Los 7 rasgos de la tristeza: claves para conocer el nuevo disco de Lolabúm

por Radio COCOA
Exploramos la personalidad de Tristes Trópicos, y revisamos las características que llamaron nuestra atención. Esto es lo que nos dijo la banda sobre su segundo disco.

Lolabúm (de izq. a der., Martín Erazo, Joaquín Prado, Pedro Bonfim, José Miguel Fabre) / Foto: Juan Pablo Viteri

La Tristeza es Conceptual

«Fotos tristes», cortesía del archivo de Pedro Bonfim

En El Cielo (2016), el primer disco de Lolabúm, el orden de las canciones respondía a cómo la banda estructuraba en ese entonces sus setlists en vivo. En Triste Trópicos, por el contrario, cada pista parece estar concebida en relación a las otras.

El orden de las canciones es fundamental en la experiencia global que quiere ofrecer este disco, y estuvo previsto  incluso antes de que los temas fueran grabados. «Yo tenía los demos de todas las canciones, acabadas con su duración final, entonces tuve chance de probar los samples que podían ir al final, lo que podía ir en el medio, ir cachando y probar de verdad», dice Pedro Bonfim, compositor, voz y guitarrista de Lolabúm.

El resultado es una progresión conceptual y sonora, un disco que se escucha mejor en su totalidad, y de corrido. «Las cosas están ahí para que la gente las haga suyas, y las use como quiera, pero a mí sí me gustaría que escuchen por lo menos una vez completo el disco, porque sí está pensado para escucharle completo y en orden».

Los nuevos rugidos del Tigre

Cortesía del archivo de Pedro Bonfim

Hubo letras que experimentaron cambios un minuto antes de entrar al estudio. Hubo canciones que se grabaron con varias versiones de la letra. «Me pasó en `Avión´. Grabé tres o cuatro finales diferentes, y acabamos con el primero», cuenta Pedro. Estos procesos fueron parte de una intención relevante en este álbum: la necesidad y ganas de decir cosas. Para lograrlo, hubo un interés, cuidado y trabajo importante en la escritura de las letras.

Pedro estudia literatura. Cuenta que eligió ese camino por la influencia de Bob Dylan. «Yo comencé a leer libros buscando la sensación que me producen sus canciones. Eso se me quedó: usar las palabras para de verdad decir algo más interesante o producir una sensación que a mí me gusta sentir».

Las letras de Tristes Trópicos fueron esos espacios para hacer públicas inquietudes u opiniones, para canalizar y dejar constancia de una búsqueda de expresión. «En estas canciones aproveché para decir cosas que necesitaba decir, que van desde gente cercana a mí a, no sé, el mundo. Obviamente nada es tan explícito».

Cortesía del archivo de Pedro Bonfim

En su segundo álbum, Lolabúm incorpora teclados y un sampler, y experimenta con formas diferentes de cantar. Con estas apuestas, la banda prueba nuevos matices de su sonido, que antes incluía únicamente guitarra, bajo y batería.

En El Cielo, existía la precaución de mantener una línea con respecto al estilo, para evitar que confluyan demasiados elementos. En el nuevo disco, hubo mayor libertad para experimentar. Pedro creó un repertorio inicial que incluía alrededor de 30 temas y muchos más interludios, con el afán de ejercitarse y «volver a aprender a hacer canciones».  «Eso creo que hizo que el sonido sea más amplio y no como pasó con el primero, que era una cosa más plana, como de un solo estado de ánimo», dice.

Como escuchar Rocío Durcal a las 2 AM

Cortesía del archivo de Pedro Bonfim

Tristes Trópicos tiene un alma nostálgica. Durante el proceso de creación del disco, Pedro acudió a cassettes antiguos, de los 80 y 90. Cuenta que se reencontró y escuchó poemas y cuentos que su papá le enviaba desde Brasil cuando era niño; y que descubrió en la casa de su abuelita grabaciones evangélicas, testimonios de asesinos que habían decidido convertirse a través de la religión o cursos completos de inglés. Encontró también las canciones que su mamá y tías escuchaban cuando eran adolescentes, y que le remitían a un consumo distinto de la música, a intercambios de grabaciones.

Pedro cuenta que en esa exploración, hubo un cassette que llamó especialmente su atención. Tenía canciones de Rocío Durcal, Fernando Fernandez y de la Sonora Santanera. Lo escuchó fascinado una y otra vez en loop. El espíritu de esa cinta poseyó de alguna manera a las sensaciones que habitan Tristes. «Solo pensaba ¿quién hizo este cassette?,  y quería que el disco dé un poco esa sensación, de alguien que encuentra un cassette y se pregunta quién lo hizo, y que solo te levante preguntas. Esa sensación de escuchar Rocío Durcal a las 2am de una manera súper que random».

