La Suerte es una audaz artista gráfica quiteña, que inició su fijación por la feminidad en una exploración colectiva en el street art. El graffiti fue utilizado como su arma más letal, contra el estereotipo de mujer impuesto por la publicidad. Su manera tan peculiar de retratar al cuerpo femenino, la caracteriza y se convierte en una firma inconfundible. Siempre con mucho respeto, amor y admiración por la figura de la mujer, busca honrarla por ser fuente de iniciación de vida, tal como una semilla. Símbolo que protagoniza su siguiente exposición: Esencial, un viaje de la suerte.
La búsqueda de fondos para organizar una exhibición completa fue lanzada en la plataforma local de crowdfunding La Vaca digital y está abierta al público con ganas de ayudar. A través del apoyo de los aportantes, el objetivo es recaudar seis mil dólares para completar con el costo total del proyecto. El Container, el espacio de arte de El Pobre Diablo, albergará el proyecto a partir del 12 de Enero. “Es un templo de valoración no sólo a la semilla en sí, sino a todo lo que representa”, dice La Suerte. La idea también es rescatar y revalorizar a lo más esencial de existencia como el agua, la tierra y la fertilidad.
El comienzo de todo
“El embarazo fue el detonante para a ver a mis creaciones de forma distinta, se convirtió en una exploración más hacia el interior.”
La aventura nació hace cuatro años en su estancia en Marruecos. La escasez de agua y las arduas horas de trabajo en el calor fueron el escenario perfecto para una reflexión profunda de La Suerte y una revelación de lo verdaderamente importante. Desde entonces inició su viaje buscando a estos guardianes de la semilla en remotos y distintos territorios tanto nacionales como internacionales. Con su bitácora en mano, inició un registro de sus descubrimientos, pensamientos y experiencias.
“El reto fue ir más allá de las paredes y experimentar con basura y materiales orgánicos. Adicionalmente, para serle fiel a mi pensamiento en contra los productos petroleros y buscar una eternidad para los materiales, también”
En su agitado camino, que documentó con su cámara, se encontró con algunas guías e inspiraciones que la motivaron. La Suerte cuenta que «su alma fue tocada con el caso de la pareja, Minnie y Jaime». Dueños de más de 200 frutales al lado del río Guaycuyacu muy cerca de Quito, por consecuencia de la central hidroeléctrica perdieron casi a la mitad de sus árboles. Otro encuentro “alucinante” alrededor de lo místico y lo importante de la semilla sucedió en Tarqui, al sur del país. Ocurrió en el Festival Madre Tierra, donde la artista se quedó totalmente sorprendida por tanta variedad de colores, texturas y formas en los granos. Todos juntos, compartiendo en este ambiente envolvente de intercambio y agradecimiento a la madre tierra resultaron en inspiración para su obra.
“El arte no me pertenece, es efímero, momentáneo, donde yo represento solo un medio para expresarlo. Para mí el proceso artístico es el más importante y es el que muchas veces no se ve en la exposición.”
Trabajo en grupo
El proyecto es valiente y busca mostrar a la semilla no solo como creadora sino como portadora de eternidad. La construcción de este espacio casi sagrado está en manos de un equipo multidisciplinario y promete ser un lugar que estimulante para todos los sentidos. Stich irá tras los sonidos interactivos que completarán a la exhibición, mientras que Daniel Moreno, el inventor, montará este espacio de culto a la creatividad. En una contribución con la muestra artística trabajará también Andrés Cornejo, detrás del audiovisual que retrata los múltiples viajes y experiencias de la artista.
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