Tres discos de música pesada: enero 2023

por Pablo Puente
Te invitamos a escuchar tres discos de música pesada que nos dejó el 2022 y que, al igual que las novelas de horror cósmico, retorcerán tus entrañas.

Blut Aus Nord / Album: Disharmonium – Undreamable Abysses

No he tenido la oportunidad de escribir sobre los franceses Blut Aus Nord; a pesar de ser un proyecto de mediados de los noventa y con 14 discos a cuestas, el año anterior me faltó el tiempo para digerir la pesadez del espacio propuesto.

Con un disco asfixiante, me costó meses rendirme ante los primordiales desbocados. Siendo sincero, no había escuchado de ellos hasta el controversial 777 – Sect(s), en el cual resignificaron el dogma de su musicalidad y le dieron una composición mucho más avant garde.

De ese momento han pasado más de 10 años, y entre más aciertos que caídas, el universo gélido del vacío espectral de Blut Aus Nord se ha impuesto, y toda esa sombría atmósfera mutante al mejor estilo de Lovecraft, los ha conducido a no solamente producir un disco en 2022, sino dos increíbles placas, de las cuales resalto: Disharmonium – Undreamable Abysses. Un disco que, al igual que las novelas de horror cósmico, se tornan densas, impenetrables e inclusive, de nombres impronunciables, como los antiguos del mito de Cthulhu.

Cual si fuera el resultado de un sueño de fiebre, lo fascinante de su obra es la increíble cantidad de ideas novedosas que proliferan en sus temas y canciones, inagotables cual éter; las fantasmagóricas pesadillas no descansan en un disco que requiere paciencia eterna, digna de un universo condenado a la entropía.

 

Asunojokei / Album: Island

Japón es una fuente inmensa de momentos sonoros que no se comparan con el resto de la música pesada. Las texturas a las que normalmente uno se acostumbra en algo con predominante influencia occidental, en el lejano oriente solo son parte de la improvisación y los cuerpos armoniosos con los que se compone comúnmente.

De la segunda producción de Asunojokei destaco las acertadas decisiones musicales y compositivas, con una progresión muy conveniente de acordes, creando así un sonido muy particular, cadencioso pero no predecible.

Punto aparte, por supuesto, es la vocalización de Nuno, el cual siguiendo la base screamo-post hardcore, rasga esa musicalidad que es creada cual si fuera pintada con cuidadas témperas; su voz es el contraste de agresividad constante y la parte emotiva-emocional.

Toda esta combinación hace que las canciones varíen entre melancolía musical, belleza y desesperación. Sin duda, estos enlaces se ven incluso representados en la portada del disco, el cual, para algunos sin mucho conocimiento de la importancia del mundo del anime japonés, podrían adelantar criterios.

Japón es una isla no solo geográficamente. En la música y en sí en el arte sus reglas son bastante variables a lo que por acá podría ser considerado inmutable o sacrílego en muchos casos. Esta vez, es una isla de emociones, curada con gritos y colores.

 

Disillusion / Album: Ayam 

Me sumo a las voces que abordan la nueva producción de los alemanes Disillusion como una continuación de su legado, esta vez venido de menos a más. Aclarando que sus anteriores dos placas no son malas, el 2022 terminó con el poderoso Ayam, recordando el primer LP de la banda, estrenado en 2004, Back to Times of Splendor.

En esa suerte de metal progresivo, los teutones lograron nuevamente texturas refinadas y suaves, combinadas con pasajes de agresiva sutileza, riffs marcados y bien contrastados, y una armonía de clarificada belleza y elegancia.

Por supuesto, queda esa sensación de que la coherencia con la que se afrontan los temas nos deja un disco sin muchas sorpresas, pero prefiero decir que ese vínculo entre todo el disco es esta vez la fórmula para que suene tan sencillo y complejo al mismo tiempo. Es más, dividiría al disco en dos partes, cada una de 4 canciones de un total de 8, intencionalmente más calmadas al comienzo y más violentas en su culminación.

Creo que los cambios que justamente esta placa incorpora eliminan algunos elementos que hicieron que muchos de sus anteriores temas en estos años sean menos memorables. Esto a veces pasa desapercibido pero, a pesar de la subjetividad de la composición inherente en toda la música, hay fórmulas que llegan a la gente y otras que, a veces, no tanto.  En palabras sencillas, Ayam es un disco muy bueno y, en mi opinión, su mejor disco en 18 años.

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