28 años de trayectoria musical no se cumplen todos los días, e Igor Icaza lo sabe bien después de un camino que lo convirtió en uno de los músicos más importantes del rock y la música independiente en Ecuador.
Si estás metido en el mundo de la música independiente en Ecuador seguramente sabes quién es Igor Icaza. Y si no sabes, entonces tienes que preguntarte si realmente estás metido en el mundo de la música independiente en Ecuador. Baterista, guitarrista, compositor y productor, Igor es el responsable de la brutalidad de bandas importantísimas de nuestra biblioteca sonora como Sal y Mileto, Ente, Pléroma o Funda Mental. Este año cumplió 28 años de trayectoria musical continua, 28 años de poder rockero que ha puesto a cabecear a generaciones enteras.
Para celebrar esta nueva vuelta en su ciclo creativo, urgó hasta lo más profundo de su corazón y su cerebro. Así, recopiló en un libro toda su obra musical desde sus inicios, y todas las anécdotas que marcaron su camino a lo largo de casi tres décadas. Lo llamó Resplandor y aquí les contamos todo lo que tienen que saber sobre él.
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Igor nació en Latacunga, la cuna del rock libre ecuatoriano, y ahí forjó su carrera como músico y como uno de los responsables del nacimiento del género. Empezó a tocar en el 89, y según cuenta, compuso sus primeras canciones en el 93 para Obertura, una de las primeras bandas de death metal del Ecuador, que al poco tiempo se transformó en Ente. Desde entonces parece tener un pacto con el diablo y con la música, un pacto que lo ha impulsado a componer, tocar y producir de forma continua. No ha parado en 28 años.
Se confiesa aficionado de la literatura y de la poesía, y por eso, en este aniversario especial se animó a sacar a la luz una compilación de todas las letras que él había producido a lo largo de los años. «En honor a los grandes escritores y poetas que han tatuado mis huesos con su solitario camino de tinta sangre, este Resplandor —bosquejo visceral de mi alma— muta hoy de canción a libro», escribe en el prefacio.
El libro está compuesto por 45 letras de canciones que él mismo curó de entre todas las que compuso para Obertura, Ente, Sal y Mileto, Funda Mental, Pléroma e Igor Icaza All-Band. Además, hay 15 textos inéditos que parecen poemas libres que Igor sacó de sus diarios y que revelan algunas de las partes más profundas y más íntimas de su psiquis. No obstante, pensando en el respeto que les profesa a quienes cree que escriben mejor que él, Igor decidió compartir su selección de letras con algunos de sus amigos músicos y literatos más cercanos, para que ellos los analizaran y escribieran semblanzas o ensayos cortos al respecto. Entre ellos están Édgar Castellanos, Jaime Guevara, Betty Aguirre, María Balladares, Cristina Burneo, entre muchos otros.
Después de todo esto, al final del libro, está el Anekdotarium, una pequeña selección de anécdotas que relatan algunos de los momentos que marcaron la vida de Igor desde su infancia hasta ahora, y que se ven reflejados en sus letras. Además, hay una que otra historia interesante sobre su vida con Sal y Mileto y sus varios desencuentros caóticos con la iglesia y el sistema. Como si todo esto fuera poco, el libro está acompañado de un CD curado por Igor, con 12 temas que considera relevantes para entender este recorrido a través de su música y su memoria.
Resplandor se convierte en un pedazo del corazón y del cerebro de Igor, como si se los hubiera arrancado del pecho y la cabeza para ponerlos en nuestras manos. «Más que todo yo creo que es un testimonio de mi carrera musical. No tengo aires de poeta ni mucho menos, soy muy respetuoso», dice él al respecto. «Al mismo tiempo pienso que sí hay mucha carga de pasión y entrega del corazón a lo que he tratado de decir tanto en lo visceral de mis palabras respecto de la protesta social y la política, como también hablando de los sentimientos como el amor, el desamor, la ira, la tristeza y la soledad».
Lo personal del libro se siente desde el mismo título, inspirado en una canción homónima de Sal y Mileto escrita por él. «Cuenta una experiencia cercana con la muerte. Yo estuve dentro de este túnel que todo el mundo dice. «Resplandor» habla justamente de esa real experiencia que tuve por error y quizás por irreverencia».
Igor explica que una vez durante una sesión de fotos quiso que lo retratan colgado, para lo cual le pidió a una colega que lo ayudara. «Salió mal el plan, entonces en realidad me colgué y estuve muerto prácticamente dos minutos». La experiencia lo sacudió hasta lo más hondo y lo inspiró a escribir «Resplandor», que con el tiempo se convirtió en una de las canciones favoritas del público miletero, aunque pocos saben que está inspirada en que Igor sí estuvo al borde, en lo inadmisible.
Pero, ¿por qué celebrar los 28 años de trayectoria y no los 30 o los 50 como se acostumbra normalmente? Igor dice que mide su vida musical en ciclos de siete, porque ese es un número con una mayor carga espiritual para él, relacionada con nuestros chakras o los días de la semana, por ejemplo. Cumplir 28 años marca la culminación de su cuarto ciclo, un momento sumamente simbólico. Según cuenta, octubre está lleno de momentos clave para su vida y su carrera, y no podría ser mejor momento para el lanzamiento del documento que los conmemora.
Hace poco, Igor encontró entre sus archivos un afiche del primer concierto en el que tocó en la vida, que fue el 26 de octubre de 1989, invitado por una banda de rock clásico de Latacunga llamada Cygnus. Cuenta además, que cada 14 de octubre se conmemora un año más del primer concierto de Sal y Mileto. Estas coincidencias que no parecen coincidencia lo motivaron a trabajar a toda máquina y con ello sacar a la luz su libro este mes, como para aprovechar la alineación energética que representa.
Con esto en mente, el 13 de octubre pasado fue el evento de lanzamiento del libro en el Teatro México, en un concierto-antología en el que Igor tocó lo mejor de su repertorio de 28 años, con músicos invitados de todas sus bandas. Con ese show cerró un ciclo y se prepara para lo que viene con el siguiente, contento de haber inspirado y vinculado a varias generaciones incitándolas a mover el cerebro con su música.
Resplandor es la pieza perfecta para inmortalizar todo lo conseguido hasta ahora y devolverlo al público y a la vida. Para Igor, la experiencia que lo empujó a compilar el libro guarda una relación muy poderosa con el sentido de su propia existencia. De alguna manera, piensa que el Resplandor es un reflejo de su ser más profundo, capaz de abrirle los ojos a la gente.
«Es como un culto a la vida y un culto a la muerte, que son cosas que muchas veces se malinterpretan pensando en el rockero y el metalero, que tienen siempre un apego a lo oscuro o a estar siempre con los malos. Yo creo que siempre hay dentro una sensibilidad extra. Por más dura que sea tu música, siempre está vinculada a una sensibilidad que no todos los seres humanos tienen«, dice Igor.
Anímense a recorrer el camino de este músico que tanto ha dejado de sí mismo en los escenarios y en quienes amamos el rock libre. Así también podrán explorar su propio Resplandor. Pueden adquirir el libro escribiendo directamente al Facebook de Igor Icaza.