Redes comunitarias permitió a quienes se vieron empujadxs a venir a Ecuador, en busca de mejores días, contar su realidad. Hoy compartimos el resultado de ese proceso.
Por: Tania Salgado Vásconez, ACNUR
Piensa en una persona refugiada. ¿Cuál es la primera imagen que se te viene a la cabeza? Lee este fragmento:
Vi entrar a la sala a varios hombres. Era evidente que estaban disparando, pero los tiros no se escuchaban. Sentí horror al ver tantos hombres tiroteando a mi papá”.
Sigue leyendo:
Las amenazas y la persecución eran constantes y huimos a varias ciudades de mi país. Pero con el tiempo esto dejó de ser suficiente para salvaguardar nuestras vidas. Ni siquiera contábamos con la ayuda de amigos, familiares o autoridades que pudieran darnos protección”.
Termina aquí:
Afortunadamente, logramos huir a Ecuador, un país que nos recibió con gran hospitalidad en su frontera”
¿Cambió en algo tu idea de quién es una persona refugiada?
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Las personas refugiadas son aquellas que tuvieron que salir de su país y no pueden regresar porque su vida, libertad o seguridad es amenazada debido a sus opiniones políticas, su raza, religión, nacionalidad o su pertenencia a un determinado grupo social —como personas LGBTI+, víctimas de trata, mujeres, etc.— o porque en su país existe violencia generalizada, violación masiva de derechos humanos o cualquier circunstancia que perturba el orden público.
Según datos de ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, Ecuador ha acogido a más de 70.000 personas refugiadas. En su mayoría, personas colombianas desplazadas por la violencia y el conflicto armado, y a más de 440.000 personas refugiadas y migrantes de Venezuela.
La historia que leíste al comienzo es de Leydi. Cuando ella llegó a Ecuador, no conocía cómo acceder a los servicios más básicos ni cómo solicitar la condición de persona refugiada. Todo cambió cuando conoció a personas que le sugirieron contactarse con organizaciones de ayuda humanitaria: “Grande fue mi sorpresa al encontrarme con personas que me brindaron su apoyo y me guiaron. Ellos me explicaron que hay personas y equipos de apoyo para nuestro bienestar legal, físico, psicológico y educativo…”
Para personas como Leydi, tener la información a la mano antes, durante y después de su desplazamiento puede salvarles la vida. Y esta información no siempre viene de agencias de la ONU como el ACNUR, sino de las mismas comunidades, que suelen ser la fuente en la que más confían las personas refugiadas y migrantes. Para fortalecer estos mecanismos de comunicación e información, nació Redes Comunitarias.
Este proyecto surgió en el 2020, con el apoyo de ACNUR y el acompañamiento y soporte técnico de Radio COCOA. Es un grupo de 20 personas refugiadas y migrantes que tienen el interés de difundir y generar información fiable para las personas en situación de movilidad humana. Para esto, recibieron talleres sobre temas relacionados con movilidad humana y metodologías para el levantamiento de información, técnicas de narración, uso de diferentes tipos de lenguajes y manejo de redes sociales.
Los talleres se dictaban todos los jueves en la tarde. A esa hora, Leidy estaba fuera de su casa trabajando. Aun así, se conectaba con su celular, muchas veces por medio de redes de wifi públicas y, cuando podía, lo hacía desde su casa. Eso sí, sin importar dónde estaba, entraba puntual a los talleres.
Al otro lado de las llamadas, desde su casa también participaba Luis, una persona venezolana de 41 años. Luis llegó a Ecuador en 2019 tras huir de su ciudad natal, Cumaná, junto con su esposa e hijas. tras un viaje de dos días, llegaron a Táchira, en la frontera con Colombia. Desde este punto tuvieron que caminar para cruzar hacia Cúcuta:“emprendimos la caminata hacia el puente Simón Bolívar, todos juntos con nuestras maletas, cansados, agotados y hambrientos”, recuerda. Luego de cruzar la frontera Luis logró negociar un pasaje de bus que los llevaría a la frontera con Ecuador, pero como no contaba con el dinero suficiente, él y su familia hicieron un viaje de más de 30 horas parados, sin un puesto seguro.
