Jungle: Cuando la música brota del camino

por Martín González
El show de Jungle el pasado 10 de Mayo fue un momento climático para el movimiento de la música alternativa en nuestra ciudad, y nuestro país. Horas antes de ese estallido, tuvimos el chance de tener una conversación inesperadamente íntima con los fundadores de la banda.

Jungle comienza su set en el Teatro Nacional Sucre / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

A veces, cuando se pierde el control, lo que resulta son cosas hermosas. Cuando se quiebran los moldes y se abren nuevos caminos, todo se transforma y adquiere otros colores. Más o menos eso pasó el pasado viernes 10 de Mayo en Quito, con la presentación de Jungle en el Teatro Nacional Sucre.

Una banda inglesa de funk puso a bailar a más de 800 ecuatorianos, hasta el tuétano, en un teatro del Siglo XIX. Se perdió el control. Esos moldes dejaron de importar porque desde el primer beat, público y banda se convirtieron en una sola masa inquieta gozando dentro de un templo dedicado a las buenas vibras.

La energía en el Teatro Sucre fue intensa durante todo el concierto / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

Horas antes del show, a mí me pasó algo parecido. No escribiría esto en primera persona si no fuera necesario, porque la entrevista se salió de control. Un reportero quiteño fue a entrevistar a J (Joshua James) y T (Tom McFarland) y las cosas se descarrilaron, para bien. Lo que iba a ser un Q&A algo rígido y breve sobre las giras de la banda, terminó convirtiéndose en una de esas conversaciones que se suelen tener cuando un grupo de panas comparte un buen trip. Se empieza conversando sobre música, luego te encuentras hablando de series animadas, del universo y la profundidad de la condición humana y, finalmente, te das cuenta de que sí, en efecto, estabas compartiendo un buen trip.

Al menos así lo sentí yo, y al menos eso me hicieron sentir cuando me dijeron que estaban disfrutando de la charla. Tensos como estábamos los tres, porque en pocas horas ellos iban a tocar, y yo tenía que grabarlos mientras lo hacían, perdimos el control mientras hablábamos. Y en ese desliz alegre, Jungle terminó contándome, sin querer, el secreto de por qué sus shows son tan bacanes.

Aquí está, en la medida en que mis habilidades con la traducción me lo permitieron, la transcripción más fiel que me ha sido posible de ese encuentro apurado en el lobby de un hotel. Ocurrido a eso de las 3h30 PM del viernes 10 de Mayo de 2019, horas antes de uno de los conciertos más bacanes que se hayan dado en la capital del Ecuador.

T y J, el «power duo» detrás de Jungle / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

Martín: Alguna vez vi una entrevista que les hicieron en KEXP en la que decían que para no sentirse solos en las giras decidieron juntar a un montón de músicxs ¿Cómo es viajar tanto con una gran familia?

Josh: ¡Es como viajar con una gran familia! Es cool, ¿sabes? Puedes tener experiencias muy bacanes. Estás moviendo algo así como tu propio circo ambulante contigo. Pero también se puede poner muy intenso estar siempre con la misma gente. Depende del punto de la gira en el que te encuentres. Al inicio es muy divertido y hacia el final se puede poner un poco más complicado, pero finalmente es increíble. Es un grupo de gente increíble y es muy bello que podamos ir a tantos lugares diferentes alrededor del mundo mientras disfrutamos de lo que hacemos. Si vas creando núcleos de energía positiva de esa forma, puede que estés haciendo algo bien.

M: ¿Cómo logran mantener la armonía entre ustedes?

Tom: Pienso que, generalmente, ayuda entender que no hay presión. A veces puedes enredarte la cabeza pensando en un show y ponerte ansioso o nervioso. O tal vez estás en un estado anímico un poco cohibido y salir al escenario se siente como algo difícil. Creo que hay que recordar que estás ahí haciendo lo que amas, conociendo a un montón de gente increíble. Cuando pisas el escenario y está el público y sabes que están ahí para recibirte en su país o en su ciudad, todo eso se disipa. De hecho, el concierto es el momento más puro de una gira porque es donde todo converge. Así que si aceptas esa invitación, y vas al concierto con una buena actitud en mente y mucha calma, tiendes a tener una experiencia realmente positiva. No solo físicamente con el público y el ruido y el tocar bien las canciones, ¿sabes? La experiencia tiene mayor valor emocional cuando estás sereno porque te permites entenderla un poco mejor.

