Nueva década, nueva música para cabecear. La lista pesada del mes vuelve con toda la adrenalina y oscuridad que es capaz de ofrecer.
1. Eternal Champion / Álbum: Ravening Iron
Si revisan algunas de las bandas compartidas en estos años, se darán cuenta de soy poco aficionado al heavy metal épico o power metal técnico. En mi humilde opinión, hay pocas sorpresas en estos ámbitos que sean suficientemente destacables o que salgan de lo común. Es por eso que no sabía mucho de Eternal Champion cuando, por fin, decidí darles una oportunidad a las críticas especializadas que hablaban de una mucha mejor producción en Ravening Iron y de que este disco era un gran paso adelante para la banda.
Curiosamente, el álbum me enganchó, pese a que no cambió mi opinión de lo reiterativo que puede ser el género: odas a batallas en mundos colmados de magia, dragones y mujeres de pechos grandes en las portadas. Posiblemente, esta reafirmación de la personalidad de la banda puede jugar para ambos lados, y es que musicalmente hablando tiene menos de lo que podrían ser bandas como Manowar y más de riffs estilo punk o algunos pasajes marcados por tempos más hardcore.
En conjunto, el disco tiene una excelente ambientación, una muy buena ejecución y, a pesar de ser bastante corto, en él existe ese sentimiento de cohesión y originalidad. Esta vez salió triunfando la fantasía.
2. Emma Ruth Rundle & Thou / Álbum: May Our Chambers be Full / The Helm Of Sorrow
Una mezcla que podría ser bastante dispar si la vemos desde el crecimiento individual de cada artista. Esta vez se unen dos de los eventos musicales que me han llamado más la atención en estos años y a los cuales ya les dediqué algunas líneas por separado.
En total, son dos los EP´s —entre temas originales y covers— que salieron con diferentes nombres, pero que recogen esta extraña combinación. Por un lado, la cantante Emma Ruth Rundle tiene mucho de post punk y rock folk, mientras que la agrupación Thou conjuga un doom-sludge estridente. ¿Qué tienen en común? Principalmente su pasado como artistas que toman mucho del DIY punk y el grunge de principios de los noventa, y, por supuesto, el gusto de empujar las barreras de los sonidos musicales más ruidosos.
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Mucho de lo descrito se puede apreciar en varios de los temas que, cargados de emocionalidad, estallan con alaridos combinados con la áspera pero elegante voz de Emma, como el fantástico cover de la canción de The Cranberries, “Hollywood”. O, más adentro de esa confusa amalgama, en temas como “The Valley”, que mantienen más el tempo común de una canción oscura. Al mejor estilo doom, sí, pero con la claridad de la voz femenina en primer plano.
Esperemos que este visceral mestizaje dé pronto más música de este calibre.
3. Déluge / Álbum: Ægo Templo
La más abrasiva combinación de ritmos que produce el blackned hardcore viene de la mano de los franceses Déluge, que ponen en escena un proyecto bastante ambicioso por la generosa cantidad de influencias que aborda el disco.
Aunque podrían ser etiquetados como avant garde, hay muchas partes en la estética de la composición que profundizan más bien mucho de post hardcore, con marcada agresividad y blast beats para remarcar la atmósfera de caos. Se ve igualmente el uso de abundantes recursos de black metal-shoegazing.
Lo más remarcable en Ægo Templo es la emotividad con la que transcurren las dinámicas del disco. Y a pesar de que ciertos pasajes puedan perder solidez por la experimentación, las cosas llegan a buen puerto. Para transmitir esa empecinada idea de desconcierto que mantiene en el disco. Sin embargo, puede que ese mismo punto sea el más criticable, ya que, al ser un disco bastante largo, requiere paciencia para evocar aprecio.
Camino escabroso el que tenemos por delante con esta monumental obra.
