Tres discos de música pesada: marzo

por Pablo Puente
Un repertorio con juegos entre lo claro y oscuro, potentes guturales y brutalidad progresiva. Aquí tres álbumes elegantemente pesados.

 

1. Rolo Tomassi / Álbum: Time Will Die and Love Will Bury It

A pesar de que los ingleses Rolo Tomassi ya llevan algunos años en lo musical y han producido un sinnúmero de discos, puedo decir que este es el primer disco de esta agrupación que me atrapó por completo.

Sin duda, es su producción más sólida. A la vez, es la que completa lo que la banda busca desde hace algún tiemp: aquel juego entre música suave y memorable con tonalidades delicadas al mejor estilo post con la envidiable y afable lírica de Eva Spence. En algunas canciones, suben los riffs en un pesado intenso y transforman a su vocalista en una máquina de guturales hardcore con muchísima fuerza, que tiene una presencia escénica apabullante.

Buscar esa expansión de la belleza en la brutalidad genera en TWDLWBI momentos tempranos de calma. Ese es el caso de “Aftermath”, donde el melódico prima, para luego pasar a “Rituals” y comprender que todo fue irreal, y lo que se tenía como tranquilidad y paz se convierte en algo fugaz y efímero.

Como la misma banda aclara, su anterior producción fue más oscura y se internó en la culpa y el arrepentimiento. Esta vez, existe más ambigüedad, especialmente en los momentos alegres que sin duda son algo que no veríamos o imaginaríamos años atrás en Rolo Tomassi. Se puede así citar a “Balancing the Dark”, un tema que define perfectamente lo que es el disco: un juego entre lo oscuro y la luz de cada una de las personas. Como influencia, me recuerda mucho a las exploraciones en diversos discos de BTBAM (Between the Buried and Me).

Toma mucho tiempo llegar a crear -dentro de procesos de constante experimentación- una obra que defina un momento cumbre de una agrupación. Pero, por ahora, los reflectores apuntan en la dirección correcta y esperemos que este sea el asentamiento final para un mayor reconocimiento dentro de la escena DIY y hardcore mundial.

 

2. Conjurer / Álbum: Mire

Esta es la segunda producción de los ingleses Conjurer. Aunque su primer trabajo es un pequeño EP que destila fuerza, esta vez con Mire, la brutalidad es progresiva. Con toques ligeros de doom, va escalando en agresión hasta tener toques fuertes de trash, hardcore y black. Esto se mantiene en varias canciones del disco, todo sumado a la aceleración del tempo, complejidad y oscuridad.

Se pueden leer muchas influencias. La paleta de bandas y ritmos que suenan en mi cabeza al escuchar este disco hace que Conjurer sea una de las mejores amalgamas de los últimos años. Presenta toques delicados de Cult of Luna o Neurosis, para luego pasar por partes de Pig Destroyer y terminar en algo de Altar of Plagues, por nombrar algo.

Esta múltiple faceta de la banda tiene que ser interpretada como el momento actual que vive la música pesada, en un mundo cada vez más mediático y al mismo tiempo, fugaz. Los bordes son mucho más borrosos y los purismos de lo underground son casi quimeras.

Muchas veces los clichés son comunes al tratar de despuntar en la carrera musical, sea este el ritmo que fuere. Lo son también los limitantes mentales que nos imponemos al tratar de comparar todo lo que es nuevo. Pero esta vez, la catarsis con la que empieza el disco también la cierra, y esa travesura de tocar lo impredecible tiene su efecto, y evidentemente pone en manifiesto uno de los mejores debuts del 2018.

 

3. Between the Buried and Me / Álbum: Automata I

Nuevamente caigo en un círculo de imparcialidad con una de mis bandas favoritas de todos los tiempos. BTBAM no me ciega al punto de perder la objetividad con ellos, pero sin duda no deja de asombrarme y sus discos tienden a ser referencia para muchas de mis búsquedas en cualquier tipo de arte.

El caos no ha disminuido y el infinito del espacio acude reiteradamente a su banda sonora en las diversas canciones que interpreta la banda de Carolina del Norte. Con una alineación extremadamente sólida, con más de 12 años juntos y un colectivo de fans que apoya sin necesidad de explicaciones, todo lo producido por BTBAM en los últimos años es brillante.

Atrás están los días de The Silent Circus (2003) y Alaska (2005), ambos discos que catapultaron hace muchos años ya su carrera. Queda fresca una que otra influencia, pero en Automata se siente una identidad propia y el toque único que tiene ya el sonido de la banda. Llegar a esto siempre es complejo y pocos actos actualmente pueden sacar producciones tan probadas y de sobra elegantes.

Sin embargo, me atrapa la duda de si abordaron la primera parte de la serie Automata (al igual que The Parallax, es un álbum con dos discos y estamos frente al primero) de una manera segura y un tanto no sorpresiva. Podría ser que no entre en competencia con anteriores producciones que denotaban más riesgo en las creaciones. Aun así, el disco es sumamente creativo de la manera que solo esta banda puede hacerlo, y seguidores tanto nuevos como antiguos pueden quedarse conformes.

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