M: ¿Es como si el show limpiara las energías de todxs?

T: Sí, definitivamente.

La energía de cada miembro de la banda, se contagió a todxs lxs asistentes / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

M: ¿Cuál es el lugar más exótico al que han viajado hasta ahora? 

J: ¡Probablemente este es uno de ellos! Quito está muy alto y tiene un paisaje increíble. No solemos encontrar ciudades con paisajes tan vívidos. Creo que Tokyo es así también porque ves a la montaña grande e icónica (el Monte Fuji). Este está definitivamente entre la lista de lugares como ese.
También fuimos a Santiago (Chile), recientemente y ahí también había una especie de… Es como estar con los dioses, ¿sabes? Podías ver por qué la gente acá tiene esta fascinación con la fantasía y la religión en su cultura: por estar cerca de la naturaleza y saber que hay un poder superior a ti. Eso definitivamente se puede sentir en Santiago y aquí. Tiene mucho que ver con las montañas, con algo que es más grande que tú.

T: Es como que estás siendo recordado constantemente de la naturaleza, mientras en Londres la puedes perder por completo.

J: Sí, vives en una burbuja tecnológica donde solo hay concreto, pero acá es como que podría haber un terremoto mañana, no sé… (risas)

M: ¿Qué hacen cuando tienen una escala larga?

J: Normalmente, solo relajarnos.

T: Llamar a casa.

J: Depende de si estás en un aeropuerto o estás en un hotel o una ciudad. Si estás en una ciudad es bacán. Puedes salir a hacer cosas, viajar. Eso es algo bueno… pero si estás en un aeropuerto…

T: Los aeropuertos son una verga de aburridos.

J: Sí… en ese caso, ver una serie de TV.

T: Aunque, ¿te digo algo? Sí hubo un aeropuerto bacán. Algunos aeropuertos sí son bacanes. En Singapur había un puto jardín tropical dentro del aeropuerto en el que podías caminar y habían mariposas y más huevadas.

J: ¡Esto es un jardín tropical! (lo dice señalando a la jardinera que tiene detrás, y que tapa parcialmente la vista hacia la calle desde dentro del lobby del hotel).

T: Sí, está bacán, me gusta… (mira a su alrededor)

M: Una vez yo estuve en un aeropuerto que tenía algo así como una sala de meditación. No era una capilla. Más bien servía a un montón de religiones.

T: ¡Sí sí! El mundo es ruido constante. Creo que cuando viajas tanto te das cuenta de que no hay silencio, nunca. Es rarísimo encontrar pequeños momentos en los que no hay nada. 

Las giras llevan la música de Jungle por todo el mundo. Esa noche en el Sucre, fue el turno de Ecuador / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

M: ¿Cómo influencia esto a su proceso de composición? ¿Alimenta a la música de alguna manera?

J: ¿Qué cosa? ¿Viajar? ¡Ah sí! ¡Muchísimo! Creo que te hace sentir vivo, y sentirte vivo y estar presente son claves para la creatividad y la capacidad de actuar y reaccionar. Cuando viajas estás reaccionando constantemente a las cosas, no tienes tiempo para pensar. Creemos que los seres humanos somos “los grandes pensadores”, pero en verdad, a veces…

(Tom se caga de la risa).

A veces, pensar realmente puede matar algo. Pero hay una travesía también hacia el estar presente y poder actuar. Si tienes una idea o algo, tienes que hacerlo de inmediato.

T: Tienes que reaccionar.