Cuando lograron entrar a Ecuador decidieron ir a Quevedo, donde vivían algunas personas que conocían. Trataron de integrarse de la mejor manera, pero el hecho de no contar con información confiable ocasionó que tengan muchos problemas, y el más importante fue la imposibilidad de realizar los trámites necesarios para regularizar su situación migratoria.
Más allá de esto, o quizás por esta razón, Luis se comprometió a ayudar a las personas que pasan por la misma situación. Desde el nacimiento del grupo, asiste regularmente a las sesiones virtuales y participa activamente.
Para Luis, Redes Comunitarias es más que un espacio de capacitación y fortalecimiento de habilidades: “yo creo que Redes Comunitarias es una red de apoyo que puede salvar vidas”, comenta.
Durante el taller, se creó un ambiente de contención entre compañeros y compañeras. En casos específicos, se identificaron personas en necesidad de apoyo psicosocial y se las remitió al servicio gratuito de profesionales.
Además, los integrantes decidieron contar sus historias para que la gente las conozca y así contrarrestar la narrativa negativa que existe sobre las personas refugiadas y migrantes. Las historias no se limitan a contar por qué sus protagonistas tuvieron que salir de sus países o las circunstancias por las que pasaron para llegar a Ecuador. También buscan destacar las partes positivas de sus vidas, como el caso de Leydi. “Hoy yo les puedo transmitir a las mujeres migrantes y refugiadas la mejor parte de mi vida, soy una mujer super feliz, encantadora, que transmito mi alegría. A una persona triste le puedo transmitir mi alegría y que sea un motivo más para vivir.”
El proceso de contar historias no es fácil. Requiere que las personas que cuenten sus historias conozcan técnicas de comunicación y tengan una guía que las apoye plasmar en palabras, audios o videos lo que quieren decir. Este trabajo fue realizado por los periodistas, productores audiovisuales e investigadores de Radio COCOA, quienes durante los siete talleres usaron una metodología dinámica en la que las personas que participaban aprendían haciendo, y que como resultado final crearon sus proyectos comunicacionales.
Una de las temáticas que se trabajaron en los talleres fue el lenguaje sonoro, los podcasts, el taller favorito de Luis: “Yo sabía muy poco sobre los podcasts, después de estar en los talleres, me gustó tanto y me he entusiasmado tanto que ahora quiero volverme un experto y quiero crear mi canal”.
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De este proceso nacieron seis productos comunicacionales, incluyendo el de Luis. De ellos, cinco son historias de vida que, al igual que la de Leydi, reflejan los desafíos que enfrentan personas refugiadas y migrantes que viven en Ecuador, pero también su voluntad de aportar al país que las acoge.
El sexto producto es un cuento animado dirigido a niñas y niños que han tenido que salir de su país y que no comprenden la situación por la que están pasando.
Puedes oír, leer y mirar los productos aquí:
Producto 1: Testimonio
Autora: Yuri: Mujer colombiana que vive en Ecuador hacer tres años.
Producto: Testimonio 2
Autora: Leydi E: Refugiada colombiana que vive en Ecuador hace tres años.
Producto: Testimonio 3
Autora: Lisbeth: Mujer venezolana que vive en Ecuador hace cuatro años.
Producto: Testimonio 4
Autora: Leydi D. Refugiada colombiana que vive en Ecuador hace dos años.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER EL TEXTO
Producto 5: Cuento dirigido a niñas y niños
Franyelis R.: Mujer venezolana que vive en Ecuador hace dos años.
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Durante el año 2021 seguiremos trabajando junto con Redes Comunitarias y creando nuevos materiales que cuenten el otro lado de la historia de las personas refugiadas y migrantes que viven en Ecuador.
Si quieres conocer más sobre este tema puedes ingresar en la página de ACNUR, y si quieres conocer los materiales de comunicación sobre este tema, puedes ingresar en ESTE ENLACE.