Tres discos de música pesada: abril 2023

por Pablo Puente
Bestialidad refinada, con capas y capas de riffs asimétricamente precisos y absurdamente atronadores, esta selección pesada de abril podría guiarte hacia una oscuridad anhelada.

Dysgnostic / Album: Scar Echoes

Hace algunos meses nació una violenta propuesta de death metal técnico. Los anteriormente llamados Defilementory produjeron un disco con disonantes notas y brutales contrastes de tiempos, pero marcada tesón e inhumanos riffs.

A mi modo de ver, para que una de estas agrupaciones que llegan a reventarte los tímpanos me deje una impresión duradera, la saturación en su conjunto tiene que destacar en detalles o aprovechar y remarcar el sonido del bajo; así, entre otras cosas, deben hacer de su composición algo fuera de la norma y de la monotonía de los ritmos pesados.

Es así que los nativos de Dinamarca, Dysgnostic, ejecutan un remarcable ejercicio de bestialidad refinada, con capas y capas de riffs asimétricamente precisos y absurdamente atronadores. Con esta fragosa ejecución, guían al escucha a un sentimiento constante de exacerbación e incansable crueldad.

Al ser Scar Echoes su primera creación bajo este nuevo nombre, solo puedo compararla con lo ejecutado bajo su anterior denominación, en el cual, para mi afortunado placer, siento que dejaron de lado una remarcada afiliación por lo obsceno y directo en donde prima la velocidad y el blast beat, por algo más atmosférico, inarmónico, pero mucho más hostil. Eso en mi opinión, es un signo de madurez creativa. Al bajar los decibeles se crea un velo de vacío donde lo trascendental es dejar la impresión constate de soledad, a pesar de estar todo el tiempo rodeado de música.

Enslaved / Album: Heimdal

Sin duda, entre las bandas más recurrentes que han sido incluidas en este segmento están los nórdicos Enslaved, quienes entregan por años una cantidad de discos tremendamente innovadores y al mismo tiempo anclados a una temática y composición muy única de esta agrupación. Hoy nuevamente están entre mis favoritos del mes. Recordemos que Heimdal es su decimosexto álbum y, como todos los demás, está lleno de una cantidad enorme de ritmos y experimentaciones, primando un black viking metal, con claras tendencias a la mitología nórdica y con arreglos contemporáneos, especialmente en sus últimos 20 años.

Con el cuerno de Heimdal (el ser que controla y resguarda el Bifrost, el arcoíris que conecta a los dioses con los humanos) resonando al vacío arranca el primer tema, dando así inicio a un viaje musical muy característico de Enslaved. La inspiración nórdico pagana prima con improvisación musical variada, pero siempre innovando y dando mucho aire a otras corrientes musicales, nunca quieto y constantemente fluyendo, cual naturaleza cambiante.

A mi modo de ver, la fórmula que define el sonido de los nativos de Bergen no está tan alejada de lo que fueron sus primeros discos más de 30 años atrás, en pleno apogeo de la segunda ola del black metal noruego; solo que esta vez, los intermedios y los riffs no son tan constantes, pero se encuentran ahí todo el tiempo, escondidos entre el follaje del profundo bosque, cubierto de nieve, o en el aleteo de los míticos animales descritos en sus relatos; abundan cuando son rebuscados, pacientemente escuchados, sin ser esperados.

 

Ne Obliviscaris / Album: Exul

Los australianos Ne Obliviscaris han logrado dejar una impronta de música pesada, finamente curada con arreglos de cuerda, que los ha catapultado a una posición creativa privilegiada. Así, sus discos son referencia de cómo instituir variaciones y temas innovadores, usando antiguas formas aplicadas a composiciones con toda la fuerza de lo moderno y lo clásico.

Exul es la definición personificada de épico, y es que todo lo dicho de ellos entre este debate de época de cuerdas y tambores, hace del mismo una constante disputa que va desde los instrumentos hasta las dos voces que ejecutan las partes tanto limpias (Tim Charles) como las ásperas guturales (Xenoyr). A mi parecer, esta receta, aún sin ser nueva, llega a ser una de las mejores de la banda desde el innovador Portal of I, de hace más de una década. Algo disminuida durante algún tiempo, esta fórmula finalmente tiene en Exul una revitalización, un nuevo horizonte de musicalidad y ejecución.

De toda esta dinámica, esta nueva obra de Ne Obliviscaris merece ser escuchada en una sola sentada, como si fuera una cata de licores añejados. Requiere incluso posterior oxígeno en el cuerpo para ser mejor saboreada, ya que esa atmósfera introspectiva que acompaña a la obra, y le da ese aire de grandilocuencia y cinemática espectacularidad, debe ser absorbida con la paciencia de un maridaje.

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