La Cueva: la historia de cómo se nos ocurrió llevar música a los talleres de artistas plásticos

por Juan Sebastián Jaramillo
La Cueva busca generar puntos de encuentro entre artistas plásticos y proyectos musicales. Entérate de cómo surgió esta idea que estamos poniendo en práctica.

Foto: Edgar Dávila Soto

Un día me invitó Edgar Dávila Soto a su departamento, por El Bosque. Había escuchado mucho sobre su colección de arte personal. Hace bastante tiempo que lo seguía en redes por su serie #StudioVisitUIO y me parecía fascinante esa ventanilla que Édgar abría hacia el mundo secreto de los artistas.

No solo que era una forma de conocer indirectamente la obra de tal o cual artista, sino que de cierta manera era una forma de llegar a conocer parte de su personalidad. Como dijo David Santillán en el primer episodio de La Cueva, “está expresado en elementos, en objetos, lo que uno es. Es como si uno se expandiera hacia las paredes”.

Resulta curioso que lo mismo sucediera con el espacio que Edgar habita, a pesar de que su trabajo no es considerado un “arte”. Durante más de tres años ha estado retratando a artistas a través de los lugares que habitan y presencian la labor artística. Este trabajo de archivo lo ha transformado en un sistema alternativo de colección de arte. Después de cada visita, Edgar realiza un trueque con cada artista: él les da fotos, ellxs le dan una obra. Simple. Ingenioso. Genial. 

El lugar donde surgieron las ideas. Foto: Edgar Dávila Soto

Después de unas bielas y un recorrido guiado por su colorida sala, quedé viendo a Edgar y le dije “hagamos algo”. Empezamos a conversar y pronto cuajó la idea de llevar músicos a los talleres de artistas, con la intención de producir algo visualmente bacán, generar nuevos públicos para el arte y la música, y experimentar con los distintos medios en los que uno puede ejercer el periodismo cultural.

La coproducción se ejercería de la siguiente manera: Edgar se haría cargo de curar los talleres a los que visitaríamos y Radio Cocoa de la parte audiovisual. En un trabajo conjunto se haría la preproducción y la búsqueda de los proyectos musicales.

Por qué David Santillán

Fue así como nació La Cueva, una mini serie de sesiones musicales / reportajes que buscan generar puntos de encuentro entre artistas plásticos y proyectos musicales. Para el piloto, la idea estaba clara, tenía que ser en el taller de David Santillán. En parte por la hermosa arquitectura de este estudio ubicado en La Tola, en parte por la firmeza conceptual que maneja David en sus obras.

El taller de David. Foto: Edgar Dávila Soto

El barroco en contextos contemporáneos es la firma de este artista, restaurador, museólogo, escultor y pintor. Aunque confiesa que le gusta más la pintura, su trabajo de instalación y escultura es igual de prolijo. Percepciones Místicas es una de sus últimas exposiciones. Se llevó a cabo en el Museo del Carmen Alto, donde se exhibe la colección de arte custodiada por la orden carmelita desde hace más de 300 años. 

La exposición consistia en un diálogo sobre lo místico, entre la obra de David y las obras del acervo carmelita. Así, uno podía ver, por ejemplo, un retrato de Santa Teresa de Jesús que data del Siglo XVIII junto a unas pelotas de fútbol con llagas, como las de Cristo, pintadas encima, y que llevan como título la palabra “Pasión”.

La obra de David tiene un concepto sólido. Se vale de estrategias que utiliza la pintura contemporánea en el mundo. Estrategias como utilizar técnicas y lenguajes de la pintura clásica y reconfigurarlos para hablar sobre temas contemporáneos. En el caso de David, él se basa en las herramientas y estilos de la tradicional Escuela de Arte Quiteño (barroco religioso)  para crear en un lenguaje contemporáneo. Es así como podemos ver, por ejemplo, a un Lenín Moreno apocalíptico, retratado al puro estilo de la Virgen de las Flores de Miguel Santiago. 

Una de las cabezas en madera policromada de David. Foto: Edgar Dávila Soto

Por qué LaTorre

En un principio no fue tan claro para nosotros a qué proyecto musical invitaríamos a ser parte del piloto. Varios nombres fueron lanzados al aire pero ninguno empataba realmente con la obra de David. Fue entonces cuando Juan Pablo Viteri, antropólogo visual y el gurú espiritual de Radio Cocoa, sugirió LaTorre. Era perfecto.

LaTorre es el proyecto solista de Renata Nieto —la puedes conocer, entre otras cosas, por ser la cantante en EVHA—. El proyecto se basa en una apropiación del estilo barroco como fuente creativa. Su música fusiona música global-electrónica, con música tradicional ecuatoriana, sobre todo sinfónica, pero también agarra elementos del pasillo y el albazo. 

Tenemos más sobre LaTorre en Radio COCOA

LaTorre no se queda en lo sonoro únicamente. Toda la parte estética del proyecto ha sido cautelosamente construida a partir de las obras de la Escuela de Arte Quiteña. “Para mí es muy importante que la gente pueda identificar visualmente la música que hago”, explica Renata. Esto se puede ver, por ejemplo, en los videoclips de Ser Eternos y Temporal, así como en las portadas de sus singles. 

Renata Nieto, cantante de LaTorre. Foto: Edgar Dávila Soto

El Resultado

Si aún quedaban dudas, el performance de LaTorre en el taller de David las silenció totalmente. El tema que Renata escogió fue “Desventura”. El ver a Alejandro Mendoza (teclados), Ernesto Karolys (batería) y a la misma Renata performando en el taller fue toda  “una experiencia religiosa”, como dice aquella canción de los 90’s. 

La increíble voz de Renata de alguna manera combinaba con los cristos y los tentáculos del poder presentes en los cuadros de David. Un encuentro totalmente sinestésico en la que la banda de LaTorre se camuflaba entre los cuadros y a la vez los hacía cobrar vida.

Más allá de si esta producción fue un éxito mediático o no, el equipo de producción quedó realmente satisfecho con el resultado. Resulta interesante cómo a pesar de que no se conocían David y Renata, al compartir una herencia cultural e histórica, ambos regresan a la vida al barroco ecuatoriano de origen colonial y lo resignifican con su obra. 

¿Y ahora?

Nada. Seguiremos metiéndole cabeza para poder llegar a más gente y ayudar a visualizar lo que se está haciendo en el país en términos de arte. O mejor dicho, en la ciudad (por el momento, hasta ahí llegan nuestros recursos).

 El siguiente episodio de La Cueva ya se grabó y fue un viaje sensorial a través de un diálogo entre el pintor Teo Monsalve y Nicolá Cruz. Estense atentxs y no duden en aportar con sus ideas, críticas y comentarios.

Obra de David. Foto: Édgar Dávila Soto

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