¿Qué nos depara el futuro como país?: Respuestas de una gen z desde el diseño y la industria creativa

por Ana Julia Arguello Robelly
Ecuador vive un momento transformador y crucial, en medio de la creciente preocupación por el cambio climático y un ambiente político intenso. Es en una época de tensión colectiva, miedo e incertidumbre, donde las preguntas constantes son: ¿A dónde vamos a parar? ¿Qué nos depara el futuro como país?

Texto por: Ana Julia Arguello

Para mí es cuestionable volver al país ahora, más aún siendo alguien de la industria creativa. ¿Cómo una diseñadora gráfica que ya tenía los dos pies afuera y el título en mano decide volver? Estudiar afuera tantos años para decidir regresar a casa… pero no es solo a casa, sino a las raíces de mis estilos. Volver al inicio de todo, de mi creatividad y las primeras puertas que se me abrieron.

Volver a Ecuador fue una decisión consciente y convencida  de la capacidad que tenemos para ser una potencia cultural y de que, a pesar de todo, somos gente que sigue creando y empujando. Somos ricos en diseño, tradiciones, música, arte y demás: el lugar preciso para enriquecer un título y una carrera creativa. Hasta con el clima político que tenemos, lo vale.

Claro que da miedo apostarle al diseño en un país cuyas industrias culturales y creativas siguen en desarrollo. Pero escoger profesiones de arte y diseño también significa apostarle al futuro que podamos llegar a tener como país.

¿Cómo se conectan los creativos con el futuro del país?

Es que la creatividad y el diseño cumplen un rol fundamental en la moral pública, ya que influyen en cómo las personas perciben, entienden y participan en su entorno, sin mencionar los efectos económicos positivos de esta misma. Y la creatividad tiene el potencial de moldear el futuro, influyendo en el modo en que imaginamos el Ecuador del mañana.

Hablando de números, ¡también es un negocio! Por ejemplo, en Quito, según el Ministerio de Cultura y Patrimonio, «se estima que por cada dólar invertido en estas actividades, se logra recuperar al menos el doble del monto inicial».

Esto nos deja ver que los creativos somos un factor muy importante en lo que pasa con el país. Que tal vez nuestra cultura puede ser el real potencial de cambio.

Con lo complejo que fue el año pasado, aun así el Quito Design Week hizo su primer evento en octubre del 2024. El QDW es un evento multidisciplinario que celebra la creatividad y la innovación del diseño con exposiciones, conferencias, talleres, networking y busca conectar a marcas y público general.

Para mí fue un evento iluminador, porque no solo fue un espacio para mostrar diseño; sino que se convirtió en  un espacio para inspirar a la gente a crear y usar la creatividad como motor de cambio. Quito ya tiene un ecosistema creativo y culturalmente activo, y este tipo de eventos evidencia el tamaño y potencial real que el diseño ya tiene en el resto del mundo.

El Quito Design Week se realizó a partir de una curaduría minuciosa de proyectos de todas las regiones del país. Lo más importante fue que se valoraron las iniciativas que apuestan por el uso e investigación de materiales innovadores y regenerativos, la colaboración equitativa con socios artesanos, la disrupción creativa y poco convencional, el diseño como herramienta narrativa y social. 

El Ecuador Poster Bienal o la Ruta de Diseño son otras propuestas que resaltan el diseño y todos estos eventos en conjunto fomentan la producción local y son eventos a los que tenemos que regresar a ver. 

El diseño no se construye ni crece solo. Necesitamos comunidad y consumidores, conocernos entre creativos y que nos reconozcan. Hay tanto diseño y potencial no solo en Quito —pero hablo desde mi contexto—, que el camino no luce solitario. Ser buenos creativos y aliados es esencial para solidificar el nombre del diseño ecuatoriano. Que Quito se sume a estos eventos que ya suceden en otros lugares de la región y el mundo demuestra la constancia de los creativos, y es un pequeño reconocimiento y recordatorio de todo lo que se ha venido haciendo para que estos espacios se construyan.

Qué importante reconocer que el buen diseño es local, qué esperanzador saber que las apuestas que destacan se sienten cien por ciento nuestras. Sobre todo cuando el diseño y la creatividad son también una respuesta ante la crisis. La capacidad de ser creativo es la capacidad de moldear la realidad más allá de lo que tenemos enfrente. Los únicos que entienden lo que estamos viviendo somos nosotros, los que estamos adentro del Ecuador ahora. He ahí la importancia de un diseño local, porque es un diseño que responde a nuestro contexto y necesidades como sociedad. Ahora más que nunca, necesitamos regresar a verlo.

Necesitamos confiar en nuestro propio potencial, porque apostando por nosotros mismos estamos invirtiendo en el futuro que queremos construir y ver como país. Se siente como una decisión arriesgada, pero es una decisión que tomamos los creativos en nuestro día a día: apostarle a nuestras ideas. Estar a la vanguardia del diseño en el Ecuador se siente como un riesgo grande, pero como algo que vale totalmente la pena, porque es algo nuestro.

El diseño, la cultura y el Ecuador, dan esperanza.

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