Tres discos de música pesada: junio

por Pablo Puente
Sonidos híbridos que mezclan el hardcore, el black y el death metal se juntan para que cierres la primera mitad del año cabeceando.

1. Xibalba/ Álbum: Años en Infierno

El inframundo maya suena exponencialmente inclemente en la nueva placa de los nativos de California. Con fuertes influencias latinas y más conocidos en la escena hardcore, esta vez nos traen un material que expande su trayectoria. Años de infierno es un nuevo hito de profundidad para la banda, al incorporar los sonidos más crudos del death y sludge metal, pasando por toques de doom y tomando algo de distancia con la mecánica musical del hardcore.

Curiosamente, a pesar de este funcionamiento, en la instrumentación y ritmos todavía mantienen mucho de la filosofía o temáticas comunes del hardcore, como injusticia o integridad. Posiblemente visualizados desde un plano de desesperanza contemporánea en esta oportunidad.

Hay varios riffs y tempos en temas específicos que profundizan en esta transición a sonidos menos caóticos —por ejemplo, “El Abismo, Pt. 1”— . Como si para llegar a este nuevo sheol hubiera que sumergirse en cenotes de agua clara, a fin de poder experimentar, luego, la pesadez y fuego de otras partes del disco de menor forma, como ocurre en “El Abismo, Pt 2”.

El sonido resultante de esta combinación de estilos se refleja en diversas capas a ser descubiertas por el escucha. Capas que remarcan ese calvario bajío y perdición en un más allá.

2. Calligram / Álbum: The Eye is the First Circle

Una agresión visceral al estilo del black metal, mezclada con estética del hardcore–crust punk, da como efecto la explosividad que tienen los locales de Londres —aunque sus miembros provengan de toda Europa — Calligram.

Es imperante resaltar el impacto emocional y la intensidad que se ejecutan tema tras tema. Ambas cualidades están sostenidas por riffs feroces que buscan empujar las fronteras entre diferentes estilos y que atacan sin compasión una vez que son desatados. La yuxtaposición está muy bien utilizada. Hay episodios que usan estructuras del black metal para ambientar riffs más estructurados y no tan radicales, pero que se integran a la obra perfectamente.

Esto ayuda a romper también la idea de monotonía en temas como “La Cura” que, con un temperamento momentáneamente sedado en su sonido, encajan en una obra que busca alternancia entre emociones muy diferentes.

 

3. Umbra Vitae / Álbum: Shadow of Life

El Proyecto Umbra Vitae cae dentro de la categoría de los super grupos: conjuntos formados por miembros de otras bandas ya establecidas. Umbra Vitae cuenta entre sus filas, sólo por citar, con Jon Rice, en la batería —Uncle Acid and the dead Beats, Cephalic Carnage), Mike McKensie, en guitarra —Red Chord— y Jacob Bannon —Converge—, en la voz principal, entre otros. Comúnmente, las expectativas con este tipo de agrupaciones son altas. Siempre ocurre cuando se crean estas explosivas mezclas. Y, justamente en lo alto de la obra de la que aquí hablamos, se mantiene esta combinación, para tratar de crear una conjunto conciso y directo de metal extremo, con pasajes de deah, grind y core metal.

Igualmente, es necesario destacar que, siendo esta la premisa del mismo, este no se mantiene deambulando solamente en territorio seguro. Así que se visualizan matices menos densos en varios pasajes y, también, espacios de aire para introducir calibres diferentes en lo que respecta a la armonización e, incluso, en los coros.

La experimentación es siempre apreciada, y posiblemente la de Shadow of Life sea una de esas estructuras sonoras que dan pistas para aproximarse a un sonido saturado y pesado de distinta manera. Esto destaca especialmente en el manejo del riff y la variación vocal, que va de lo gutural pesado del death a lo caótico del hardcore. Lo único criticable sería la corta duración de esta placa, algo mínimo que deja un tanto insatisfecho a quien la cate.

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