Cerramos el año como es debido, con los tres álbumes más oscuros y pesados a la antigua. Lo destacable de estas obras es que demuestran que sus creadores no solo entregan productos únicos, también se superan a sí mismos.
Khemmis/ Album: Deceiver
A pesar de haber escuchado varios discos de los nativos de Colorado, Khemmis, no fue hasta Deceiver que terminó por engancharme. Y es que al seguir con todo a cuestas con la pandemia, en un mundo que parece que nada ha cambiado, ese guerrero de la portada que afronta canción tras canción los embates de la vida, resuena fuertemente como un grito de guerra.
En la presente placa, la banda deja algunos arreglos de metal clásico atrás y se enfoca más en un doom descompensado, agudo pero hechizante. Juega con las fórmulas clásicas de ritmos lentos pero siempre tiene un toque moderno que los identifica y que esta vez, da más espacio a segmentos instrumentales completos y abundantes.
Los puntos más destacables, en mi opinión, son el paso con el que transcurren los 6 temas, que llegan a unos honestos 45 minutos de duración total. Por otro lado, y como es común en esta banda, su producción es impecable y enseña cómo tiene que sonar un disco, que sin muchas complejidades, termina por demostrar meticulosidad y duro trabajo.
La gran referencia que me deja Deceiver es que, posiblemente no le di el tiempo necesario a las anteriores producciones de Khemmis, lo cual voy a hacer de seguro pronto. Así de bueno es este disco.
Der Weg Einer Freiheit/ Album: Noktvrn
Uno de los actos más desapercibidos en la movida extrema es el de los alemanes Der Weg Einer Freiheit, sin duda. La banda ha sacado impresionantes placas de black metal contemporáneo con toques de avant garde que no han tenido la relevancia que deberían. No han tenido especialmente por contribuir en remover las anquilosadas cuerdas que muchas veces se niegan a crear música pesada, realmente pesada, pero diversa.
Algo que me llenaba de curiosidad era, cómo llenar y superar a su anterior placa, Finisterre, la cual está entre lo mejor de la década pasada. Sin embargo, Noktvrn resuena por sí mismo y con obvias diferencias entre ambos, termina por entregarnos un producto único. Sin caer en comparaciones innecesarias, se siente la esencia de la agrupación, pero se conjuga un nuevo camino, busca nuevas estructuras y no se pone límites a sí mismo.
A pesar de tener segmentos de agresividad, es claro también que ese camino encuentra momentos melódicos menos estridentes y preponderan construcciones menos caóticas que sus predecesores. Como su nombre dice, juega con las sombras de lo nocturno, se esconde, da algunas luces, pero busca atraparnos en la oscuridad.
Obscura/ Album: A Valediction
Dentro del metal técnico más elaborado, la influencia ejercida por los alemanes Oscura es sin duda arrolladora, esto hace que su preponderancia y relevancia sea digna de ser destacada.
Sus últimas producciones fueron destacables, pero esta última tenía un plus, el retorno de Christian Münzner en las guitarras y Jeroen Paul Thesseling. Ambos inyectan ese sonido de antaño pero recargado, cual si los temas de este disco estuvieran esperando ser recopilados para esta gloriosa ocasión.
Es así que, la incorporación de elementos con los que la banda se sentía a gusto vuelven a brillar y demuestran la razón de los halagos y cariños ante esta nueva placa. Destacable, en mi opinión, es la calidad de la composición de las canciones, la cual muchas veces para una banda tan técnica y precisa representa el verdadero reto. Al mismo tiempo, el reto está en no repetirse mientras son constantes en la impronta. Que los temas tengan esa fuerza y carisma necesarios para volverse destacables, Obscura lo logra y los traslada a un nuevo disco clásico de la música más pesada.
