcanzado el número uno de la Bilboard en Estados Unidos, en ventas físicas, para un ritmo musical pesado, es bastante fuera de lo común.
Por supuesto, Fortitude es el álbum más accesible de Gojira hasta la fecha. Y no es de sorprender, por lo tanto, que los amantes de la época más pesada, al estilo de The link o From Sirius to mars, han sido los más críticos de estos resultados. Sin caer tampoco en el discurso vacío que han vendido su música, para mí es claro que están en su momento de mayor popularidad. Esa combinación de mensaje político y ecológico está llegando con mucha fuerza a diferentes segmentos.
En todos sus discos han topado profundos tópicos de la lucha política de diferentes pueblos. En Fortitude vemos activismo tibetano en contra de la ocupación china en el tema “The Chant”, o la bella paradoja al estilo planeta de los simios en “Another World”, en la que con toda la tecnología moderna, el ser humano busca escapar del planeta que destruye, para terminar en la misma tierra, renaciente ya sin humanos.
Este nuevo ciclo de la banda es complejo de analizar en tan pocas líneas. Me quedo así con la pregunta: ¿qué es lo que hace pesada realmente a una banda? ¿Sus riffs y blast beats, o su mensaje? ¿Ambos?
2. Yautja / Álbum: The Lurch
Una placa que mezcla brutalidad y, en un ejercicio de fuerza, comunica música directa, sencilla (no simple), que, más que nada, está creada para destilar potencia.
Con aplanadores riffs, al mejor estilo del hardcore noise, acordes y cortes sludge y mucho del espíritu del grind, el trio original de Nashville tiene en The Lurch, su más reciente placa. La cual suena masivamente.
En la ciencia ficción, Yautja es el nombre biológico de los depredadores —sí, los de la película—, aquellos que se caracterizan por cazar a otras especies como trofeos. Está vez los trofeos de estos cazadores son nuestros tímpanos, con música sucia, dotada de abundantes guturales, pero con una gran producción que los hace sonar aun más atronadores de lo que ya son.
Algo curioso: estos guturales suenan variados y diversos, ya que los tres integrantes cantan en diferentes partes del disco. Cual si fuera un hábito volátil, creo que lo impredecible de la construcción de los sombríos temas de Yautja es lo que los hace destacables.
Hay momentos de confrontación con el escucha en temas con tempo rebajado. En otros el ritmo es acechante, como si se estuviese persiguiendo a una víctima. La dinámica en The Lurch es la textura que se vuelve realidad: al dejar de ser sólo música, se vuelve una experiencia.
3. Caliban / Álbum: Zeitgeister
Los alemanes Caliban llegaron a mí como parte de la ola del metalcore que abundó a principios de los 2000. Varios de sus discos de esa época eran parte de un estilo novedoso en esos años que reventó fuerte. Luego, como sucedió con muchas bandas, este sonido fue encontrando diferentes nichos, o sencillamente se disolvió.
Caliban se mantuvo activo y productivo, con cinco discos y diversos sencillos en esta década. Y es de los actos que, con sólo unas pocas modificaciones musicales, se han mantenido vigentes. Y no sólo eso, sino que han re-significado su ritmo expandiéndolo a más que únicamente breakdowns bailables.
Ahora, ¿qué es lo que hace diferente a Zeitgeister? Es un disco de grandes éxitos, pero esta vez re-interpretados en su natal alemán. Como ejemplo, el tema “Feuer, zieh´mit mir” es originalmente “Between the worlds” de su disco Shadow Hearts del año 2003.
En mi opinión, este reciclaje es una forma de congraciarse con su numerosa fanaticada en su propio idioma, y al mismo tiempo, como ellos lo han explicado, una retrospectiva de su carrera creativa. Para alguien como yo, que disfrutó más que nada su carrera de inicio, ver estos temas antiguos recreados, y que han resultado abrumadoramente bien, es un placer. No sólo que suenan monstruosos por algunas modificaciones musicales actuales, sino que expresan una fuerza inusitada que muchas veces no puede ser traducida.
