Pastizales: del campo a la «Ciudad»

por Gris Onofre
Pastizales llega después de cuatro años con su nuevo disco “Ciudad”, un álbum totalmente opuesto a su primer EP de 2014.

Pastizales / Foto de Flaco Arévalo

Pastizales evolucionó. Lo que en un principio fue prados llenos de césped y árboles, hoy se está llenando de edificios. Sí, así como Cuenca. Su primer EP homónimo retrataba el campo cuencano, un lugar donde parecía que todo se vinculaba entre sí a favor de un bien común. Pero Ciudad, su nuevo álbum, imagina todo lo contrario: un ambiente citadino, un entorno de mayor soledad, en el que lo que vive el individuo es lo más importante. La colectividad se pierde por el egoísmo y lo que todos sufrimos: amor, celos, obsesiones. Esas son las temáticas de Ciudad que con un sonido más globalizado, eléctrico y rápido, musicalizan una metrópoli. El «Flaco» Bernardo Arévalo -creador de Pastizales- ha dejado atrás el campo para mostrarnos cómo la “Atenas del Ecuador” se siente cada vez más urbe.

En el nuevo disco de Pastizales, el cambio sonoro es evidente. Desapareció el charango y  la guitarra acústica aparece con discreción, en su mayoría reemplazada por muchos sintetizadores, arpegiadores y obviamente: la guitarra eléctrica. Se trata de un nuevo sonido donde la intención que tenía Pastizales de modernizar el folk, se trasladó hacía una sinceridad musical que el Flaco necesitaba para evolucionar creativamente.

«Yo crecí con la música pop y en verdad soy un resultado de la influencia que tuve de mis viejos, de baladas onda Los Iracundos o Los Ángeles Negros, de las canciones que oía en la radio y en MTV, y de lo que me cambió la vida en la adolescencia que fueron los Beatles y Charly García. Por eso decidí que para este disco iba a aceptar esas influencias sin miedos y sin pretensiones», cuenta el Flaco.

Cuando uno escucha el nuevo disco de Pastizales, es fácil notar cómo las influencias del Flaco moldean la estructura de las canciones. Por ejemplo, la simplicidad en la estructura de las baladas en Ciudad, conectan con el estilo de Mac Demarco; los efectos característicos del pop de los 60s son full The Beatles, y el sonido nostálgico dado por los otros integrantes de la banda, contiene el drama de las baladas latinoamericanas de Los Gatos y Los Iracundos.

El primer tema del disco se llama «Reina», una canción que funciona como la transición perfecta hacia este nuevo sonido. Inicia de manera suave con guitarras acústicas y un verso que dice: «No es tan fácil levantarse en la mañana», pero después, en el coro irrumpen las guitarras eléctricas que durarán hasta que el disco termine.

«Islandia», en la mitad de Ciudad, se siente melancólica. Desde el primer segundo te das cuenta de que el tema está inspirado en melodías a lo John Lennon, compaginado con una carga de sintes influenciados por Mac Demarco con un exceso de reverb en la producción. Es un ciclo climático, que se reinicia cada vez que llega la frase: «A veces no sé lo que hago». y finaliza cuando revienta con un solo de guitarra estridente.

Pero una cosa son las influencias musicales y otras las de la producción. Así como el primer disco de Pastizales, este también fue grabado a lo do it yourself. Ciudad se hizo con equipos e instrumentos que estaban a la mano en las casas de sus amigos, lo que le da un toque vintage lo-fi que fue perfeccionado con la producción de Danny Pauta y la masterización de Felipe Andino. Además, a diferencia de su primer álbum, este es un disco compuesto en banda y que incluye colaboraciones adicionales como en la canción «El Descanso», donde las guitarras fueron compuestas por Pedro Bonfim. Así mismo, hay muchas variaciones de baterías compuestas por el productor Pablo Jerónimo.

De esta forma, Ciudad se presenta no solo como uno de los nuevos discos del año, sino también como uno de los nuevos sonidos de Cuenca. Después de un hiato de cuatro años, la reinvención de Pastizales se siente fresca al tiempo que mantiene su identidad. Para esta banda que nació en la época de Jodamassa y Da Culkin Clan, esta nueva era nos afirma que queda mucho por venir.

Mira de nuevo: Pastizales en la azotea, una sesión grabada en Cuenca en 2014.

Únete a la conversación

Tal vez te interese