¿Podrían los NFTs cambiar la industria musical?

por Xavier Vinueza
La hegemonía de las plataformas de distribución musical ha dado de qué hablar en los últimos tiempos. ¿Podría ser esta una oportunidad para los NFTs en la industria?

Durante la última década, plataformas como YouTube, Spotify y Apple Music se han impuesto en las dinámicas de distribución y consumo de música. Dentro de ellas hoy existe el trabajo de compañías discográficas internacionales y de artistas independientes que autogestionan sus esfuerzos.

Estas plataformas, sin embargo, han sido cuestionadas por acaparar entre el 75 por ciento o más de los ingresos generados, según el banco danés Saxo Bank, y por cómo han manejado la retribución hacia los músicos.

Mientras tanto, el cripto-mundo ha irrumpido con nuevas posibilidades transaccionales en todos los campos, donde el arte digital tiene un lugar especial. El 2021 fue el año del boom para el cripto-arte.

En ese escenario, los NFTs (Non-Fungible Tokens) han desatado un fenómeno mundial creciente, del cual ya han surgido preguntas y predicciones. Por ejemplo: ¿podría ser esta una nueva línea de negocio en la industria musical? y ¿cómo? 

Primero, lo primero: ¿Qué son los NFTs?

Los Non-Fungible Tokens son certificados de autenticidad y posesión de un activo digital. Este aval existe dentro de la tecnología blockchain, caracterizada por su proceso de verificación totalmente descentralizado y transparente.

Los activos digitales pueden ser obras gráficas, sonoras, audiovisuales, etc. Entre los casos más emblemáticos encontramos la venta del primer tweet de la historia por 2.5 millones de dólares. O el icónico perro Shiba Inu de los memes, por 4 millones. Estos son ofrecidos vía subasta en tiendas virtuales (Marketplaces) y comercializados mediante criptomonedas.

 

¿Pero qué pasa con las infinitas copias que se pueden hacer con tan solo una captura de pantalla? Quizá eso es lo que le da incluso más valor a un NFT. Hablamos de que solo uno, o unos pocos poseerán el título de propiedad sobre una obra de acceso público que cualquier persona puede encontrar en internet.

Otra característica que ha resaltado en el mundo de los NFTs es su historial de transacciones. Este es públicamente visible, por lo que la información de originalidad y propietarios es siempre rastreable.

Además, el artista original puede recibir un porcentaje de las ganancias cada vez que su activo se venda, beneficiándose del sistema programable a través de contratos inteligentes.

Una mirada al contexto de la música en plataformas

Con el nuevo milenio, el flujo musical se vio revolucionado por la era digital. En la actualidad, el streaming se ha establecido como el formato dominante con un 83% frente a la distribución digital y física, en Estados Unidos.

Y aunque los porcentajes son menores para este formato en las demás regiones, esta es la proyección de tendencia que se está adoptando cada vez más, según datos actualizados por Business of Apps para el 2022.

¿Qué nuevos conceptos llegan a la industria musical?

Quizá la primera forma que se nos ocurre para utilizar NFTs dentro del mundo de la música sea vender el certificado de autenticidad de una canción. Es una de las posibilidades. Sin embargo, la dinámica con los NFTs va mucho más allá de la posesión de un título.

Dentro de la adquisición de un Non-Fungible Token, el activo digital como tal puede resultar lo menos importante. El beneficio de más peso es aquella experiencia a la que se accede tras adquirir un activo, dentro del mundo virtual como en el mundo real.

Así lo han hecho algunos grupos musicales como la banda de rock estadounidense Kings of Leon, por ejemplo, que con su álbum NFT ofreció pases de primera fila para sus conciertos, de por vida.

Kings of Leon es una banda de rock estadounidense.

Cada creador de obras digitales tiene la potestad de definir cuántos certificados de propiedad poner en el mercado. Así mismo, cada artista podrá otorgar a los acreedores beneficios según considere, por ejemplo, derechos frente a una comunidad, voz y voto en acciones concretas, ser partícipe de materiales especiales, productos, sorteos, etc.

El concepto de exclusividad ha impactado también al mundo artístico, generando una nueva forma de coleccionismo que transita entre el mundo virtual y no virtual.

Entre la dinámica de subasta oferta-demanda, además del hype y valoración intangible propia del mundo del arte, cada vez son más los artistas que están presentes en el mundo de los NFTs.

Por mencionar algunos, The Weeknd, Snoop Dogg o Gorillaz se han beneficiado ofreciendo canciones inéditas, versiones exclusivas o material personalizado a sus consumidores.

Una revisión a las predicciones de Saxo Bank

Recientemente el banco de Dinamarca Saxo Bank publicó las “Predicciones indignantes del 2022”, atreviéndose a hablar sobre el futuro de la industria musical.

Portada de «Outrageous Predictions 2022: Revolution» de Saxo Bank

A razón de los altos porcentajes de ingresos que retienen las plataformas digitales, la entidad financiera afirma que los músicos están listos para hacer cambios. Así mismo, que las nuevas tecnologías basadas en blockchain les ayudarán a establecer dinámicas más justas.

Para el banco danés, la tecnología de NFT es prometedora, pues no solo ofrece una forma de verificar la propiedad de una obra, si no también de distribuir mediante un sistema completamente descentralizado.

Los artistas podrían distribuir música directamente a los oyentes sin que los intermediarios centralizados se lleven una parte”, dice el documento. Considerando además que el flujo de ingresos se podrá rastrear en tiempo real.

Íconos mundiales como Katy Perry, The Chainsmokers y Jason Derulo empezarían a ofrecer música mediante un servicio basado en NFT, predice Saxo Bank. Prevé también que “otros artistas conocidos comenzarán a sacar su música de las plataformas de transmisión ahora ‘tradicionales’”.

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Seguir cuestionando este nuevo mundo

Los NFTs serán clave para acceder a los metaversos venideros. No solo el de Zuckerberg, pues no es el único, si no todos aquellos espacios de interacción virtual que se abrirán en los tiempos venideros.

Es decir, para ser parte de la nueva realidad tecnológica deberíamos empezar a familiarizarnos más con los NFTs y su mundo. Pero a la vez, ver de cerca cómo se desarrollan las dinámicas de acceso a ellos para los artistas y consumidores de arte dentro de mercados como el ecuatoriano.

Hoy por hoy, los NFTs constituyen la última moda tanto para inversores como para grandes marcas mundiales. Los activos digitales de tendencia son un lujo y privilegio por sus altos costes así como por el bajo porcentaje poblacional que habita estos universos.

Desde un punto de vista parece que se aproximan opciones de negocio interesantes para los music business. Pensar en las nuevas vías de ingresos o en el impacto en nuevos públicos podría ser tentador. Pero, ¿qué ocurrirá con la subasta de obras de pequeños artistas independientes? ¿Será esta una plataforma que pueda acogerlos también?

La dinámica actual de pago por parte de las plataformas ha resultado, por lo menos, cuestionable. ¿Resultarán los NFTs una democratización de los contenidos o una nueva forma de gentrificación digital?

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