Diseccionamos las piezas gráficas de Verde Fugaz junto a Paola Navarrete y María Puente Silva, para destapar los significados de cada canción.
«Siempre he sido una persona muy visual. Lo más lindo, cuando yo tenía un disco cuando era pequeña, para mí era el arte… ver cómo una cosa se complementa con la otra«. Esas son las palabras de Paola Navarrete para explicar por qué la parte gráfica de Verde Fugaz es tan importante para la música, o incluso la clave para descubrir los secretos detrás de cada canción. En su nuevo disco, el arte se expandió más allá de la portada del álbum, en la que ella aparece fragmentada por una onda de sonido. Verde Fugaz incluye también diez piezas gráficas, una para cada canción, que desde lo visual revelan lo que no se puede escuchar en la superficie de las canciones.
Al igual que en su álbum debut Ficción, el arte de este disco fue creado por María Puente Silva, diseñadora y artista española radicada en Ecuador, con quien Paola tiene un vínculo muy especial. «Quizás hay cosas personales que se mezclan en el arte de lo que yo sé de Pao, que ella me ha contado, o que simplemente intuyo porque hemos vivido el proceso de este disco juntas«, dice María, refiriéndose a una dimensión de la gráfica que tal vez no se aprecia a primera vista.
Paola cuenta que cuando empezó a componer las canciones, le propuso a María que cada una tuviera un arte, y al reverso la letra, como partes complementarias e indivisibles de un mismo concepto, idea o emoción. «Para mí era muy interesante ver desde la perspectiva de Mery -y yo hablándole de todas mis cosas, mis problemas y mis tonterías, contándole de qué van las canciones, sabiendo mis secretos-, que ella pueda interpretar esto y luego llevarlo a una imagen», dice Paola sobre el proceso de trabajo.
De esa forma, con pautas visuales como el collage en blanco y negro, la estética surrealista, el color verde y morado como protagonistas, y una paleta gigante adicional, María se dispuso a crear una pieza para cada canción. «Yo nunca pretendí que ese collage representara el tema de forma muy obvia. Este disco habla mucho de emociones, y me parecía interesante representarlas de forma ambigua», explica ella.
Conversamos con Paola y María para reproducir el intercambio de ideas que ellas tuvieron alguna vez para crear las portadas de cada canción. Así, nos acercamos de manera más profunda a los símbolos y conceptos detrás de Verde Fugaz.
A lo que vinimos
«El título me demoré en encontrarlo, todo Verde Fugaz habla de eso: A lo que vinimos», empieza Paola. «Es como esta idea principal de la que nacen un montón de dudas: ¿por qué estoy aquí, qué estoy haciendo, cuál es la realidad?». Para responder estas preguntas, Paola se imaginó yendo a un lugar en el que te alejas de todo. María lo describe como un espacio que no existe al que vamos cuando estamos estresados o estamos creando, y eso es lo que plasmó en el arte.
«Cuando la estaba escribiendo, tenía esa necesidad de que la gente sepa un poco de las diferentes conciencias y cómo uno puede cambiar la percepción de la realidad que se da más que nada cuando sueñas», explica. «Leí mucho a Castañeda y él habla sobre el ‘punto de encaje’ y cómo lo puedes mover», dice ella refiriéndose al concepto que está presente varias veces en el coro de la canción.
Mañana
«Mañana» es sin duda la letra más ambigua de Verde Fugaz, pues es fácil confundirla con una canción de amor, pero no. «‘Mañana será otro día más’, es como yo cantándome a mí misma cuando me pasaba esto de no poder dormir porque me invadía la ansiedad y no sabía cómo salir de ahí», explica Paola. «En el final, en el coro, termina siendo como una carta de amor para eso: ‘te acepto, sé que vas a ser parte de mí para siempre’. Para mí, poder gritar esto mientras estoy cantando, es muy poderoso, porque me puedo expiar de mis demonios», concluye. Por eso, el resurgir está representado en el arte con un leopardo, fuerte, rebelde.
Por ti
«Por ti» es la tercera canción del disco, y quizás el momento más emocional de Verde Fugaz. «Es una canción que se la hice a mi hermana cuando iba a dar a luz», explica Paola. Aunque estaba pensando en ella cuando la compuso, cuenta que está dedicada a todas las madres o futuras madres que tal vez no saben cómo serlo, o que creen que van a ser malas porque tienen muchos defectos. Por eso, el arte refleja el lado bello de la vida, como dice María. «El unicornio está porque a mi hermana le encantan los unicornios, y el unicornio es como la cosa más bonita que puedes ver o imaginar. A mí personalmente me recuerda a mi infancia», complementa Paola.
Esperar
«La canción yo sí la escribí para un chico que me di cuenta que no iba para ningún lugar la relación», confiesa Paola riéndose. «Es poner en balance un poco tus sentimientos y darte cuenta: ¿vale la pena realmente o no vale la pena? Sí creo que por ahí va la cosa. La canción de hecho tiene un poco de furia, esa parte: ‘y pensar que fui yo la que huyó, gracias por avisar’. Botar todos los sentimientos buenos, malos, es también parte de tu equilibrio». De hecho, para María, el arte de «Esperar» es todo lo que tiene que ver con el equilibrio, por eso escogieron la imagen del elefante balanceándose sobre una bola.