J: A veces puede ser muy frustrante el pensar: “¡Puta! ¡Tengo esta idea y necesito hacerla!” Pero la cuestión es encontrar tiempo para eso, ¿sabes? De cualquier forma, los lugares nos inspiran definitivamente. Tocar los shows para la gente, estar con lxs fans y sus reacciones… Finalmente es nuestra música lo que están tripeando y lo que les gusta, o no les gusta tanto. Todo eso influye en el proceso definitivamente, pero uno trata de no hacerle demasiado caso. Tratas de entrar en lo que te gusta y… ¡confiar en tus propios instintos! ¡Todo el mundo sabe lo que le gusta! Cuando haces algo solo tienes que confiar en lo que te gusta y esperar que la gente lo vea de la misma manera. De otra forma, empiezas a crear con el propósito equivocado. Todas las cosas más bacanes han sido hechas así. Pienso en Rick & Morty…

T: Sí… pusieron tanta energía en eso.

J: Puedes darte cuenta de que cuando lo hicieron, ¡lo hicieron para sí mismos y no les importó nada más! En cambio puedes ver otras series animadas que no son tan certeras y se sienten más como que alguien dijo: “toma algo de plata, escribe algo”, ¿sabes? Algunas como Bojack Horseman o Paradise PD… no son tan buenas. Es como comparar Futurama con Los Simpson, o American Dad con Family Guy.

M: ¿Estás diciendo que cuando algo fue hecho con demasiada cabeza, no tiene la misma honestidad?

T: No tiene flow ni ritmo.

M: ¡Ajá! ¡No groovea!

T: ¡La comedia se trata del groove! Eso es lo que es. Son tiempos rítmicos, todo eso. Es muy lírica.

J: South Park… No quiero meterme mucho en eso, pero lo que es increíble es que no fue hecha por un estudio. Fue hecha por individuos que tienen un sueño.

T: Ideas frescas…

M: Perspectiva…

J: ¡Un sueño! ¿Entiendes? Es como que las cosas más bacanes que amamos fueron iniciadas por gente que… No es que fueron hechas después de recibir muchísima inversión. ¡Incluso Apple! Steve Jobs empezó desde ese lugar. Incluso Facebook. ¡Mira cómo empezaron con esas ideas gigantes! Vienen de aquellos que… Bueno, es como esta cosa casera del “do it yourself”.

T: Es una actitud que viene del tener que hacer todo uno mismo, así que se hace con tanto…

J: ¡Sí! ¡Tienes que trabajar más duro por ello! Recién vi una foto de un estudio gigante en uno de estos memes… Había un estudio enorme y debajo un cuarto horrible, con unos parlantes de mierda, basura por todas partes, un micrófono de mierda. Y decía: “Pensarías que la mayoría de hits se escriben acá…” (refiriéndose al estudio), pero en verdad son escritos en lugares extraños, lejos de esos ambientes presurizados por el dinero.

Un concierto para moverse de la cabeza a los pies / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

M (sonriendo como tarado y acordándose de que tiene que seguir haciendo preguntas): Pero volviendo a lo de viajar, ¿alguna vez han escrito algo en, no sé, un cubículo de baño…?

T: ¡En el camino! ¡Claro! Hemos escrito cosas en el camino… en la parte de atrás de los buses de gira. ¡Heavy California! El coro de ese tema salió de Arizona…

J: De las que se me vienen a la mente está Time…

T: Time, en París… Estábamos en un cuarto de hotel y necesitábamos darle algo más de energía al tema, así que dijimos: “¿Qué chuchas tenemos?” Teníamos unas cucharas, unas tazas y el baño era de baldosa, entonces tenía un eco natural muy bacán. Así que nos pasamos una hora…

J: (empezando a reír de nuevo) ¡¿Hicimos esa en el baño?!

T: ¡De ley! ¡Lanzando monedas al lavabo y a la tina! (Josh se caga de la risa) Empezamos a sacudir nuestros llaveros en las baldosas del piso…

J: ¡Tenemos que volver a hacer eso!

T: Luego fuimos a editar todo junto y ver qué chucha pasaba. Fue todo una cuestión del azar…

J: ¿Cuál fue la otra al final del primer álbum?

T: ¡Ah! Hiciste las voces de Lemonade Lake en la parte trasera de un carro alquilado porque había mucho ruido en el cuarto del hotel (Josh no para de reír) Sí… fueron un montón de huevadas medio estúpidas… Pero ese era el impulso: “¡Tenemos que hacer esto ahora y se tiene que hacer aquí!” De otra forma, no se iba a sentir auténtico, no iba a tener la misma chispa.

