Entre los mejores comentarios inoportunos de Hitchcock, uno de lo más memorables es su afirmación «los actores son ganado». Imagino al director calvo sentado en una su silla respondiendo las preguntas de algún periodista nervioso con la sordidez peculiar que tomaba frente los medios cuando lo dice, y luego, siguiendo el mismo juego, ahora con una periodista, aclarando que lo que quiso expresar, era que los actores deben ser tratados como ganado. Entonces recuerdo a Anthony Perkins vestido de señora, con un cuchillo y al ataque en Pyscho y a Janet Leigh huyendo, gritando en un ducha, y después al mismo Perkins como un solitario nervioso, y recuerdo cómo la película y los dos personajes afectan mi infancia, cómo me destruyen, cómo me conectan como espectador. No sé si pienso más en la polémica de los actores y el ganado, sino que en el fondo, con todas sus poses y juegos, Hitchcock tenía mucho de actor.
Pienso en el oficio de director, en su acercamiento a la actuación, a los actores. Este es el elemento más visible en el cine para el espectador: su conexión real. Una mala actuación, salta; una buena, conecta. El público no habla de los iluminadores, guionistas, decoradores… habla de la muerte de Heath Ledger y de su impecable papel, y de la evidente sobre-actuación en telenovelas.
Hace algunas semanas he visto en Facebook la publicidad de un taller titulado «El director, el actor y la cámara». Son una serie de cursos de dirección y preparación de actores que proponen respuestas al oficio del actor y su relación con el director. Alejandra Coral, una de las organizadores, habla sobre el taller.
Cuéntanos, ¿de qué va el proyecto?
Sentimos que hay un hueco en el tema de dirección de actores y en el actor preparado para un casting. Los castings suelen ser muy repetitivos; los actores saben la importancia, pero no cómo manejar la primera impresión y la elección de un actor define todo un proyecto. Muchas veces los directores se enfocan mucho más en lo fotográfico, en el guión… pero se olvidan un poco de la actuación en el rodaje. La mala actuación es una de las principales fallas que tienen los proyectos acá y muchas veces ocurre porque no se sabe dirigir. Hemos visto que hay muchos talleres, pero no uno enfocado en esto.
¿Cuales son los programas específicos?
Hay uno para directores, otro para actores profesionales y otro para actores noveles. El objetivo de todos es mejorar la relación director- actor, actor-personaje, director-personaje. En el primero se enfatiza más la relación: cómo llevar al actor, cómo hacer una preparación previa, los ensayos, aprender a reconocer las personalidades; y la dirección de casting: por qué no descartar a un actor si le fue mal en la audición. A veces los nervios, el ambiente o el día no eran adecuados. Es saber identificar el potencial del actor.
El de los actores profesionales está enfocado en el tema del casting y en el uso de la técnica de máscara neutral. Por otro lado, el de actores noveles es más corto y está enfocado en la relación con el director de casting y errores comunes.
El taller va a ser dictado por Norma Angeleri, directora de casting. ¿Cuál es el oficio de una directora de ese tipo?
Es la persona encargada de estar en la cabeza del director y guionista, saber exactamente lo que quiere y entregarles la posibilidad más cercana. Analiza distintos puntos como el nivel de actuación, potencial, carisma, rasgos físicos, pero sobre todo los rasgos internos sobre los externos. Tiene que identificar si el personaje va a encontrar el camino.
¿Se puede implementar este oficio en Ecuador?
Existe en comerciales. Todavía no llega a ser el oficio más destacado, pero hay un par de personas que se encargan sólo de eso. Creo que es importante que se implemente como algo súper profesional; por eso surge la idea de Primer Plano.
Desde tu perspectiva de actriz ¿cómo vez el nivel de actuación en el país?
En ámbito de mercado hay más entrada, está apareciendo nueva gente de escuelas y las personas que han regresado de afuera. Antes era muy común que la gente de la tele, el famoso, pasaba al cine. Ahora no tanto: se está profesionalizando. Los equipos se están dando cuenta de la importancia de un personaje bien escogido. Los actores se están preocupando por preparase, estudiar, ir a castings y no sólo quedarse en golpear puertas. Todavía falta, pero estamos en buen camino.
¿Qué se puede hacer para mejorar el nivel de actuación en general? Además de este taller.
Bueno, las escuelas. Son dos cosas: A gran escala, falta el interés del mismo actor que quiere ser actor y falta el interés del director o la gente de producción que llegue a un acuerdo. Muchos actores acá quieren ser actores porque sí, pero si quieren que los tomen en serio, ellos también tienen que tomarse en serio la carrera. El teatro está mejor posicionado porque hay escuelas de teatro, pero en televisión o cine, recién, la gente se está empezado a formar. Supongo que será un proceso como cualquier otro. Finalmente llegará a crear una escuela de actuación con los años de frutos. Es un tema de mucho tiempo.
Estaba leyendo tu Twitter y hay muchas referencias a un deseo de ir Hollywood, ¿qué tan real es eso?
Es un tema de personaje de twitter (@acorale). Mi personaje era muy soñador, muy hater, muy liberal. Ya me he relajado. Hay muchas personas a la que la palabra Hollywood les da escalofrío o es como el diablo. Yo no creo que sea así. Creo que cosas buenas y malas las encuentras en todas partes, en Francia, en Italia. Es un tema de saber escoger proyectos. Si viene un proyecto muy bueno, no veo la razón de porque rechazarlo, no me parece que sea superficial. El hecho de aceptarlo sería para que a mucha gente le llegue mi trabajo, porque siendo realista, la gente que trabaja ahí es muy visible. A eso me refiero en el sentido de no quedarme aquí, sino realmente lograr llegar a mucha gente.
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