Los Corrientes acaban de estrenar videoclip para un single de su nuevo disco, respaldados por la fuerza de la marea. Si quieren agarrar la ola con ellos, acá les contamos todos los secretos del tras-cámaras.
Una chica se alista para su fiesta de quince años en un pueblo chiquito de la costa. Su mirada nos hipnotiza y nos jala a través de las primeras escenas de su festejo. Mientras tanto, una chaqueta de frac aparece flotando entre las olas, aparentemente cerca del lugar de la fiesta. Así abre el nuevo video de Los Corrientes, que viene recargado con energía nueva para la banda, y para la videoteca de nuestro país.
«Cuando Me Empieces a Odiar» es el título de la canción que da vida a estas imágenes enigmáticas. Javier Andrade fue la mente detrás de su concepción y Urband Colectivo el motor que impulsaron su ejecución. De la combinación de estos tres engranajes brota el videoclip, y pinta muy prometedor.
Los Corrientes se alistan para la pachanga quinceañera. Fotos cortesía de Andrea Rosero.
Los Corrientes se han caracterizado desde siempre por ser una banda cargada de feeling guayaco vacilón que te remite a jugar fútbol en chancletas y a una java de cervezas bien frías. Pero con su nuevo disco giran, toman otra dirección y se vuelven más prolijos. Aunque no pierden su esencia sabrosa, las canciones tienen un aire más sensible y pulido. Y justamente ese soplo refrescante para su música fue lo que permitió al cineasta manaba encontrar el espacio justo para plasmar una idea que tenía guardada en el cajón.
Hace años, Javier hizo un cortometraje acerca de una chica en el día de su quinceañera en un pueblito de la Costa rural. En él, nunca se veía la celebración en sí, y desde entonces Javier se había quedado «picado de filmar la fiesta». Cuando la gente de Urband Colectivo se le acercó para proponerle trabajar en un video de Los Corrientes, él vio la oportunidad de retornar a esa idea que tenía colgada, y para ello tuvo la suerte de encontrar «Cuando Me Empieces a Odiar» en el nuevo repertorio de la banda.
Según Javier, el tema se siente más vintage y «romántico» que el resto de trabajos de la banda. Eso le permite sostener las imágenes que conforman la historia de la quinceañera en el campo. Seguramente esto se debe a que la voz principal de la canción está a cargo de Pepa, la acordeonista de Los Corrientes, que adquirió mucho más protagonismo en Sobremesa, el nuevo álbum.
La vibra romántica de la canción, con una letra que oculta un fondo mucho más «oscuro», sirvió de fondo perfecto para ambientar una historia de realismo mágico. Adicional al elemento de la quinceañera, Javier sumó su curiosidad por las leyendas del campo y por la frase «se lo llevó el mar», que dice escuchar reiteradamente cuando está en la costa.
No vamos a arruinarles nada por adelantado, pero sabiendo esto, pueden hacerse a la idea de que la celebración de los quince años de la protagonista está envuelta en un aire de misterio cargado de sal.
El video fue filmado con Javier como director invitado junto al crew de Urband Colectivo. Desde hace seis años, este colectivo realiza videoclips bajo la consigna de «no cobrar a las bandas por ellos», según Tomás Nieto, uno de sus directores creativos. Para darle vida a la historia escogieron la pequeña comuna de pescadores de Puerto Engabado, en la provincia del Guayas. Esto, en parte por la cercanía del lugar con Guayaquil (donde radica la banda) y porque el lugar tenía un aire de estar detenido en el tiempo que aportaba naturalmente al guión.
Fueron tres días de rodaje llenos de retos que permitieron a todo el crew ponerse en contacto con la gente del pueblo, y con las bases de sus conocimientos cinematográficos.