M: ¿Cuáles han sido su mejor experiencia y su peor experiencia en un tour? ¿Eso que recuerden por ser lo más bacán, y eso otro que recuerden por ser lo más turro?

T: Depende de qué tan oscuro te quieras poner. Hemos perdido gente de un día para otro…

J: Pierdes amigos y familia…

T: … y no puedes estar ahí en esos momentos, y eso es difícil.

J: Sí… Pero eso es parte de estar lejos de casa. Durante los tours, hemos perdido gente en la noche… pero también están las cosas bacanes. Esas son las que realmente recuerdas. Se me ocurre de primera mano el tocar en el Hollywood Bowl, apoyando a Underworld. Esa fue una gran experiencia.

M: ¡Qué bacán! ¿Dónde fue eso?

T: En Los Ángeles.

J: Es un venue muy famoso. Tiene un gran scenario para tocar y sientes como que tienes que meterle un poco más al asunto, dar un poco más… También creo que tocamos en un festival en Colombia.

M: ¡El Estéreo Picnic! ¡Yo estuve ahí! (No les dije que no vi el show realmente porque me fui a comer… y tampoco sabía que en pocas horas iba a darme cuenta de cuán estúpido fui al no ver el show e irme a comer en ese momento del 2016).

T: Tocamos un show así de bacán en Portugal.

J: Fue una sorpresa: estar en Sudamérica y que haya tanta gente involucrada con la música… Uno pensaría que ni siquiera lo conocen. Y en verdad, hay personas que terminan siendo tus fans más fanáticos, incluso estando tan lejos. Para nosotros, son los fans más comprometidos. No sé por qué. Tal vez nuestra música conecta con la gente de acá de una manera… No sé. En Londres, en Los Ángeles es chévere, pero creo que la gente de acá sí lo entiende. ¡Solo lo sienten! No están juzgando en un nivel que es como decir: “Ah sí, esto es muy corriente” (lo dice imitando a algún snob de mierda del primer mundo).

T: Eso es objetivo, no subjetivo…

M: El público acá es más visceral. Sentimos las cosas en las tripas.

T: ¡Sí! No piensan demasiado en lo que es. Solo lo sienten. Y obviamente, mucho de la cultura musical occidental se basa en pensar demás, casi de la misma manera que el periodismo británico. Está en un lugar tan malo porque todo el mundo está ahí para sacarse los ojos. Todo el mundo critica y critica… No hay unión en la comunidad musical realmente.

Ecuador fue uno de los primeros países en agotar entradas para Jungle en su gira latinoamericana / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

M: Dijeron algo de la cultura musical occidental. ¿Qué hay con la cultura musical oriental?

T: Lo que más me vuela la teja de las tradiciones musicales de oriente es que no usan la escala occidental. Entonces, la forma en la que escuchan el tono, por cualquiera que sea el proceso evolutivo o natural, es completamente diferente.

J: De hecho, puedes decir que es más…

T: …“humano”.

J: ¡Sí! De alguna manera extraña. Si piensas en escalas (occidentales) y dices “estas son las notas” y ves que hay solo 12… es como tan parecido a las matemáticas…

T: Es más lógico…

J: Creo que nosotros percibimos eso en la música, ¿sabes? A veces usamos sirenas, y la razón por la que nos gustan tanto es porque la curva del tono crea incertidumbre y eso trae una sensación como de paranoia. ¡Todo el mundo vive con paranoia! Y eso es algo que se escucha mucho en la música oriental. Todo tiene curvas en los tonos, y como que se queda desafinado, creando esta especie de armonía de otro mundo. Es como… Imagínate que tienes los colores primarios, y luego tienes todos estos otros colores en medio de eso…

T: Es porque están en un lugar diferente del mismo espectro. Es raro pensar cómo dos culturas pueden escuchar a la música de formas distintas. Escuchan sonidos y vibraciones y sus cuerpos y sus mentes los procesan de manera diferente.

