Tres discos de música pesada: noviembre

por Pablo Puente
Black metal psicodélico, hardcore extremadamente pesado y un poco más de black metal con saxofón son los discos recomendados de noviembre.

 

1. Enslaved / Álbum: E

Escribir sobre Enslaved puede ser algo natural para mí ya que es una banda a la que sigo desde hace unos sólidos 20 años, pero poner su evolución en letras no es sencillo: es constante, variada y se redefine álbum tras álbum.

El black metal de la segunda ola, especialmente en Noruega y al igual que todo movimiento cultural, tuvo muchas bandas y se interpretó de muchas maneras. Sin
embargo, hay varios proyectos que desde su inicio tuvieron un sonido diferente y no jugaron a lo seguro, sino que buscaron su espacio y lo fueron perfeccionando. Este acercamiento a un sonido único y particular es algo que Enslaved ha logrado fantásticamente en sus ya 14 discos.

Muchos dirán que en queda poco de metal pesado en comparación con el sonido de sus inicios, pero lo cierto es que las resonancias progresivas de los últimos años de Enslaved tienen muchos contextos y mezclas y, a pesar de empujar las barreras de lo cotidiano una y otra vez, su base de fans se mantiene fiel y los ha seguido por todo ese
camino de creatividad irracional.

Jugando con un toque de varias de sus producciones anteriores, el resultado de E es muy parecido al de RIITIIR (2012) pero con algo de la aceleración de In Times (2015). Aún así, el riesgo que toma la banda en cada creación es digno de ser reconocido, tanto por la pesadez de lo vocal y la atmósfera, como en  los coqueteos que tienen con
sonidos experimentales y psicodélicos de otra épocas.

 

2. All Pigs Must Die / Álbum: Hostage Animal

Si el mes anterior hablamos de Integrity y este mes venimos con All Pigs Must Die (el próximo de seguro estaremos con Converge), es claro que muchas bandas de hardcore pueden llegar a niveles extremos de pesadez y jugar entre diferentes estilos, pero siempre con el resultado seguro de incomodar y dejar claro que su sonido es ácido puro.

Pensando en la destrucción, All Pigs Must Die incorporó en las guitarras a Brian Izzi de los triste y recientemente separados Trap Them. Este guitarrista le da a la máquina ya bien aceitada más presencia y fuerza. Así, la furia y velocidad que se busca, tal como si fuera una caída directa al concreto, se encuentra con dolor vivo y lacerante.

El espectro que busca alcanzar APMD es simple: ferocidad y mensajes directos en cortas y punzantes proporciones. Personalmente me identifico con los momentos más rápidos del disco, pues me parece que generan una idea del caos y crueldad que se vierte en cada tema. Mientras tanto, en los temas donde el tempo es disminuido, encontramos riffs de doom alternando con algo de sonidos más progresivos, posibles presagios del sonido al que APMD podría llegar en el futuro.

Sin duda, Hostage Animal es un disco divertido que mantiene algunas de las ideas pasadas de la banda, al tiempo que trae un sonido fresco para su discografía que es imposible que pase desapercibido.

 

3. White Ward / Álbum: Futility Report

El constante e indetenible cambio del arte altera los matices de lo que suena y de las ideas que se divulgan. Lo que ayer fue, no puede ser más y simplemente se ha transfigurado en algo nuevo. Así, a pesar de que las eufonías de White Ward se sostienen en algunos de los elementos más tradicionales del black metal, su nuevo material es la incorporación de un sinnúmero de tendencias nuevas e incluso, su cimentación va más por el sonido groove que por lo áspero de la segunda ola.

Además de la instrumentación que tiene toques de electrónica, algunos roces
de post black e inclusive riffs fuera del abrasivo black metal, quien se lleva la atención
es el saxofón que hace la suerte de noir o avant garde, reemplazando en algunas canciones a la guitarra en solos y otras veces como intro de piano para una aparente suave canción de jazz. Lo importante es que nunca sobra, nunca está de más y es parte de un todo más grande, el sonido entero de la banda cae manejablemente sin ser recargado.

Es difícil predecir con qué te vas a encontrar cada vez que escuchas nuevas bandas. Muchas pasan de largo, otras se quedan, algunas son de transición y en el caso de Futility Report, deseo escuchar un poco más para tener mejores elementos de juicio. Esperaré así su siguiente producción para saber qué camino tomarán.

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