En 2012 tuvo lugar la primera edición del festival Ska-Ba-Boom. Después de ese primer episodio hubo un receso. Ahora sí, seis años después, se da paso a la segunda edición para acabar de fundar la escena en Quito al ritmo de skanking.
La nueva edición del Ska-Ba-Boom promete acabar de forjar una escena que tuvo su inicio hace unos años. En una entrevista con Daniel Millán, Andrés Trujillo y Pablo Báez, miembros del colectivo Quito Ska Society (QSS) y organizadores del festival Ska-Ba-Boom, pudimos conocer un poco más sobre esta cita. Posicionar al género y sus subgéneros como una propuesta contundente en la ciudad es el gran objetivo.
La escena
Hace unos años, hablar de una escena en la ciudad resultaba difícil. Por un buen tiempo no se había hecho visible la existencia de este grupo de gente apasionada por los ritmos jamaiquinos y todos sus géneros derivados. Pero todo cambió hace seis años. Por aquel entonces, algunas bandas habían empezado a tocar. Con eso también había empezado a crearse un público que complementara a los músicos en el escenario.
La primera edición (2012) se llevó a cabo en la mítica Casa Pukará. Se presentaron The Liners, The Gunshots Sound System, Skanka, The Rude Monkey Bones, The Blacktone Prophets Sound System y Quito Ska Jazz. Ése fue el preludio de un fenómeno que con el paso de los años se convertiría en una tendencia urbana bastante original en Quito.
Andrés, quien ahora conforma el colectivo QSS como organizador, productor y gestor cultural, cuenta que después de ese primer encuentro se dio una pausa en el movimiento. En ese lapso algunas bandas desaparecieron y otras emergieron. No obstante, Andrés resalta que, a pesar de ello, en el periodo comprendido entre ésa y la nueva edición del Ska Ba Boom, la escena ha crecido.
“Este tipo de música es la que durante los años sigue, como ha pasado con el ska y con el reggae, porque tiene una realidad, porque la gente es de verdad” – Daniel Millán
Tampoco es que la escena hubiera nacido con el festival, pero éste sirvió para mostrar que existía un público que quería consumir esa música. “Lamentablemente no pudimos darle la continuidad que hubiéramos querido”, dice Andrés. Sin embargo, admite que, de alguna forma, ése fue un receso nutritivo. Así la escena pudo ir creciendo poco a poco.
El colectivo
Quito Ska Society está conformado por 15 personas, entre las cuales hay músicos, gestores, productores y más. Alrededor de marzo de este año, todos ellos se plantearon crear una organización que encabezara esta tendencia urbana.
“La vista y la mira la tenemos muy clara, sabemos a dónde queremos proyectarnos” – Andrés Trujillo
No sólo pretenden promover la música y lograr que la escena crezca, sino también difundir un mensaje acorde a los ideales que el ska de la primera ola siguió. Esto lo ven posible porque han notado que la gente “se interesa cada vez más en la música, en la belleza del ska, en el baile, en el compartir y tomarse una cerveza”.
Como complemento a esto, el QSS cree que debe responder a problemáticas sociales. En primer lugar, por la realidad política de la región, y, en segundo, por la fidelidad a los ideales con los que esta subcultura se forjó. El antirracismo y la antixenofobia son dos de las principales consignas que los miembros del colectivo se han planteado difundir desde su postura apartidista.
“Apostamos a un cambio cultural” – Daniel Millán
QSS utiliza la música y la ideología tradicional del ska como herramientas para lograr su cometido y “generar conciencia cultural”, dice Daniel. “La vas a pasar mejor yendo a un bar con tus amigos, escuchando música, antes que quedarte tu casa y escuchar lo mismo”, añade. Se trata de inculcar en las personas un sentimiento afín a la tendencia.
La fiesta
El Ska-Ba-Boom apuesta por ser el festival insignia del país. Con la edición de este año, regresa para posicionarse como plataforma nacional. Busca ser, asimismo, referente internacional para integrarse al circuito latinoamericano y, por qué no, mundial, como dice Andrés.
El QSS cree profundamente que se puede gestar un ambiente movedizo, veloz, bailable, bien parado y con imponente presencia. Entre el ska y todos sus subgéneros, entre los rudeboys, skinheads, punks, rastas, suedeheads, casuals, quieren formar un solo movimiento. El evento, sin ánimo de lucro, intenta soldar las distintas partes en una sola escena.
“Cada uno ha tomado un rumbo y una elección de cómo aportar a la gestión del proyecto” – Daniel Millán
Para la organización se realizó un trabajo en conjunto que pretende mayores alcances. Esto a partir de las experiencias de las que los distintos miembros se han podido nutrir. Los artistas de las escenas colombiana y brasilera son los principales referentes. Los viajes a tocar, o simplemente a ver bandas icónicas de la escena ska, les ha permitido pensar en la posibilidad de crear una realidad similar en Quito.
“En Colombia nosotros aprendimos cómo se baila, cómo es la estética, cómo es la vida callejera“ – Pablo Báez
La edición actual del Ska-Ba-Boom trae un cartel con bandas ya clásicas de la escena local y también otras nuevas, que vienen a refrescar el momento. Se presentarán: Skaimanes (Colombia), Skanka Fe, The Rude Monkey Bones, Quito Ska Jazz, Los Barrelshots, Skarma, The Megaphones, además de los pinchadores de vinilos, Shanty Town Reaggae Society y Brixton Society.
Para el próximo festival, QSS quiere que la gente, al bailar skanking —baile practicado en los ritmos jamaiquinos entre los que está el ska-, rompa los estereotipos mal pensados que se asocian a este movimiento. En otras palabras, quiere que regrese a lo tradicional para revivir los inicios de las rupturas que logró el ska.
Como dice Daniel “queremos buscar personas que tienen una afinidad real con el ska, atraer a personas que lo tomen como modo de vida” para lograr así el cometido, pues la cuestión va para arriba.
El Ska-Ba-Boom tendrá lugar este sábado en la tarde. Para más información consultar este link.