Jungle se despide de un público que no olvidará esa noche / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

M (otra vez intentando aterrizar en la Tierra): ¡Qué demente!… Ahora háblenme de las cosas que más extrañan y las que menos extrañan cuando se van de gira.

J: Creo que extrañas estar en un solo lugar y la rutina. Unas veces la rutina es buena, pero a la vez es mala otras veces. Así que, como todo en la vida, para nosotros es una cuestión de balance. Amamos estar de gira y amamos estar en casa también. Pero cuando pasas mucho tiempo en casa tiendes a aburrirte, y cuando pasas mucho tiempo de gira tiendes a sentirte perdido…

T: Yo extraño el fútbol. Poder ir al fútbol, jugar fútbol…

M: ¿Como que sientes nostalgia?

J: No creo que te sientes suficientemente asentado. Así es como es. Si te mudas a un lugar y te quedas ahí por un mes empiezas a acostumbrarte, a tener algo de rutina ahí. Estuvimos en Sidney por una semana, hace un par de semanas, por ejemplo. Pero cuando viajas todos los días, se vuelve bastante complicado.
Sabes, es como ir a un aeropuerto porque te vas de viaje por el feriado. Creo que eso es algo con lo que todo el mundo se puede relacionar. Ahora imagínate que te vas de feriado todos los días, pero realmente nunca llegas a tus vacaciones.

M: ¿Es como que te vas de feriado, pero llegas al trabajo?

J: ¡Ajá! Lo más increíble es que tienes esta descarga brutal de adrenalina al tocar con la gente y esa conexión es la que hace que todo valga la pena al final del día, esencialmente. Sí sientes que has tenido una especie de alivio meditativo, pero la mayoría de los días se construyen en base a esto de tratar de llegar al apuro a un hotel… (ambos se ríen como Beavis y Butthead).

Pero no podemos quejarnos. Ha sido increíble…

M: Por último, díganme qué tips le darían a bandas emergentes que quieran empezar a salir de gira.

 T: ¡Háganlo lo que más puedan! Porque, A) es jodidamente divertido, y B) nunca te vas a conectar con la audiencia a en un nivel tan visceral que cuando te paras en un escenario en frente de ellxs. No hay manera de sentir la personalidad de la gente a través de…

J: Depende de qué tipo de escenario estés hablando. Y si estás hablando de una banda consolidada que ya está girando, o de una banda que quiere salir de gira.

La cara de la felicidad. Una fan saliendo del Teatro después de tremendo concierto / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

M: Una banda que quiere salir de gira…

J: Creo que en ese caso se trata de ir más lejos y asegurarte de que tu música se escuche por todas partes. Creo que con el internet eso se está volviendo cada vez más fácil. Pero para mí todo se trata de las canciones. Si es bueno, si es realmente bueno, no importa de donde sea, la gente no lo va a poder ignorar. Hasta un punto, eso es lo que siempre hemos aprendido y siempre nos han dicho quienes hemos conocido. Se trata de qué tan buenas son tus historias y cómo hacen sentir a la gente. Y eso se reduce a la honestidad. Creo que la gente puede tener talento, pero lo bloquean por miedo a ser juzgada. Si eliminas eso y solo pones tu ser más crudo sobre la mesa y lo aceptas como es… James Blake hace eso súper bien. Es un artista… Eso es lo que tienes que hacer, supongo…

M: Es como regresar a uno mismo. Me dijeron algo así hace un rato cuando les pregunté sobre… bueno, no recuerdo qué les pregunté. Pero fue algo así como regresar a tu groove.

 T: Lo único que puedes hacer es amar lo que haces, y mientras ames lo que haces el resto de la gente lo va a ver y se va a conectar con eso.

***

El concierto gestionado por Pío Pío como parte del Carpazo SideShows fue un éxito y seguro sienta precedente de que es posible traer bandas de la talla de Jungle al país. Estén atentxs, que se viene más contenido de Radio COCOA sobre esta memorable ocasión.

Jungle en el Teatro Nacional Sucre como parte de El Carpazo Sideshows ¡Que vuelva la carpa! / Foto: Manuela Vásquez, mayo 2019

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