Músicos de distintas vertientes e identidades presentaron el 16 de octubre Origen, un concierto dedicado a la diversidad. Desde el Teatro Nacional Sucre, en este fotoreportaje te compartimos esta experiencia.
Describir lo que se vivió el 16 de octubre en el Teatro Nacional Sucre es intentar poner en palabras la liberación de una energía terrenal alucinante. Una energía creada del encuentro entre músicos de distintas corrientes y raíces, que gozaron y celebraron sus orígenes.
De ahí el nombre del concierto, Origen, un ensamble trabajado durante una residencia de cuatro ensayos, dirigidos por el saxofonista colombiano Antonio Arnedo. Esta residencia artística es una segunda etapa de la primera que resultó en el concierto Radicante en julio, en el Centro Cultural Cuevas del Ilaló.
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El propósito de estos encuentros es que músicos profesionales de distintas vertientes y tradiciones afroecuatorianas, kichwas y mestizas se junten para compartir, conectar e intercambiar sus identidades sonoras y personales. Y aprender de referentes artísticos internacionales de la región.
Como las palabras se quedarían cortas para transmitir la experiencia, preparamos este fotoreportaje del concierto Origen, posible gracias a la Fundación Teatro Nacional Sucre, el Centro Cultural Cuevas del Ilaló e Ibermúsicas, entre otros. Además, conversamos con algunos músicos previo a la presentación sobre la importancia y la riqueza del encuentro.
El evento
Minutos antes de presentarse en el escenario, en camerinos la interacción entre los músicxs demostraba buena vibra y una comunicación fluida, surgidas de la amistad, el afecto y la admiración.
Las residencias artísticas son procesos de creación conjunta. Foto: Xavier Vinueza
El concierto empezó a las 18h00 y lo dio inicio la Orquesta de Instrumentos Andinos.
Foto: Xavier Vinueza
Los aplausos del público despidieron con calidez a la Orquesta y recibieron a los músicos del ensamble: Antonio Arnedo, Grecia Albán, Mariela Espinosa, Álex Alvear, Curi Cachimuel, Fidel Minda, Kevin Santos, Dennis Chalá, David Valencia, Daniel Pacheco, Matías Alvear y Juan Ernesto Guerrero.
Foto: Xavier Vinueza
«Somos millones en efecto, en un entorno tan diverso», fue el coro del primer tema del ensamble, cuyo autor, Kevin Santos, brilló con una gran sonrisa, su voz y su destreza con la marimba. La energía del concierto solo se intensificó a partir de esa canción.
Interculturalidad
Para Álex Alvear Origen es “celebrar la interculturalidad a todo nivel. Lo lindo de esta residencia es que está enfocada en la música nuestra de acá, música afroecuatoriana, música indígena, música mestiza. Busca esta magia que sucede cuando tienes a un grupo de desconocidos que se juntan por primera vez a trabajar en hacer música, en escucharse, en proponer, en aceptar un trabajo de equipo muy lindo”.
Foto: Xavier Vinueza
El ensamble presentó temas de Kevin Santos, de Curi Cachimuel, de Grecia Albán, de Álex Alvear y del maestro Arnedo. Foto: Xavier Vinueza
La versión original de cada tema experimentó una transformación provocada por el intercambio, la improvisación y las habilidades de lxs músicxs.
Foto: Xavier Vinueza
Unir caminos e identidades
Grecia Albán, cuyo tema Anita, dedicado a su hermana y en compañía de la voz de Mariela marcó un momento emotivo, manifestó que Origen fue una oportunidad de descubrir puntos de encuentro. “Cada uno de nosotros tiene sus proyectos individuales, sus caminos y búsquedas, y siempre son importantes espacios en los que podamos encontrarnos como seres humanos, como personas, como músicos para unir por un instante esos caminos. Y en esa unidad creo que trabajamos mucho el respeto, la tolerancia, y el enriquecimiento de la música del otro”.
Foto: Xavier Vinueza
Para Fidel Minda, percusionista, el propósito de estas residencias artísticas es además “sensibilizar a la gente, al público. Estamos envueltos en la modernidad, en una música que no te transmite mucho en general, es como la comida rápida. Para mí es importante que el público sienta de verdad la esencia del arte, la magia que tiene la música y el arte”.
Foto: Xavier Vinueza
Según Fidel, el mensaje de Origen es que la audiencia “valore sus raíces como cultura. En el Ecuador siempre hemos negado mucho nuestras raíces indígenas, nuestras raíces afro. Siempre como que lo indígena, lo negro es algo malo y en realidad no, es algo que es parte de nosotros y más bien para mí es un orgullo ser afroecuatoriano y eso a través de la música se refleja. Es importante tocar en espacios así como el Teatro Sucre, que es el mejor teatro del Ecuador, tocar músicas andinas, músicas afroecuatorianas y darles el espacio que se merecen”.
El concierto cerró con Pachamama, un tema de Curi Cachimuel. Foto: Xavier Vinueza
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La meta de las residencias artísticas como propuesta es llegar a otras partes del país. Aunque tomará tiempo, sobre todo por el tema de recursos económicos. Sin embargo, Radicante y Origen han marcado un precedente sobre la importancia de mantener a la música ecuatoriana tradicional vigente a través de la innovación y la fusión con géneros más contemporáneos.
