El Molinón es de aquellos lugares estancados en el tiempo. Al poner un pie en este sitio, instantáneamente uno se siente en la década de los 80. El olor a húmedo y naftalina abundan y el tapiz color pastel de las paredes, persiste. En el centro de la discoteca, se pueden encontrar aquellos reflectores antiguos que proyectan una tenue luz de color verde. Para ambientar más el lugar, una bola de cristal cuelga sobre el techo y también unos típicos bancos con forma de piernas de mujer que salían en los videos de “The Cars”, rodean la barra. Este lugar es uno de los más retros y desaliñados de Quito.
Aquí se organizó el “Rock and Girls”, concierto para promocionar el nuevo material de “Las Cassettes”. No sabemos si fue por la nostalgia y el chuchaqui futbolero por la derrota de la Tri, pero el espacio sobró en el local. Una pena por la banda de punk rock guayaco, ya que su música merece más seguidores.
El cartel anunció el concierto a las 19:00, pero inició dos horas después. “Los Txk” fueron los primeros en encender la amplificación. “Aló, aló, bueno. Dé subiendo un poco al micro…”, fueron las primeras palabras de Andrés, el vocalista. A esas alturas, con un sonido desbalanceado y con un retorno del demonio, la banda comenzó a rocanrolear. Su facha cincuentona, de chaquetas de cuero y un kilo de brillantina en el pelo, alimentaron el ánimo del público que parecía estar con la depre futbolera. Así, a pesar de los problemas técnicos, el power y la actitud de tiempos de romance rebelde, entre el rockabilly, psychobilly y cine B, fueron exteriorizados con canciones como “Hamburguesas Asesinas”, “Te consumes al fin” y más… La banda se escuchó bien, suenan fuerte, disfrutan su música y se nota que saben hacerlo.
La siguiente agrupación en la tarima fue Contenido Neto. Una joven banda femenina de Quito. El público, que por primera vez las escuchaba, esperaba un repertorio propio e inédito. A la final, no fue así. Esta banda se dedicó a tocar covers de leyendas como Led Zeppelin o Deep Purple. Por ahí presentaron un tema original, el cual transmitió un sonido fuerte, glamoroso y muy a lo hard rock y old school. La canción logró sacar algunos aplausos. En Contenido Neto sobresale la guitarrista Natalia Rocha. Parece que sus manos fueron bendecidas por algún dios. Además lució espontánea al tocar los solos con la guitarra y emuló al mítico Jimi Hendrix al solear con su instrumento sobre su espalda y también tocar las cuerdas con su boca.
Pasadas las diez y media, llegó lo más esperado: The Cassettes y su gira, “Del Rock and roll y otros males”. Nata, al frente, siempre será esa pizca enérgica, loca y fresca que necesita cada grupo. Si esta vocalista trabajaría en un cementerio, tengan por seguro que reviviría a los muertos con su buena vibra y potente voz. Las otras cassetteras no se quedan atrás. Andrea maneja una postura natural sin caer en la sobreactuación. Simplemente, se deja llevar por su bajo, su amigo más intimo. Al otro lado de escenario está Ángela. Su actitud misteriosa pero a la vez impactante son acompañados en cada riff de guitarra. Por último, Gaby, sentada en medio del escenario, descarga toneladas y toneladas de actitud irreverente en cada batacazo. Suena fuerte, sólida y apasionada.
Aunque el público fue mínimo, esto no frenó a The Cassettes para presentar sus rolas. “Arnold Stallone”, “Yo la mala”, “Venganza”, “Cinturón Mordiente”… y el cover de “Motel Ultra”, canción de la banda quiteña Mamá Vudú. Con un baile súper roquero de Nata sobre la barra del local, este cuarteto terminó su presentación. Dejó claro que su irreverencia es la esencia de la banda, una alejada de clichés y de posturas forzadas. Estas chicas son así y pretenden mostrar la música tal cual es: puro punk rock.
Para más información sobre la banda y su gira, visiten su blog oficial:
http://thecassettes.wordpress.com/