Tres discos de música pesada: septiembre

por Pablo Puente
Historias de tensión social, política y conflictos humanos. La selección de placas pesadas de septiembre son una afrenta a lo cotidiano, a lo que vemos y nos incomoda, pero lo masticamos en silencio.

Ashenspire / Album: Hostile Architecture

Directamente desde el underground, escuché Ashenspire hace pocas semanas, y toda esa densa y difícil de tragar atmósfera que conjugan los nativos de Glasgow me dejó atrapado. El momento emocional que asciende a forma de proclama se vuelve cada vez más ensordecedor; junto a lo exacerbado de la protesta, la música entra en un caos de ira, y punto aparte, las líricas nos saturan de opresión y crítica actual.

Tomando sus propias palabras: “La placa está inspirada en el brutalismo, el postmodernismo y las estructuras del utilitarismo arquitectónico que se encuentra en las ciudades post industriales, hauntología en naturaleza”, ergo, el álbum invita al escucha a explorar la disonancia en las contradicciones sociales. “Arquitectura hostil” se refiere a elementos en espacios públicos que son usados en contra del mismo humano, como esos picos de hierro en bancas o divisiones para que los mendigos no puedan dormir en ellos y afear con ello las ciudades. 

Sin duda, caminar por muchas de las ciudades modernas nos hace razonar sobre estas obviedades y la razón de esta locura desatada en música, junto a riffs fuera de tono, acordes y armonías disonantes, que comprenden desde blast beats de cierre o imporvisados solos de jazz. La propuesta de Ashenspire es una afrenta a lo cotidiano, a lo que vemos y nos incomoda, pero lo masticamos en silencio.

 

Wormrot / Album: Hiss

Disco tras disco, el trío de grindcore originario de Singapur, Wormrot, ha ido escalando en agresividad, pero principalmente en innovación y manejo de un sonido definitorio. Toda esa agresividad, que siempre estuvo de seguro presente, escala en diferentes tonalidades y es lo que más me atrae de este proyecto. No hay caos sin propósito y esa gradualidad, musicalmente hablando, va desde lo pasivo hasta lo más activo y reactivo. Son ácido bombeado al cuerpo en cuotas.  

Hay mucha armonía en la guitarra, la cual ocupa un lugar central en el sonido del grupo, creando las melodías más opresivas en tempos crecidamente pausados, contrastando con la característica fuerza de la distorsión y el blast beat que marcan la mayoría de las canciones. Todo con mucha más libertad creativa, sin presión, Wormrot cuenta historias de tensión social, política y conflictos humanos.

Curiosamente, como parte del lanzamiento de Hiss, sacaron un video de trilogía sobre 3 temas del álbum, como homenaje a películas y shows de crímenes tanto de Japón y Singapur. El video habla sobre la venganza de la protagonista en busca de justicia por el asesinato de una mujer en manos de su amante, un policía corrupto. 

Hablando del contraste de fuerza, el vocalista Arif se lleva los créditos de empujar toda esa maquinaria, la cual necesita un conductor y toda esa energía es canalizada a través de sus cuerdas vocales. Lastimosamente, antes de la publicación del álbum, Arif salió de la banda tras 15 años de frentear este proyecto. Uno de los más diversificados y prolijos vocalistas extremos deja por el momento a Wormrot en el aire. Esperemos una continuación a la altura.

Black Midi / Album: Hellfire 

El contorsionismo musical de Black Midi es algo complejo de explicar en pocos caracteres, y aunque se mantenga una base de noise, punk y mathcore, la cantidad de ritmos e influencias es múltiple y, sinceramente, innecesaria de ser detallada. Solo queda decir que es un acto que merece la pena ser escuchado y disfrutado, especialmente por lo novedoso (3 discos desde el 2019) y por la excentricidad e intriga que han generado sus publicaciones. 

Sin ninguna estructura musical predecible presente en muchos de sus temas, esta creatividad ve nuevamente la luz en Hellfire, y continuamos atestiguando un paso ligero, entre tema y tema, de una diversidad enorme de ritmos, estilos e influencias, con una anarquía creativa digna de una historia de locura.

Sin duda estamos hablando de una agrupación muy prolija de creadores musicales y escritores, pero muchas veces este tipo de bandas suenan mejor en vivo como parte de una experiencia de inmersión que de un disco de estudio. Aun así, personalmente, esa mezcla de funk frenético, las melodías exquisitas al mejor estilo de brass band y la creatividad diversa de las historias y las líricas me llega mucho. Sin querer sonar indulgente, hay mucho que rescatar de Hellfire, y creo que muchos de sus temas son de lo mejor que Black Midi ha presentado.

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