Boris Vian nos trae su primer álbum, con varios de los grandes hits que nos ha venido entregando en estos años. Damos una vuelta por este disco juguetón y profundo, cubierto de tintes surrealistas.
Por fin ha llegado el esperado disco de Boris Vian. Foto: Harí Villarreal
Tres años han pasado desde que Boris Vian (BV) saltó a la escena musical ecuatoriana y desde que lanzó su primeros hits. Desde entonces ha lanzado varios videoclips y singles. Destacan, entre sus colaboraciones, trabajos con Bardo José, Método MC y Reyvegui. El pasado 21 de agosto, este flamante músico ecuatoriano nos sorprendió con su nueva entrega.
Remedios Varios es el nombre del primer álbum del misterioso Boris Vian (BV). El hombre detrás de la máscara de cobre —elaborada por la artista Ana Andrade— finalmente sacó este, su primer álbum. En este L.P, producido y grabado desde su casa en Tumbaco, se incluyen sus hits previos: “Disco”, “Cayendo Cayendo” y “Sevacabar”.
Su canción junto a Método MC, Zoroastro, se quedó fuera por no caber dentro del concepto del álbum —pero vale toda la pena igualmente—.
Cuando BV te explica cómo fue el proceso de producción de este álbum de diez canciones, entiendes por qué la demora. “Primero viene la recopilación de samples, sobre todo de vinilos. Luego, la organización de estos y ver cómo pueden funcionar juntos. De ahí (puedes) armar las canciones”.
Pero primero… ¿Quién es Boris Vian?
Boris Vian fue un músico, escritor, periodista, ingeniero e intelectual francés que vivió entre 1920 y 1960. Pero según su bio en Spotify, BV es un multiinstrumentista, compositor musical, beatmaker y performer ecuatoriano —entiéndase performer como la persona que crea y ejecuta performances—.
Veamos qué dice Wikipedia sobre el performance: “es una obra de arte o muestra artística creada a través de acciones realizadas por el artista, pudiendo ser en vivo, documentadas, espontáneas o escritas, presentada a un público dentro de un contexto de bellas artes, tradicionalmente interdisciplinario”.
Y precisamente como “interdisciplinario” se presenta BV. “No solo es música”, cuenta el hombre enmascarado. “Se busca que no sea una narrativa lineal de lo que usualmente es ser músico”, explica, para luego sentenciar que “van de la mano todas las facetas”.
Esto lo podemos ver en su video EPISODIO02 de BVTV —su programa en YouTube—. Ahí te advierte, entre otras cosas, cómo concibe a su trabajo artístico: “BV, como el fin del arte como un juego”. Todo esto lo hace mientras camina de manera imponente por las calles de Guayaquil, cuando de pronto, llega a su primera presentación en vivo, allá por el 2017.
Por otro lado, en el EPISODIO03, el baterista de BV, “Pabs”, lo describe como un niño. “El momento de la transformación, cuando es lo que la gente ve, es un niño puro, transparente, que se divierte y juega”. Incluso, confiesa, “yo quiero contagiarme de eso (…) yo trato de robarme su juventud”.
Volviendo al tema…
Este lado lúdico e “infantil” de BV puede que sea lo más característico de su música y de Remedios Varios. A todo esto, explica, “lo veo como un juego”. Las voces, el sampleo, el desarmar canciones para reconstruirlas, los sonidos de la infancia… La verdad es que resulta sencillo imaginarse a BV como un niño jugando con legos.
De hecho, al final del tema “Antiestático”, se escucha un sample “si sólo ves con tus ojos, no verás la verdad”. La frase proviene de un episodio de Dragon Ball, en el que Gokú recibe clases de Mr. Popo ¿Existe algo más infantil que añadir este sample a una canción?
En realidad, esa frase de Dragon Ball se parece mucho a una del aclamado libro infantil y filosófico, El Principito. En el capítulo 21, el zorro da una gran lección al Principito: “sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”.
Asómense para ver las cosas desde otro ángulo. Foto: Harí Villarreal
El sampleo como un collage
En cuanto al nombre del álbum, este es bastante autoexplicativo, aunque también es un juego —como todo lo que hace “el Boris Viancito”— de palabras.
Basta ver la portada del álbum y googlear un poco a Remedios Varo —pintora española asociada al surrealismo— para identificar la conexión entre ambos. La portada es un collage al estilo de Varo y que incluye recortes de su obra.
