Tres discos de música pesada: marzo

por Pablo Puente
Sepultura vuelve con fuerza, el nuevo vocalista de Kvelertak brinda una magnífica actuación y Dark Fortressse se entrega a lo crudo. Todo eso en la lista pesada del mes.

1. Sepultura / Álbum: Quadra

Siendo completamente justo, soy mucho más fan de la primera era de Sepultura, la que los catapultó a ser una de las bandas más influyentes a nivel mundial en la música pesada. Aun así, creo que se han mantenido vigentes por mucho tiempo. Pero su relevancia internacional ya no es la misma. Es importante hablar de esto para entender por qué su nuevo material merece tanta atención. Y es que, en mi opinión, luego de tanto tiempo, los brasileros han logrado un balance ideal entre las viejas estructuras y el sonido más reciente que han cultivado desde prácticamente finales de los 90. Un sonido que, a pesar de tener sus pasajes altos, nunca me terminó de convencer del todo.

En Quadra se puede escuchar un poco de toda la carrera de la banda. En algunos temas juegan con el groove más contemporáneo, en el cual mezclan un tribalismo con nu metal, extrapolándolo con sus inicios más thrash, de la etapa de Beneath the Remains o Chaos AD.

Sorpresa grata igualmente es que todas las letras fueron escritas por el vocalista, Derrick Green. Y denotan una gran paciencia en los detalles y una cohesión temática muy interesante, que va de la mano con las descripciones dadas por la banda para el disco. En cuanto al nombre del álbum, Quadra viene del latin Quadrivium, el cual era parte de las artes que se estudiaban en la edad media.

No es sorpresa que esta sea su obra más exitosa desde los noventas y, de seguro, un buen pretexto para volver a escuchar a uno de los pilares e influencias de muchos.

 

2. Kvelertak/ Álbum: Splid

Kvelertak es un proyecto de rock de Noruega que va ya varios años fermentándose en la escena pesada. Y aunque la salida, hace algún tiempo, de su vocalista fundador, Erlend Hjelvik, significó un cambio difícil de asimilar para muchos, hay que darle crédito a su reemplazo, Ivar Nikolaisen. Ivar no sólo iguala en gritos a su antecesor, sino que también se desenvuelve muy bien en las partes limpias y ha logrado que, con su aporte, la banda destile madurez y precisión.

Mentiría al decir que no añoro aquel tiempo en que que parecían grabar sus discos en una taberna, con esa mezcla de hard rock y heavy metal, junto a letras en su natal noruego y coros semejantes a victorias de batallas vikingas. Sin embargo, el cambio de sonido, al haber firmado con Rise Records, es un paso adelante en cuanto a la producción, ya ahora es posible percibir detalles espectaculares que antes posiblemente permanecían en un segundo plano. Esos cambios reflejan un crecimiento y certifican esta nueva era que la banda está viviendo.

Detractores de todos estos cambios, los hay seguramente. Pero yo me quedo por el momento en el término medio, y disfruto ambas etapas de la banda.

3. Dark Fortress / Álbum: Spectres from the Old World

La mayor parte del tiempo, nadie sabe específicamente cuál será la evolución de una banda ni cómo se dará. Y luego de estos seis años que han pasado para el lanzamiento de nuevo material de los alemanes Dark Fortress, se nota un cambio. En su nueva obra han dejado —o, mejor dicho, puesto entre paréntesis—esos rasgos de metal progresivo que tomaron como rumbo en anteriores producciones y se han entregado por completo a su faceta otrora más implacable y cruda.

A pesar de que la mayoría de matices son característicos del black metal, la instrumentalización es muy destacada y es posible apreciar claramente todos los instrumentos. Esto claramente se contrapone a la idea de la segunda ola de este ritmo, en la que priman los riffs bastante distorsionados. Para ello usan, en esta oportunidad, un blast beat claro y audible, conjugado también con solos de guitarra en muchos pasajes de los temas. Por eso se decía que han tomado prestada parte de esa faceta progresiva anterior, pero la han radicalizado.

Esta cohesión sin duda es lo más destacable del disco. Lo hace agradable y permite retomar su sonido, pero recompuesto con una excelente producción. Gran logro para una banda que no es de cabecera en mi caso, pero que siempre tiene destacables composiciones.

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