TONOS, colores que exaltan los ritmos andinos 

por Katicnina Tituaña
Este canal de YouTube destaca por su calidad, innovación y rescate de la música nativa ecuatoriana. Conversamos con el productor audiovisual Anthony Yamberla. 
Tonos

Foto: cortesía de Anthony Yamberla

¿Qué se necesita para exhibir genuino talento y belleza? A veces, simplemente una pequeña habitación y un sencillo color de fondo. Sin más agregados que la propia presencia y gracia de los músicos, Anthony Yamberla, otavaleño de 30 años, produce videos de música nativa con calidad excepcional y vanguardista en la provincia de Imbabura. 

El canal de YouTube, TONOS, que cuenta con más de 66.000 visualizaciones, es uno de los pocos espacios digitales —entre ellos, Apak TV y AylluRecords—para artistas y agrupaciones kichwas, afros y mestizos. 

TONOS destaca por su formato minimalista que exalta lo más esencial de los guitarristas, violinistas, cantantes, arperos o flautistas: el talento. Arrancó en septiembre de 2019 con la producción y difusión de contenido. Hoy acumula más de 30 videoclips musicales. 

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Portada agrupación Rikchary Taky de Cotacachi. Foto: cortesía de Anthony Yamberla

Vale la pena destacar el canal producido en este rincón del planeta por una razón. Si bien nuestra música andina ha cruzado continentes, su triunfo ha dependido precisamente del exilio. Sin embargo, TONOS representa un cambio, porque demuestra que la materia prima y el valor agregado sí afloran en territorio nacional.

Es relevante, además, porque en pocos minutos, el sanjuanito, el fandango, los yumbos, la bomba y distintas fusiones de música nativa del Ecuador deslumbran de una manera prístina casi olvidada e innovadora al mismo tiempo. En el video Achiko, Ali Lema y su hija pequeña, Sami, interpretan con dulzura un fandango antiguo de la comunidad de Peguche, Otavalo.  

 

TONOS está influenciado directamente por el canal COLORS de Berlín, cuyo sencillo formato permite colocar al artista y su talento en el centro de atención. “Por cosas de la vida tuve contacto con una de las personas que se dedica a la producción de ese canal”, dice Anthony. 

Cuando preguntó si necesitaba alguna autorización para replicar el formato, le dijeron que “no había ningún inconveniente. De hecho, les alegraba mucho haber influido en [la creación] de otros canales de distintos géneros musicales”.

¿Qué motivó la creación del canal?

La idea del canal venía zumbando la cabeza de su creador en los años previos al 2019. Sus capacidades visionarias y profesionales como director de fotografía en cine lo motivaron a concretarla, pero también un problema más profundo: la escasez de espacios e información que dificulta a los artistas ecuatorianos monetizar su talento. 

Por otro lado, Yamberla explica que a nivel artístico hoy en día los géneros están muy “contaminados” por la música pop. La música andina y/o nativa no es una excepción. Por ejemplo, las particularidades que caracterizan al sanjuanito de Cayambe del de Peguche se están perdiendo. En las emisoras radiales  “todo suena igual”, dice, por ello, entre los propósitos del canal están: 

  • Rescatar las raíces de la música nativa  
  • Aceptar la modernización de ritmos y géneros, pero preservando las particularidades de cada uno
  • Promover la innovación y la fusión de géneros y ritmos, siempre y cuando “alimente a la música y no la destruya”
  • Exhibir grupos poco conocidos  

El último fue definido porque Yamberla y su equipo están “en contra de la monopolización” de las industrias musicales. Es decir, para TONOS, el acaparamiento de los medios, las tarimas o los espacios digitales de un número reducido de artistas no es equivalente a su destreza o talento. “El problema del resto es que no tienen las oportunidades”, señala. 

Jornadas de grabación  

Preparar el estudio requiere colocar luces, reflectores; conectar micrófonos y cámaras. El lugar es pequeño, pero se aprovecha cada metro.

Primero, los artistas pasan por un filtro que evalúa calidad, composición, estructura e interpretación. Después, se elige la canción que será grabada y por último “les exijo que no hagan la interpretación tal cual la tienen súper estructurada, porque una de las premisas aquí es que hagan una interpretación a modo performance”.

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Durante la grabación de la agrupación Tuparimunak de Quito. Foto: cortesía de Anthony Yamberla

Las jornadas de grabación se realizan en el estudio fotográfico de Anthony, Cofradía, que consiste en una oficina y una habitación pequeñas. Aunque el formato del video es sencillo, el trabajo que hay de por medio es agotador. Grabar y registrar el sonido toma entre 6 y 7 horas, dependiendo de cuán familiarizadas están las agrupaciones con la grabación en estudio. 

Por el momento, todo está autofinanciado por el estudio de Anthony, pero la meta es que los artistas o agrupaciones reciban remuneración por lo que hacen. “Va a llegar un punto en el todo caminará solo”, dice con seguridad, “hasta crear una industria musical dentro del género andino”. 

TONOS está conformado por Anthony Yamberla, Jimy Gómez, Kevin Yaselga y Fernando Maigua. Foto: cortesía de Anthony Yamberla

Distribución digital  

Según Anthony, “curiosamente lo que ha sucedido es que producimos música y de repente a la semana a los grupos les están (contactando). Entonces, de alguna forma vemos que sí está funcionando hacer este tipo de contenido”. 

Sin embargo, el producto audiovisual es solo una parte de esa ambición: que la música andina tenga su propia industria. Para ello, a pesar de que el proyecto todavía está completamente autogestionado, se establece un convenio con los artistas que incluye: una sesión fotográfica, asistencia en distribución digital y asesoría en manejo de imagen.

Lo más importante quizá sea la asistencia en distribución digital. “Existe mucho desconocimiento de qué se puede hacer con el material digital”, dice Anthony. Eso abarca cómo distribuirlo, venderlo, monetizarlo, cuidando siempre la propiedad intelectual. 

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Por ello, TONOS trabaja con un sello discográfico de la distribuidora digital internacional ONErpm, así, cualquier institución pública o privada debe pagar por los derechos de uso del material producido por los artistas. 

A pesar que el canal apunta a una audiencia extranjera y migrante, el 70% es ecuatoriana. El resto de la audiencia se distribuye entre España, Estados Unidos, Alemania y países de la región como Chile. 

Más allá de sus objetivos empresariales, TONOS fue creado también con el propósito de conectar a las personas a través de la música y fortalecer comunidades aunque no compartan la misma cultura. La música nativa, cuyo registro corría el riesgo de quedarse en casetes y discos empolvados, ahora y otra vez, tiene la oportunidad de cruzar continentes con más altura

“A través de la música queremos aportar a la sociedad para que pueda mantenerse anímicamente mejor”, dice Anthony, recordando mensajes de agradecimiento que ha recibido de personas en distintas partes del mundo. 

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