Tres discos de música pesada: marzo

por Pablo Puente
Desde Ecuador reaparece toda la furia de una mezcla atronadora entre el grind y el filo político del hardcore. Desde afuera irrumpen dos grandes discos. Uno de ellos, iconoclasta y tribal. El otro, una explosión de virtuosismo. No te pierdas la lista de este mes.

1. Toccata y Bulla / Álbum: Concebidos en Tierra Bastarda

De todos los discos de música pesada ecuatoriana que dejaron una huella única y son fieles representantes del pasado de lo pesado en Ecuador, puedo decir que Concebidos en Tierra Bastarda, de los latacungueños Toccata y Bulla, es de mis favoritos.

Y es que, si estoy en lo correcto, fue marzo de 1998 el mes en que vio la luz este fantástico disco lleno de temas que destilaban ira y furia. Con una mezcla de ritmos entre el grind y el crust y diversas temáticas al estilo hardcore, de lucha social y opresión humana, verlos en vivo fue, sin duda, un deleite de aquellos tiempos. Incluso creo que muchas veces fueron pasados por alto, ya que la violencia y furor que imprimían en concierto no necesariamente fueron comprendidos en su época.

Igualmente el profesionalismo con el que se manejó la producción de este trabajo era algo difícil de encontrar para esos años en el país, siendo el sello Profane Existence Far East de Japón el encargado de la grabación de este trabajo. Vale decir que este sello forma parte de Profane Existence, un colectivo DIY de Minneapolis, Estados Unidos, en el cual circularon grandes bandas de la escena under anarquista punk y hardcore.

Volver a escuchar este disco de principio a fin a muchos les traerá recuerdos de un período que marcó la evolución de la música más dura del país y que influenció a muchas bandas de la actualidad.

2. Rotting Christ / Álbum: The Heretics

Cuando salió el disco Rituals (2016), escribí una pequeña reseña para RC acerca de ese álbum, tratando de recalcar la importancia de los helenos Rotting Christ en la música pesada a nivel mundial, entre otros aspectos. En este sentido, The Heretics es como un la segunda pasada de Rituals, una continuación con mucha semejanza en materia y substancia, y a pesar de que me falta personalmente algo de potencia en ambos discos, el resultado es destacable.

Si Rituals fue una recopilación de diferentes liturgias oscuras de todo el mundo, llena de invocaciones de terror, The Heretics es un homenaje a diversos iconoclastas y variadas figuras de todo tipo de filosofías. Entre otros, se detiene en el naturalista John Muir o el escritor Edgar Alan Poe, remarcando igualmente variadas lenguas y colaboraciones en algunos temas para recalcar el valor tribalístico y la experiencia en letras bien elaboradas. Todo esto, siempre manteniendo el espíritu del Non Serviam.

Algo que sí funciona con Rotting Christ —y que los diferencia de otras bandas similares— es que se han separado desde hace mucho de la idea de que rápido y brutal siempre es mejor, así no haya coordinación o ritmo, y, al mismo tiempo, de la herejía sin sentido u orientación. La banda ha sido parte de momentos claves dentro del black metal, en sus inicios, y luego, por supuesto, de una evolución que ha derivado en una construcción de música pesada con buen gusto. Sin duda, son el presente y uno de los rostros más visibles de la escena.

Para terminar, este 2019, al parecer, luego de ocho años de ausencia en el país, vuelven a tocar por estas olvidadas tierras, algo de lo cual yo no podría estar más que feliz.

3. A Novelist / Álbum: Folie

Entre lo que he escuchado últimamente como sonidos que eclipsan lo común y transfieren un aire fresco y creativamente configuran diversidad, los nativos de Lafayette, EE.UU, A Novelist, tienen en su última producción, Folie, el disco a destacar como lo novedoso en la música pesada.

Escucho muchas y variadas influencias de distintas épocas en este dueto que me impresionó por lo complejo que puede ser el laberinto que nos plantean en frente. Pasando por los clásicos Death, topando algo de Vektor y, de seguro, algo de Between The Buried and Me, hay incluso algo de Darkest Hour en diferentes partes de Folie, su segunda placa.

Las partes limpias de las voces en varios temas dan una sensación de rock progresivo y son la base de muchas de las canciones a la par de la música. Sin embargo, el truco está en la combinación acertada de segmentos largos de estridentes guturales con blast beat.

Destacable igualmente es el virtuosismo con que se aborda toda la manufactura. Y a pesar de todo esto, me llega a faltar algo que haga del disco un producto completamente destacable y único. Por lo cual espero que pronto escuchemos más de este proyecto para saber si finalmente logró algo que de lo que, de seguro, son capaces de lograr.

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