Jorge Drexler vino a Ecuador para dar tres conciertos como parte de su última gira. Ricardo Pita se sumó inesperadamente a dos de ellos y ahora nos cuenta todos los pormenores de este fortuito encuentro musical.
Ricardo y Jorge tras bastidores. Foto: Cortesía de Ricardo Pita.
Jorge Drexler, cantautor, compositor y médico uruguayo estuvo de paso en Ecuador con presentaciones en Cuenca, Guayaquil y Quito, entre el 12 y 15 de septiembre de este año. Luego de haberse presentado en la ciudad del austro, se le ocurrió contactarse con Ricardo Pita e invitarlo a que abriera su siguiente show. Lo que parecía un sueño arrebatado para Ricardo, se convirtió en una de sus mejores experiencias.
Todo empezó cinco años atrás cuando Drexler vino a tocar por primera vez en el Ecuador. Ricardo cuenta que en ese entonces lo entrevistaron para una publicación local cuando en realidad él no conocía mucho del uruguayo. A raíz de esto se acercó más a su música y pudo conocerlo en el concierto del teatro Sucre en el 2013. Desde entonces se convirtió en un referente suyo pues mas o menos en la misma época también emergía ‘Ricardo Pita’ como proyecto de cantautor solista.
Ricardo y Jorge cantan Soledad, a dúo. Foto: Cortesía de Ricardo Pita.
Después de ese pequeño acercamiento en el Ecuador y unos pocos años después, Ricardo se volvería a encontrar brevemente con Jorge en Bilbao, España. Ahí pudieron conversar un poco más. “Como que quedamos más amistados”, cuenta Ricardo. Para ese entonces ya sabía que el uruguayo vendría nuevamente al Ecuador y por ahí se le cruzó la idea loca de que quizás podrían estar compartiendo escenario en un futuro cercano.
Pasó el tiempo y se anunciaron las presentaciones de Drexler en el Ecuador: primero en Cuenca el 12 de septiembre, en Guayaquil el 14 y para finalizar en Quito el 15. La primera fecha se llevaría a cabo con normalidad como se había planeado.
Antes de la segunda fecha le llegó a Ricardo un mensaje de texto diciendo: “Ricardo, soy Jorge Drexler, me encantaría que estés en la apertura del show”, y “me gustaron mucho tus videos, tu música, tus arreglos…”. A esto, el guayaquileño incrédulo respondió: “esto es una broma ¿quién es?”. Cuenta que casi enseguida “el tipo muerto de la risa me manda una foto y dice mira estamos en Cuenca”.
Ilustración de Manuela Vásquez
“En esos tres días que compartimos juntos, terminamos muy amigos”
Acordado el plan, se encontraron en Guayaquil para conversar, comer y guitarrear. El día del concierto, o sea el 14 de septiembre, probaron sonido en el Teatro Sánchez Aguilar de Samborondón y mientras estaban en esas a Drexler se le ocurrió que podían tocar una canción juntos en su set. A Ricardo le pareció que era buena idea una canción en la que normalmente se suma hasta el equipo técnico para cantar en conjunto. Jorge, además insistió en buscar otro tema para que lo interpretaran a dúo.
Ricardo conocía mas o menos el set de Jorge y entonces sugirió que podía ser ‘Soledad’, una canción en la que en un interludio podían colaborar y tocar juntos. Lo intentaron en la prueba de sonido y el feat. quedó listo para el show en la noche. La presentación fue un éxito, y después de ella su encuentro iba a quedar ahí. Pero, tal fue la acogida del dueto que, de nuevo de invitaron a Ricardo Pita a presentarse con Drexler en el último show que iba a dar en Quito.
Esto era al día siguiente y las cosas se pusieron algo apretadas porque Ricardo tenía otro show ese mismo día, “fue uno de estos días de aventura tesos”, dice. Agarró su vuelo a Quito se bajó para probar sonido en el otro show, en seguida se fue el Teatro de la Casa de la Cultura y siguieron la misma dinámica del show anterior. Esta vez Ricardo estaba súper apresurado y le tocó despedirse de Jorge en el mismo escenario por que debía correr al otro show en el carro de su baterista, que, según dice, anda de milagro.
Él cuenta que fue una experiencia como ninguna, en realidad llegó a ser pana de Jorge y ahora se escriben compartiéndose cosas de interés mutuo. Ricardo lo recuerda refiriéndose como ‘calidad de persona’, tal cual como lo diría un guayaco. Era alguien que demostró su verdadero interior con él y con todos en general, desde los músicos que le acompañaron hasta la señora que le ayudó planchándole la ropa.
“Un tipo realmente especial, de esas personas que necesita más el mundo”
“Si ves algo que te gusta, da la mano y ayuda”, fue la reflexión que le dejó Jorge a Ricardo. Establecer estos vínculos entre artistas internacionales da vitalidad a la música y por eso es importante demostrar interés como lo hizo Drexler. Fue él mismo quien le escribió a invitarlo a Ricardo, así de fácil pudieron forjar su amistad y de paso construir un puente artístico que fortalece a la música latinoamericana.
