“Las definiciones que existan para quien crea en ellas”, un encuentro con la poesía de Paola Proaño

por Radio COCOA
La expresión escrita como refugio, las palabras como representación de realidades cambiantes y diversas. Nos acercamos a los poemas de Paola Proaño.

Paola Proaño en su visita a Radio COCOA / Foto: Radio COCOA

«Por eso, es mejor hablar, recordando que no se esperaba que sobreviviéramos». Paola Proaño cita los últimos versos de Letanía de la supervivencia, de la escritora y activista Audre Lorde. «No sé si valga la pena vivir sin expresarte, si es algo en lo que tú crees.  Mientras sea coherente para ti, yo creo que es válido que salga», comenta después de acudir al poema.

Asegura que la expresión escrita ha sido su refugio, y que le gusta más leer que escribir. Su intención no ha sido producir dentro de ningún género literario, sino encontrar  medios y procesos de descarga. «No creo que escriba poesía, no sé, me desahogo no más… es lo único a lo que me puedo volcar y sé que va a estar ahí siempre».

Nació en Quito y tiene 26 años.  Estudió música, su carrera se ha desarrollado en torno a la  composición y la guitarra, y como docente en la universidad. Actualmente le interesan las intersecciones entre la poesía y la música.

Extracto del poema «Severidad y gozo». Quito, abril de 2015.

Mientras conversamos, siente necesario acudir a otra referencia. Esta vez, recuerda un fragmento del texto Sobre Pronombres, de Jack Halberstam: «No suelo quedarme en el medio, ni política, ni socialmente, ni en términos de cultura, cuestiones queer, feminismo o masculinidad. Soy una persona de opiniones fuertes, entonces, ¿por qué insisto en que me dé lo mismo a nivel de pronombres?».

Extracto del poema «Al borde». Guayaquil, noviembre de 2017.

A Paola le resulta cercana esta postura. Cree en espectros de la identidad más amplios de los que caben en las convenciones lenguaje, en un «el» o «ella». Pero además, su propia experiencia ha sido cambiante, ha vivido la construcción de su identidad de género por episodios. «No creo que sea tan rígido, por lo menos para mí no lo ha sido. Han sido etapas, y no sé qué pasará después», dice.

En ese sentido, aboga por la flexibilidad en las palabras, por modificaciones de los pronombres que permiten pensar que hay formas más diversas de existir. «Yo veo esa x como una hazaña, indicando que hay un espectro mucho más amplio de lo que nos cabe a nosotros en la cabeza, creo que no podemos limitar las realidades que pueden darse…».

En su proceso ha tenido que poner en diálogo a las normas sociales con su propia experiencia, más flexible, más cambiante y compleja. «Muchas veces estoy fuera de lugar porque no siempre creen que tengo 26 años y que me llamo Paola, mi cédula no me acolita, digamos. Pero tampoco cambiaría mi nombre, ni me interesaría. Supongo que tampoco creo en el sistema. Creo que tienes que visibilizarte justamente para que haya un cambio, pero a la vez es tan peligroso hacerlo…».

Paola Proaño / Foto: Radio COCOA

Su producción escrita está directamente ligada a sus vivencias diarias. Explica que sus textos nacen en medio de situaciones de riesgo emocional, de momentos de la vida en los que se expone a sensaciones fuertes, a que le rompan el corazón, por ejemplo. «Puede ser peligroso porque no sabes hasta qué punto puedes ponerte en ese tipo de situaciones, estás probando cuánto puedes aguantar, y no quiero que se me vaya la mano. Supongo que también me cuido, a veces no quiero exponerme a muchas cosas y obviamente no escribo, y no me preocupo si en ese momento no puedo hacerlo».

Pero también su poesía está activada por coyunturas de un entorno más amplio. Por ejemplo, habla de la necesidad de expresión que sintió frente a la marcha «Por la Familia» que se dio en Guayaquil en octubre del año pasado. «Ese tipo de cosas me afectan, estaba viviendo muy cerca de donde se dio la marcha, y era imposible, para mí fue intenso. Hay cosas que no puedo ignorar, supongo que no puedo quedarme en silencio si tengo algo que decir sobre eso».

Extracto del poema «Severidad y gozo». Quito, abril de 2015.

Genera versos sin métrica ni rima que atribuye a esa poca pretensión de crear bajo una estructura, y a su gusto por dar la contra y por la poesía del siglo XX. «Ahí se rompe completamente todo eso. Ahorita ser respetuosos con la forma y la tradición resulta un poco extraño o lejano. Supongo que las cosas más desgarradoras que he leído van dentro de ese estilo, me han marcado».

Con ese mismo espíritu, incorpora lenguaje coloquial en sus escritos. «No quiero que se me tome muy en serio, no quiero yo tampoco tomarme muy en serio. No me considero una persona erudita ni mucho menos, por qué voy a fingir, quiero que sea lo más transparente que se pueda…».

Sobre sus hablantes líricos, los narradores de sus poemas, dice que no tiende a desdoblarse. «Quizá se me ve más de lo que quisiera, no creo que haya mucha pose, sigue siendo lo que a mí me pasa, lo que voy viviendo. Hay cosas en las que sí quiero distanciarme de mí situación, pero supongo que siempre va a ser más útil para mí si es lo que quiero sacar y lo que me está pasando en ese momento».

 

Únete a la conversación

Tal vez te interese

Add Comment