El disco también incluye samples que salieron de otras fuentes como Instagram o Youtube, y de un archivo personal de sonidos que Pedro grabó en distintas ciudades en las que tocaba la banda. Entre esos, predomina el registro en audio de las terminales terrestres, que han sido espacios involuntariamente importantes en su vida durante los últimos años.

El Estudio no quita lo Lo-Fi

Cortesía del archivo de Pedro Bonfim

De entrada, Tristes podría percibirse como menos lo-fi que el álbum debut de la banda, partiendo del hecho de que fue grabado rigurosamente entre Quito y Guayaquil. Felipe Andino apareció en ese camino como productor principal.

Pedro cuenta que los procesos fueron completamente distintos. En el El Cielo, no hubo demos para todos los temas, no se construyeron con arreglos, tenían únicamente la base de voz y guitarra. Para el segundo disco, en cambio, preparó demos para cada canción. Aunque hubo mayor preparación previa a la grabación, existieron situaciones lo-fi que siguen remitiendo al carácter original de la banda.

En Tristes Trópicos existen situaciones caseras sin precedentes para Lolabúm. Está, por ejemplo, «Sin Sueño», un tema que Pedro grabó recién despierto, sin salir de su cama, haciendo un par de conexiones en su compu y utilizando Audacity.

Para el vocalista de Lolabúm, uno de las ventajas de trabajar con Felipe como productor radicó en su apertura frente a la experimentación. «En un montón de lugares me hubieran dicho no, re grabemos. En cambio, el man entendía que era importante que sea esa grabación la que esté», cuenta Pedro.

Arial, Arial Bold

Portada de Tristes Trópicos / Fotos de Pedro Bonfim y diseño de Luciana Musello

La fuente tipográfica del disco es Arial. Arial Bold, para ser precisos. Acudir a ese tipo de letra tiene que ver con un afán de invocar cosas que son muy cotidianas, y muy relevantes pese a su bajo perfil. La portada está además cargada de la influencia de The Life of Pablo (2016), de Kanye West, y de la estética vaporwave. Sin embargo, más allá de estas referencias, la propuesta visual condensa la relación emocional de Pedro con Guayaquil. Ese imaginario se construyó durante muchas horas de contemplación nostálgica desde su balcón en el centro de la ciudad.

La portada del disco está directamente inspirada en un obra de La Artefactoría incluida en la exposición «¿Es inútil sublevarse?», que Pedro visitó hace menos de un año en el MAAC. «Era una postal chiquita, que se llamaba Lluvia en Guayaquil. Estaba Guayaquil, y la misma postal -recortada de la misma forma que en el disco- sobrepuesta sobre la foto, hacía que parezca lluvia. Eso me pareció full Tristes Trópicos«.

La obra también le remitió a las rayas e irregularidades de la piel de un tigre, otra idea constante en la configuración estética de este nuevo universo. Las fotos que se mezclaron en la portada del disco para este efecto son la de un edificio y la de una tienda de artículos para fiesta. Fueron tomadas con el antiguo celular de Pedro, y son parte de un archivo que nunca fue pensado para los fines que tuvo.

Los «Cánidos» se encuentran con el Tigre

Cortesía del archivo de Pedro Bonfim

Aunque no todos formen parte del proceso de escritura de las letras, la calidad en ese aspecto es una prioridad para el equipo. Así, cuando Joaquín Prado, a.k.a. el Chino (guitarra y voz), presentó su propuesta, entró por la puerta grande al álbum. «Me pareció una gran oportunidad, primero porque es cancionsaza, y porque podía funcionar dentro del disco, y funcionó», comenta Pedro. «Escribir de amor a partir de algo científico, eso tiene full valor», señala.

«Cánidos» sale de una investigación incidental, con tintes románticos, que Joaquín hizo sobre los zorros, lobos y perros. En un momento de aburrimiento, mientras esperaba a su novia de entonces, descubrió a la familia de mamíferos que bautizó a la canción. Sin embargo, antes de la letra nacieron las melodías, influenciadas por los primeros discos de Devendra Banhart.

«Guitarra de palo y voz. Me empezó a gustar full esa instrumentación… Hice primero los acordes, como viendo algo que tenga sentido, y que suene a estar en el campo, en un lugar muy abierto, espacioso, con vegetación medio seca y con full aire», explica el Chino.

Las rayas del tigre son de todxs

Cortesía del archivo de Pedro Bonfim

Tristes Trópicos estuvo disponible desde el 13 de julio, salió al mundo con una página web exclusiva para el disco, y tuvo un lanzamiento simultáneo en Spotify y Youtube. La idea era acercar la música a la gente lo más que se pueda, y llegar a un público heterogéneo que se encuentra con los discos de maneras diversas.

«Creo que es gente que de verdad quiere escuchar la música… Fue acordarse de cómo escuchábamos música nosotros de chamos, cómo necesitábamos la piratería para tener acceso a la música. Solo es una manera para decirles: estamos pensando en ustedes», dice Pedro. «Ese lanzamiento está cerca de ellos porque ellos están cerca de nosotros», agrega.

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