En la espera de los nuevos lanzamientos de Mogwai y Explosions in the Sky, pensé que este mes iba a ser el mes del postrock. Lastimosamente ni Atomic ni The Wilderness lograron emocionarme. Por eso, además de celebrar el regreso de una banda de culto, en esta ocasión regreso unos cuantos meses para rescatar una joya del hip-hop.
MartyrLoserKing
Saul Williams
Fader Label, 2016
Cada nueva producción que Saul Williams genere va a estar cargada de sonidos hip-hop nutridos por una amalgama de estilos musicales; letras profundamente políticas, y un concepto musical y narrativo completamente original. Fiel a esto, en MartyrLoserKing, Williams encarna a un minero keniano convertido en hacker que empieza una revolución desde su computadora. Una mezcla de lucha por la justicia social y equidad con ideas hacktivistas. De la mano del productor, Justin Warfield, ex frontman de She Wants Revenge, Williams mantiene la base experimental que ha caracterizado sus trabajos anteriores, pero con una consistencia que no se sentía desde The Inevitable Rise and Liberation of NiggyTardust!, producido por Trent Reznor en 2007.
Pussy’s Dead
Autolux
Columbia Records, 2016
Autolux es una banda imposible que logra lo impensable. Un oxímoron sonoro que es noise en la medida que es pop. No es una banda muy productiva, solamente 3 discos en 12 años, pero es una banda que siempre entrega calidad. Pussy’s Dead es tal vez el disco en el que el trío se arriesga a explorar más con beats y procesamientos digitales que con pedales de guitarra. Sin embargo, el sonido, al igual que en sus anteriores discos, tiene esa extraña y bellísima capacidad de mantener una capa melódica sobre el caos y la locura. Seis años de espera valieron la pena. En términos sonoros, Pussy’s Dead exige escucharlo con buenos auriculares o con un buen sistema de sonido para que la experiencia sea óptima. Tema recomendado: Soft Scene.