Tomás cuenta que, por ejemplo, frente a la incesante lluvia que los acompañó durante todo el rodaje, tuvieron que ideárselas para armar una estructura que pudiese cubrir los 36 metros cuadrados del «set» de la fiesta y que les permitiera filmar a pesar del clima. Si bien fue un desafío, lograron acercarse a la gente y de alguna forma enriqueció el rodaje. Y es que los y las locales no solamente fueron parte del crew, sino que también desarrollaron un rol protagónico. Como acompañantes de la quinceañera en la fiesta, las personas del pueblo vivieron su propia celebración con el mejor de los ánimos, durante los 3 días en que tuvieron que repetir las acciones una y otra vez.
El director dice que para él era importante hacerles sentir que estaban farreando, como lo hubiesen hecho en cualquier otra pachanga de las que seguramente tienen en el pueblo. Así, se apropiaban del video ellos mismos. Tomás aporta a la idea y cuenta que para el colectivo, siempre ha sido importante generar trabajo para la gente de los lugares que utilizan como locación.
Los tres días en que se construyó esta relación con la gente también sirvieron de ventaja para el director, pues no recuerda la última vez que tuvo tanto tiempo para filmar un videoclip. Esto le permitió hacer las cosas con calma: realmente conceptualizar una idea y «ejecutarla» paso por paso. No obstante, habiéndose curtido en el oficio a base de la experimentación y la improvisación, dice que también pudo encontrar espacios para filmar a partir de ahí. Luego, estos resultados lo sorprendieron en la etapa del montaje.
«A mí me pasa y he tenido suerte en eso. En todos los videos hay como dos o tres cosas que solo llegan a la cabeza y las anoto en un cuaderno. Aquí era como, ‘chaqueta en el mar’, pero claro, ¡escribir es facilito!» dice Javier entre risas. «Filmar en el mar fue ‘hecho v3r6@’. Estábamos en un bote el director de fotografía, el asistente de cámara, el operador del bote y yo. Para cambiar de set-up de cámara teníamos que movernos los cuatro, para mantener el equilibrio…y es alta mar, ¿no?»
Javier Andrade (derecha) durante el rodaje del videoclip.
Al final, lo que resultó fue mucho más que un video de la banda tocando. Alrededor de su aparición, casi secundaria como parte de la fiesta del pueblo, se cuenta una historia de amor «diferente», que acompaña bien a un momento musicalmente distinto de Los Corrientes.
Este video es parte de una trilogía de videoclips realizados por Urband Colectivo, para los cuales lograron conseguir auspicios suficientes como para pagar a todos los involucrados y mantener intacta la gratuidad del video para la banda. Las otras dos que formaron parte de este aventón audiovisual fueron Los NIN, con un video dirigido por Santiago Paladines, director ecuatoriano graduado y radicado en Los Ángeles; y Paola Navarrete, a cargo del cineasta Iván Mora Manzano. El objetivo dentro de este esfuerzo conjunto fue siempre la diversidad, dice Tomás.
Para lograr ejecutar todo con auspicios, el productor dice que tocaron las puertas de algunas empresas e instituciones con un discurso diferente. No fueron a ofrecer publicidad, sino a plantear los beneficios que podría tener para cualquier imagen corporativa el apoyar a los proyectos artísticos locales, como respuesta a una responsabilidad. Y es que para la gente de Urband, acompañar los proyectos musicales de nuestro país con una propuesta audiovisual igual de fuerte es algo por lo cual se ponen la camiseta sin vacilar.
Los Corrientes fueron seleccionados dentro de esta nueva ola de videos por ser una banda que representa el ser guayaquileño con mucha autenticidad, dice Tomás. Para Urband, esta es una forma de ampliar el alcance de su trabajo fuera de Quito, donde se han dado a conocer casi toda su carrera. Esta unión de esfuerzos e ideas pinta cosas buenas para el crecimiento de nuestra música y de nuestro audiovisual.
Para Javier, un videoclip es algo así como «el matrimonio de dos sensibilidades». Con el video de «Cuando Empieces a Odiarme» podemos ilusionarnos por más matrimonios como este, en el que todo el mundo se une por el bien de la pareja para que broten más videoclips de alta factura.
