Grupo Spirare es una respuesta creativa al aislamiento. Está conformada por 14 filmmakers de distintos países e invita, con un cortometraje, a repensar nuestra existencia en estos momentos.
País: España, México, Panamá y España
Año: 2020
En una entrevista corta con Alejandra Fernández y David Guerrero —ambos realizadores visuales ecuatorianos—, pudimos conocer un poco más del proceso que llevó este extenso grupo para sacar este corto adelante. El proyecto nació como una colaboración internacional un poco precipitada por la naturaleza de los días, pero con buenos resultados. Con gente de Ecuador, México, Panamá y España, se formó una alianza bastante surtida de cineastas.
El objetivo final del corto parece ser encontrar un respiro y un momento para la pausa creativa. Se llegó a un acuerdo audiovisual entre gente que sentía lo mismo y quería compartirlo con el mundo. En otras palabras, se podría decir que su motivación fue la expresión, la necesidad de mostrar visiones compartidas de la reclusión social que aflige a todos.
El proceso empezó con la conformación del grupo. Una vez que se pusieron en contacto las 14 personas, empezó la decisión del nombre, hasta llegar a la palabra en latín spirare, que quiere decir respirar/vivir. De ahí el siguiente paso fue escribir un texto, que, tras varias versiones, llegó a su edición final que resultó ser una narración bastante poética.
Una vez que tuvieron su mensaje listo continuaron con el rodaje remoto de tomas. En palabras de David, la idea era más o menos hacer un cadáver exquisito. Juntar material de todos lo que pudieran aportar y construir un producto que sea expresivamente relevante. La intención era proponer un tono algo existencialista y concientizador al mismo tiempo.
En mi opinión el corto es una reflexión sobre el ser y el existir. Ellos también lo ven como el respirar, el inhalar y expirar. A la final es un conjunto de distintas perspectivas expresadas en un solo sentimiento compartido. El corto muestras detalles bastante llamativos. Porque el ritmo es absorbente, la cinematografía un tanto hipnótica y la narración sutilmente convincente.
El mood existencialista del corto logra sumergir al espectador en ese sentimiento asociado que todavía no podemos definir, y que, quizás, poco a poco, pueda ser spirare. Una nueva palabra para expresar lo que se siente respirar en medio del caos.