Boom
«Boom» es una de mis canciones favoritas del disco», dice Paola. El tema habla sobre la gran explosión, el big bang y la idea de que somos puntos al azar, flotando en el espacio. «Me da un poco de ansiedad pensar que soy random y que no tengo un propósito real en la vida… entonces decir que mi propósito es el amor fue como encontrarle la otra cara,’y tú y yo nacimos para amarnos’, y ya. Me gustaba la idea así medio sarcástica, pero que tiene un final bonito, que es esto de que solo tenemos que disfrutar lo que nos pasa acá en el espacio terrenal», explica.
Por eso, el arte es un momento fugaz. «Si bien en todo el disco hablamos de momentos fugaces, este tema es una explosión de fugacidad», dice María sobre la gráfica. «El boom es fugaz, el beso es fugaz. Yo creo que el beso es perfecto para retratar esta canción en específico», agrega Paola.
Me pierdo
«Me pierdo» nació en medio de un disputa. Cuando Paola estaba escribiendo la letra, no sabía si hablar sobre «perderse» como persona en pensamientos, en cosas, en el amor, o si hablar sobre los aliens. Sí, los aliens. «Siempre he pensando en los aliens, en esta teoría de que nosotros somos hijos de los Anunnakis que son aliens, y me pongo a ver documentales», dice riéndose. «Eso de ‘mira, me mira’, es: ¿hay alguien arriba?, pensando siempre en que la gente que nos gobierna está arriba. En este caso yo estaba pensando en los aliens, pero está libre a interpretación», continúa.
Así, se entiende el tinte paranormal de la gráfica que tiene cinco gatos. «Yo siempre le he dicho a Mery que los gatos tienen una cosa muy rara adentro, yo siempre siento que tienen estas vidas y fueron y se reencarnaron, tienen una energía muy rara», explica Paola. «Entonces creo que Mery de forma un poco a propósito, con un humor, metió los gatos».
Sentimiento original
«Sentimiento original» es una canción muy honesta, sin pelos en la lengua, de cómo soy yo en el amor: ‘si quieres venir ven., si no, no vengas, no pasa nada´, sentencia Paola. «Esto nunca se lo he dicho a nadie, pero esta idea de ‘si seguimos es porque queremos ser inmortales’, habla justamente de que hay gente que está en relaciones simplemente porque le gusta la idea de estar en esa relación… pero realmente ‘solo somos dos seres que no son siempre iguales’, literalmente me estoy quoteando pero es verdad», dice ella riéndose. «Todo mundo siempre quiere tener estas historias épicas, pero hay miles de amores de la vida, hay miles de maneras de amar y nunca nada va a ser como The Notebook», concluye.
Para María, el arte de «Sentimiento original» es la representación de esas emociones y también de cómo debemos lidiar con ellas. «Creo que se retrata muy bien con la llave, lo que originalmente uno pensó que debió haber sido, pero al final el sentimiento original es lo que sientes y ya».
Verde Fugaz
«Verde Fugaz es una canción muy rara, es una mezcla de mil cosas. Cuando Mery lo dice así, que representa el presente, es real, de eso habla», reflexiona Paola. Esta canción, al ser el tema que le da el nombre al disco, tiene una carga de significado especial: fue la primera que Paola compuso pensando en su segundo álbum, y también la que más le costó terminar.
«La mayoría de las canciones son canciones que me hice a mí misma. Cuando estaba escribiendo esta canción me preguntaba: ‘cómo te olvidaste de las cosas más bonitas o más interesantes, o del propósito que tenías’, porque como te decía, como este disco se hizo en este estado de ansiedad y depresión, obviamente para mí era difícil verle el lado positivo a las cosas», confiesa. Pero a través de «Verde Fugaz», este lado oscuro dio un giro: «Te das cuenta de que la vida es un caos, que hay muchas cosas que van más allá de ti, pero hay cosas que puedes hacer tú, tú puedes escoger las cosas que quieres hacer, no hay una receta mágica», concluye Paola.
Desde hace un tiempo
En las palabras de Paola, «Desde hace un tiempo» es una canción un poco malcriada. «Habla sobre esto de que sabes que está mal pero igual lo quieres, ‘agua que no has de beber'», dice con una risa maliciosa. «A mí me gusta atesorar cosas, cosas que pudieron haber sido pero no fueron, que viste a alguien y te gustó, y luego pasa el tiempo y te das cuenta de que tú ahora llevas ese sentimiento bonito contigo justamente porque no fue», explica. «Gráficamente representa todo lo que es el movimiento, el cambiar, el pasar de un estado a otro», añade María.
Éramos
«Éramos» es otra de esas canciones de Verde Fugaz que esconden ideas insospechadas detrás de una máscara amorosa. En este caso, el tema es el ego. «Es una canción media heavy, así», empieza Paola riéndose. «‘Nos perdimos por un instante’, no estoy hablando de yo y alguien más, estoy hablando de un grupo de personas, de un plural medio raro», clarifica. «Mi mayor miedo es cómo carajo no te dejas envolver en eso [en el ego]. Entonces la canción es una reflexión sobre eso». María explica que el arte refleja el momento en el que uno flota, no físicamente, pero sí elevado por un montón de emociones y estás como en un limbo. A esto, Paola pregunta: ¿qué menos egocéntrico que el espacio?