Una película silenciosa y dura que cuestiona la obligación de buscar pareja.
Por: Emilia Burgos*
The Lobster es una comedia de humor negro del director griego Yorgos Lanthimos, también director de “Canino” (nominada al Oscar en 2010). La historia se sitúa en un mundo distópico, donde existe una especie de regla dictatorial que obliga a todos a tener pareja. Si una persona está soltera debe, obligatoriamente -por lo menos si quiere conservar su forma humana-, encontrar una pareja o será transformada en el animal que escoja.
David (Colin Farrel), un hombre de bigote con cara melancólica, protagoniza la película. Ingresa al hotel donde debe encontrar una pareja en un lapso máximo de 45 días acompañado de su perro, que también es su hermano.
Aquí los solitarios deben cumplir un cronograma de actividades y reglas para evitar ser convertidos en animales. Las actividades incluyen pasar ocasiones con una mano atada (porque todo es mejor de dos), cazar solitarios para ganar más días de estadía, entre otras.
The Lobster es un mundo marcado por la obligación . Estar soltero no solo es un mal moral, sino legal: caminar por un centro comercial sin pareja podría terminar en la cárcel. Los «desadaptados» han decidido huir al bosque y vivir su vida en una comunidad donde las parejas están totalmente prohibidas, y estar solo es la ley.
Uno de los mayores logros de la película es lograr situaciones cómicas dentro de este mundo obscuro. Lanthimos combina con acierto el dolor y la risa, pero finalmente nos damos cuenta que ni las parejas por obligación, ni los solteros por rebeldía parecen encontrar la felicidad. La película establece un diálogo con la sociedad actual, cuestionando la obligación de tener pareja, donde la soledad aparece como el peor de los males.
David piensa que es más fácil fingir que no se tiene sentimientos, que hacer surgir sentimientos reales, y sabe que si en este mundo es difícil amar, es mejor aprender a adaptarse a sus reglas.
*Colaboradora de Radio COCOA