Tiene sentido, puesto que si de alguna forma podemos definir lo que hace Boris Vian, en términos musicales, es el collage y el surrealismo. Y es que el sampleo es, junto a una atmósfera psicodélica y juguetona, el factor común entre todas las canciones de nuestro músico multifacético.
Por otro lado, el disco está cargado de texturas, efectos y sonidos que invitan a cuestionarse si, en efecto, son samples, composiciones de BV o si son fragmentos que salieron de un sueño lúcido de este personaje.
Y en esos términos, Remedios Varios no es más que un collage surrealista hecho de pequeños collages individuales. Un meta-collage, en donde el juego de destruir y reconstruir es, además de terapeútico, auditivamente placentero.
Portada de Remedios Varios. Foto: archivo de Boris Vian
El estilo en Remedios Varios
“Es un disco que tiene varios estilos”, dice BV. Un “indie experimental”, como lo llamaría Martín González, periodista musical y jefe de planta de Radio COCOA.
Lo cierto es que su música es bastante global. Tiene como eje al sampleo y el beatmanking —características del hip-hop—, pero también se mete a explorar con ritmos latinos, como la samba y la cumbia, el rock psicodélico, y música de origen gringo, como el disco y el jazz.
De hecho, si uno mira las principales ciudades donde lo escuchan en Spotify, resaltan, en primer lugar, París, en segundo, C.D México y recién ahí asoman Quito y Guayaquil en tercer y cuarto lugar. Lo remata la ciudad francesa de Lyon, en el quinto.
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Sobre el contenido de sus canciones, BV asegura que ve el álbum como algo “fílmico”. “Cuenta varias historias sobre el nacimiento de BV y de la valoración de la niñez, de eso que me hacía feliz antes de ser adulto”, se explica.
Y así se siente. Una mezcla de historias que oscilan entre lo actual y lo antiguo, lo humorístico y la nostalgia. Referencias de la cultura pop de antaño que se mezclan con las composiciones musicales de este músico actual y local.
En Remedios Varios hay un cruce entre lo actual y lo antiguo, entre el humorismo y la nostalgia. Foto: Harí Villarreal
El inicio del juego como un arte
Veámoslo desde el punto de vista del famoso semiólogo francés, Roland Barthes. En su ensayo “La actividad estructuralista”, Barthes menciona que el estructuralismo sirve para intentar entender la realidad, volver inteligible lo, inicialmente, ininteligible —en el caso de Remedios Varios, podríamos decir que lo que se busca entender es la niñez de Boris Vian—.
Para esto, decía Barthes, se busca recrear al mundo real en uno imitado. Es así que “el hombre estructural” descompone a la realidad observada en pequeños fragmentos o unidades. Esto es lo que hace BV, cuando selecciona fragmentos de canciones para samplearlos.
Una vez propuestas las unidades, explica Barthes, “el hombre estructural debe descubrirles o fijarles reglas de asociación: esta es la actividad del ensamblaje”. Nos encontramos, entonces, en el momento en que BV toma los samples separados y crea nuevas canciones con un hilo conductor que sirve de pegamento para el álbum: el collage surrealista.
“La composición inicial no es tan consciente”, explica el “Boris Viancito”. Esto podría explicar su vínculo con el surrealismo: la importancia que se le da al subconsciente. “Dejo que me sorprenda un poco el momento. Pero luego viene la parte técnica y más consciente”, explica.
Es así como, a través de la intuición y el experimento, BV logró crear un álbum con una identidad sonora sólida y trascendente. Recortó imágenes y sonidos de su infancia para pegarlos en el mismo collage donde está su presente y futuro.
“Es como un péndulo. Va de lo intuitivo a lo racional, de lo emotivo a lo pragmático”, profundiza.
Puede que entre los Remedios Varios de BV no esté la cura para el covid, pero definitivamente está la cura para el aburrimiento y la saturación de la escena “indie” ecuatoriana.
Este álbum es, a mi parecer, de lo mejorcito que ha sacado últimamente el indie local, codeándose con lo último de Lolabum y Amantina. Además, proyecta un sonido nuevo entre la electrónica y sus sampleos, muy diferente a la música fusión propuesta anteriormente en grandes proyectos como Nicola Cruz, EVHA o Mateo Kingman.
Puede que algún día, al igual que le pasó a El Principito, dejemos de ver la obra de Boris Vian como algo únicamente lúdico e infantil y más como algo filosófico y profundo. Pero eso ya está en ti.
Por el momento, te dejo las canciones de Remedios Varios que no te puedes perder: “Santería”, “En la Floresta” y “Don Patricio”.
