MINIPONY intenta volver a casa

Después de su presentación en el festival Hell & Heaven el pasado sábado 14 de Marzo, MINIPONY intenta volver a casa en medio de la pandemia.

Para una banda de metal experimental en camino a consolidarse, tocar en un festival masivo con artistas de la talla de Manowar, Powerwolf o los Cavalera sería el cielo, más o menos. Tener que volver a casa en medio de una pandemia que obligó al mundo a entrar en estado de emergencia sanitaria, cerrando fronteras y aeropuertos, el infierno. Este es el periplo en el que se encuentra MINIPONY actualmente, intentando regresar a Ecuador desde México después de haber dejado el nombre de nuestro país en alto en el festival Hell & Heaven

Heaven

Fotos de Charlie Alfaro para Qui Live Producciones.

El H&H, se ha posicionado como uno de los eventos más importantes de la música extrema en el continente, con diez ediciones a su haber, en las cuales se han presentado algunas de las figuras más grandes del mundo del metal. Mini-Pony, como digno representante nuestro, llegó a esta importante tarima gracias a que su trabajo dejó encantado al manager de Asesino -una importante banda mexicana conformada por el guitarrista de Fear Factory y el baterista de brujería-. Gracias al respeto del que goza este personaje en el mercado musical de su país, la banda fue recibida con muchísima deferencia en el festival.

Amadeus Galiano, guitarrista y compositor de la banda, destaca mucho el buen trato y el profesionalismo con el que los acogieron,  al colocarlos en el palco principal del evento para compartir con sus headliners máximos. Sobra decir que, para una banda que ha auto-gestionado su carrera por años, y que sale por primera vez a exponer su trabajo en una vitrina de esta magnitud, un suceso como este es una oportunidad tanto como una prueba enorme.

Tocaron entre las primeras bandas del festival, para unas ocho mil personas llenas de expectativa, según calcula él. El reto se tornaba aún más imponente considerando que no tenían chance de hacer prueba de sonido. «Tú conectas todo, suena todo y ¡sal!», dice Amadeus. Dadas esas circunstancias, «el primer tema, hasta que suene bien la voz y todo, fueron unos 15 segundos de paranoia (…)». Sin embargo, quienes hemos visto a Mini-Pony en vivo sabemos que hacen retumbar el escenario con su presencia y su potencia.

«La respuesta de la gente fue alucinante. Alucinantemente, con Mini-Pony Meat se pegaron durísimo. Aquí es como que la gente no conocía pero se dieron brutalmente».

Hell

«El show se acabó y justo cuando estábamos bajando del escenario llega la noticia de que iban a cerrar fronteras», cuenta Galiano. En vista de que habían viajado con una bebé recién nacida -su hija con Emilia, vocalista de la banda-, su primera decisión fue salir directo al aeropuerto para intentar agarrar algún vuelo adelantado de vuelta.  Sin embargo, la misión fue infructuosa. Con el reforzamiento de las medidas de restricción a la movilidad que nuestro país ha ido adoptando paulatinamente, la banda, junto con una parte de su familia y su equipo técnico, quedó atrapada en México.

«Fue una pena que no pudimos hacer mucho contacto comercial de trabajo, con la gente», afirma Amadeus. «Lo ideal hubiese sido quedarnos en el after, quedarnos en el backstage, charlar, bombardear de stickers».  Sin embargo, con el brote del COVID-19, su actividad como banda tuvo que detenerse abruptamente en pos de la misión de sobrevivir y regresar a su hogar.

De repente, su situación se convierte en una arista más del complicado panorama que enfrenta nuestro país frente a la pandemia que vivimos actualmente. Primero está lo evidente: su necesidad de regresar a casa para poder cumplir con el aislamiento respectivo, sin verse expuestos a enfrentar una situación de esta gravedad en un lugar donde no tienen alojo asegurado ni aprovisionamiento. Después, lo entredicho: su actividad económica, como la de tantxs otrxs artistas locales, enfrenta un panorama de incertidumbre frente a las consecuencias que esta crisis humanitaria tendrá para nuestra economía.

Junto con un grupo de más de 200 ecuatorianos más, siguen esperando una respuesta de las autoridades competentes para poder volver.

Sin embargo, no todo termina en tragedia. Amadeus mantiene el optimismo y afirma que mientras dure esta incertidumbre, intentarán no dejar colgadas las oportunidades que se le estaban abriendo a la banda. «Para lo que vinimos, que era tocar en el festival y representar bien, nos fue excelente», afirma. «Lo que creo es que después de esto hemos dejado una semillita importante para que a futuro volvamos con todas las de la ley».

Este es el último pronunciamiento de la banda frente a su situación actual:

Esperamos que la ayuda correspondiente llegue pronto a este grupo de compatriotas. Entre ellxs hay artistas que, como MINIPONY, han dejado el nombre de nuestro país en alto y cumplen con una función social y cultural vital: exponer en otros lados el talento que tiene nuestro país.

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