Voces históricamente relegadas se han reapropiado del reggaetón y lo han llamado ‘’neoperreo’’. Con una estética urbana y digital, este subgénero del perreo ha llegado para quedarse.
Con la aparición de nuevos sonidos musicales, el reggaetón ha evolucionado a “neoperreo”, un cruce entre lo digital y lo urbano. A través de tintes transgresores, el neoperreo se muestra como una oportunidad para desafiar los estereotipos de género y la lucha en contra de la supremacía patriarcal.
Desde voces femeninas y de disidencias sexuales, el neoperreo representa un espacio libre de etiquetas y de prejuicios.
El panorama local
Identificada en la escena local como una de las pioneras del neoperreo en Ecuador, la DJ quiteña Joya María comenzó a tocar este género en el 2017. Joya cuenta que el neoperreo ya tuvo su “boom” en el país. “Yo ya estaba un poco familiarizada a la mezcla del reggaetón con electrónica, porque vivía en Europa y luego se popularizó acá”, explica. Desde la llegada de este nuevo sonido aquí, la respuesta ha sido positiva.
Al hablar de neoperreo en Ecuador se tiende a vincularlo con la capital del país, en donde se encuentra popularizado el género. Las fiestas grandes, los DJs más reconocidos y personas del medio se encuentran (o más bien se conocen) en Quito. No obstante, el neoperreo se está produciendo en todos lados y sus DJs, cantantes, performers y productores están en distintas ciudades como Guayaquil, Cuenca y Ambato.
KillaSadSound es ambateñe, se identifica como no binario. Elle sigue luchando por hacerse oír a través de sus líricas “combativas e incómodas”. “[En Quito] hay full DJs, pero no hay performers de neoperreo, no había muchas o no hay muchas…entonces, este es un espacio que yo quiero habitar porque quiero gozar, pero también decir cosas fuertes”, expresa KillaSadSound. Según elle, hay muchas más voces dentro del país, pero están dispersos y el género termina centralizándose en Quito.
La fusión de sonidos
El neoperreo es un subgénero del reggaetón que se caracteriza por ser experimental. Aunque la mezcla más común es electrónica con reggaetón, no se aleja de probar otros sonidos.
Para Joya María, el neoperreo “se siente un poco más moderno, un poco más club (…) no tiene tantas reglas, o sea le puedes meter un techno, no es tan rígido como el reggaetón”. Un ejemplo de esto es la canción “El alma que te trajo” Safety Trance y Arca o “Tu Sicaria” de Beauty Brain y Ms Nina, ambas producidas e interpretadas por artistas latinoamericanos y españoles.
Lapaushi, DJ cuencana que vive en Portland, comenta que hoy en día no es tan fácil distinguir qué es neoperreo, debido a la ‘’hibridación’’ de géneros como el cumbiatón o perreohouse. “Yo me imagino que Ms Nina hace una canción parecida a Bad Bunny y dice que es neoperreo pero ¿la música de él también es lo mismo? Esa es la pregunta ¿no?”.
Sin duda alguna, el neoperreo se sitúa en esta fina línea entre lo “mainstream” y lo “underground”. Esto último debido a la comercialización del género a través de artistas de talle mundial como Rosalía y al mismo tiempo a la producción de canciones de neoperreo en espacios más locales y de nicho.
El perreo del “do it yourself”
El neoperreo sobresale porque puede ser producido por cualquier persona que esté familiarizada con lo digital y lo tecnológico. Los beats de neoperreo se pueden encontrar en plataformas como SoundCloud y YouTube y están ahí para uso de quien lo necesite. Por esto mismo es un perreo muy auto-producido y al alcance de un clic.
“Bad Gyal y Ms Nina grababan en su casa, hacían lo que yo hago ahora con mis amigos. Se reunían a grabar y hacían [neoperreo] en sus casas, ¿cachas? No necesitaron de una disquera para ser famosas y eso es un síntoma de la digitalización”, comenta Diavlx Latinx, DJ, artista visual y performer de neoperreo.
Desde la perspectiva de une cantante, compositore y performer del género, KillaSadSound comenta cómo creó su primera canción: “Yo me bajé un beat de YouTube, le metí mi lírica y en el cierre de Guayaqueer (…) que tenía unas fiestas bombas, donde era una cosa muy sabrosa y yo pude ir a la última, entonces tenía tantas ganas de compartir y en el cierre cogí el micrófono e improvisé esta canción ahí”.
Así como KillaSadSound, existen muchas personas interesadas en el neoperreo que ya están participando de la creación de este género tan digital. “Muchos artistas, incluso que nosotros no conocemos, están haciendo neoperreo o sus propios beats, desde sus casas y no necesitas tener un estudio profesional o tener un mega productor para poner una canción y subirla al Spotify y que esa canción posiblemente se pueda volver una bomba”, expresa Lapaushi.
Un espacio seguro
El neoperreo es un subgénero que incluye a todos, todas y todes. Dentro de él es posible encontrar espacios en los que se permite hablar de temas tabúes, en los que se permite bailar de manera sensual, expresarse como unx quiera, etc.
Así, ha logrado que se lo catalogue como “el reggaetón de las feministas”, “el reggaetón de las maricas” o “el reggaetón de las dragas”. Sin embargo, al neoperreo no le gusta encasillarse, está hecho para “el que quiera escucharlo”, señala Joya María.
A pesar de ser un espacio abierto a toda la gente que quiera escucharlo y producirlo, el neoperreo se origina desde los que no tuvieron la oportunidad de formar parte del reggaetón en sus inicios: las mujeres, la comunidad LGBTQI+ y diferentes disidencias sexuales-corporales.
“Las letras también hablan de la sexualidad y el placer femenino, queer, trans y eso es algo que el reguetón no había dado espacios o eran muy pocos, ocupados por Ivy Queen y otras artistas emergentes que hacen reguetón”, comenta KillaSadSound.
Para Flavio Carrera, experto en género y diversidades sexo genéricas, el neoperreo rompe con la hegemonía del reggaetón, en la cual predomina la figura masculina heterosexual. “Cuando estos cuerpos disidentes entran al espacio musical hay una reapropiación, un resentir y una reconfiguración del sistema porque ahora se empiezan a cuestionar muchos discursos que han excluido históricamente a grupos como mujeres y disidencias”, explica.
Dani Rubio, oyente y fanático del neoperreo, opina que el neoperreo no debería limitarse a cierto grupo social. “Para mí el neoperreo es para todos, para las personas que quieran disfrutar de su sexualidad, de la persona que es, de bailar como le da la gana y solo liberarse”.
“Yo creo que sí tiene que ver con la diversidad, así como ves en una fiesta de neoperreo moviendo el culo a un gótico, a un reguetonero, a un salsero. Creo que justo eso es así”, indica Diavlx Latinx.
El neoperreo representa una diversidad distintiva de los demás subgéneros del reggaetón. La generación digital y tecnológica busca un espacio en el que se respete cada identidad, cada expresión, cada orientación sexual; y el neoperreo se los ha dado en bandeja de oro.