Método MC le dio la vuelta a su proyecto. Revisamos la historia del hip hop para descifrar de dónde viene la ruptura que propone.
¿Dónde mismo nació el hip hop?
¿Será como el punk, que fue inventado acá al lado en Perú?
Y si el rap es recitar palabras con estilo…¿Velasco Ibarra no sería un gran MC? —esta es una abreviación para Master of Ceremonies o Mic Controller. Hace referencia al maestro de ceremonias que acompañaba a un dj en vivo durante un show—
Lo que sí puedo contar es que en Nueva York, en 1973, el dj Kool Herc organizó una fiesta en su departamento en donde pinchó música con vinilos de funk, de una manera nueva para la ciudad. Mientras tanto, un MC animaba la fiesta con un micrófono.
Probablemente esa no haya sido la primera vez que pasaba algo así. Pero sí se volvió un evento muy conocido dentro de la comunidad del hip hop en Estados Unidos, en la que se popularizó.
MCs y vinilos, rimas y beats.
El hip hop se logró meter también en países como Ecuador, en los que los amigos del barrio se reúnen a soltar rimas. Rimas como las que suelta Método.
Como es de suponer, Método MC se llama así porque es un (M)aestro de (C)eremonias. Nació como artista en medio de estas reuniones barriales, subido en la tarima de asfalto junto a “sus panas del rap”.
Roberto Idrovo, productor y rapero cuencano, es quien bautizó así a este, su proyecto musical de hip hop, que surgió en el 2012, en las calles mismas de Cuenca.
“Tengo gratos recuerdos de eso (…) El sábado yo necesitaba salir de mi trabajo y correr al barrio donde estaban mis panas del rap para ir a freestylear (…) Creo que el rap es como el canal de escape para muchas personas, así como lo era para mí un fin de semana”, nos cuenta.
Desde el 2012, Método ha publicado algunos singles, álbumes y también varios videoclips. Viniendo de tocar en una banda de reggae, el dub se ha podido escuchar en muchos de sus temas, siempre con el hip hop de por medio. Las letras han ido explorando un juego con el lenguaje y reflejando la vida dentro de la sociedad que lo rodea.
Así mismo, ha ido indagando en su sonido a través de los beats que él mismo compone y produce. Te recomiendo un par de temas de sus anteriores trabajos: “El Comienzo de la Partida” y “Ctrl Z”.
Ya en este 2020, su nuevo álbum, PLOP, nos presenta una nueva fase, que suena como si Método MC reventara globos de azúcar o tocara arpas con cadena.
Este nuevo disco nos pasea a través de una fábrica de dulces, en busca del oro escondido en los 808s —808 hace referencia a la caja de ritmos/sintetizador introducido por la marca Roland en 1981, el Roland TR-808—.
El “Kick”, uno de los sonidos de la máquina original creada por Roland, podía sonar así:
Un “Kick” 808 hoy puede sonar así:
Eso es lo que está buscando también Método en PLOP. A diferencia de su anterior álbum, Cromo, este no demanda tanto en sus letras sino en la ruptura de su carácter. Surge como una respuesta, a fin de cuentas, necesaria.
Método nos explica en qué consiste: “Eso busca romper la estética y el tabú de que el hip hop tiene que ser negro, blanco… oscuro… llevar a la nueva generación a decirle: hey, los colores no tienen género, la música no tiene género”.
La presentación y el lenguaje del nuevo Método resaltan una necesidad de cambio.
“Así como evolucionamos en el pensamiento, eso tiene que verse reflejado también en lo que hacemos, en lo que tratamos de mostrar”, profundiza.
¿De dónde viene esto?
Un indicio:
En 1994 Notorious B.I.G sacó Ready to Die. Dentro de este álbum hay una canción que se llama “Things Done Changed”. Aquí hay unas barras en las que Notorious representa, de alguna manera, la esencia de este movimiento cultural: el hip hop.
Según él, había dos maneras para que a alguien del “hood”o del “guetto” le puedan pagar plata:
Either you are slinging crack rock
or you got a wicked jump shot”
Lo dijo en referencia a la droga y al basketball y desde la perspectiva de un hombre negro que vivía en los barrios más vulnerables —económica y socialmente— de Nueva York en los años noventas. Mientras decía esto, en sus rimas estaba popularizando una tercera manera…convertirse en una estrella de rap.
El rap se popularizó desde esta perspectiva, envuelto en circunstancias de adversidad. Pero ni el rap ni el lenguaje están determinados. Para no irme por las ramas acá, dejo un tallo sembrado: el rap es una voz para sacar lo que tienes guardado en el pecho.
Suele ser provocador, a veces presumido e incluso, a veces, puramente cómico y teatral —o performático—.
También muchas veces viene de un lugar de celebración, de una espontánea celebración de victoria en contra de las probabilidades. Como otro género musical.
El punk fue un movimiento cultural (social) subversivo, y, en ese sentido, es parecido en espíritu.
El punk es contestatario, demanda, es acción, es irreverencia… y el hip hop es eso”
Método MC
Y, definitivamente, este es un álbum súper “hopero”.
El tema casi homónimo del disco, “PLO”, refleja esa actitud del punk… usando un autotune hábilmente empleado. “O! Mero Mero” carga esa energía demandante del punk… con sintetizadores y pedales aullando de fondo.
”J-I-T, Dímelo” y ”Gold Chain” son, por otro lado, unas golosinas, para mirarlas inclinándose las gafas.
Así, este álbum no busca respetar ninguna barrera que limite la música a un género y va cargando al espíritu contestatario del hip hop.
Es 2020 y el “hop” lleva puesta una chaqueta con muchos parches de distintos materiales.
En cuanto a la producción, la de este disco es excelente. Mientras escuchaba pensaba a ratos en proyectos como Princess Nokia, Aminé, Ca7riel. PLOP suena con el mismo brillo de todos ellos.
Hay también temas con puro dembow y dub. Las estructuras son bastante experimentales. Método prueba no sólo nuevos sonidos sino formas de arreglar las canciones con sus beats.
Por eso este álbum suena tan variado y no es estático en ningún momento. Son muchas golosinas de distintos sabores empacadas en confetti fosforescente.
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Las colaboraciones las pude leer en el disco físico que se estaba vendiendo — junto con camisetas, hoodies y mascarillas— como parte de un crowdfunding, que al parecer fue un éxito y ayudó a producir el álbum con todas las de ley.
Hay mucha gente que se está moviendo dentro del movimiento artístico del Ecuador que ha colaborado en este álbum. Es notable el gran aporte tanto musical como visionario. ¡Todo logrado a la distancia!
Método ha metido todo su esfuerzo para lanzar a su proyecto de la manera más prolija posible, sin importar las circunstancias. Una virtud importante dentro de este movimiento nacional que cada vez está creciendo más, como una masa madre.