Nathy Peluso: un viaje sensorial

por Bernarda Troccoli
Presentamos nuestra cobertura de uno de los eventos clave en lo que va del año.

Foto: Juan José Geller / Nathy Peluso en La Ideal

Escuchar a Nathy Peluso es una experiencia inestable de viajes y desplazamientos. Ella juega permanentemente con los acentos y desarma los marcos que puedan delimitar su identidad. Crea imágenes cargadas de referencias a distintos lugares y épocas, y en medio de esos universos explora diferentes posibilidades de su personalidad. “Siempre opto por un personaje histriónico que se diferencie bien de todo lo que he hecho. En cada video se ve una Nathy diferente, incluso yo mismo cuando escucho mis canciones digo: no parezco la misma persona”.

Estudió teatro físico y pedagogía de las artes visuales y la danza, un bagaje que evidentemente nutre su propuesta: «es un viaje sensorial”. La base de todas estas dinámicas es su premisa de respeto y calidad. “Lo que hago está muy bien ejecutado y yo lo sé… Yo hago mucho laburo. Yo creo que el tener tanta propuesta no solo musical sino en todas las ramas que yo uso, y hacerlo con calidad de verdad, con ese respeto por la música del que hablo, es la esencia de todo realmente, y la gente de eso se da cuenta…”.

Foto: Juan José Geller / Nathy Peluso en La Ideal

Esta artista argentina radicada en Madrid llegó a Ecuador como parte de su gira latinoamericana. Tiene 23 y la está rompiendo desde el año pasado. YouTube archiva sus inicios y ha sido plataforma para el florecimiento de su propuesta musical y visual, que navega por ritmos urbanos, que pisa dentro y fuera del mainstream, que se recrea con referentes musicales de otras épocas y ha explotado en la escena del trap.

Y, aparentemente, esto apenas comienza. “Ahora mismo no soy historia, y dentro de dos años imagino tampoco, pero imagino que dentro de diez -si sigo haciéndolo así- capaz que lo puedo conseguir. Creo que cualquier músico que se dedique a esto quiere ser un referente. La falsa modestia no existe, salud”.

“Ok. Diva moment”

Foto: Juan José Geller / Nathy Peluso en La Ideal

Nathy Peluso se presentó en Quito el jueves 8 de febrero, en La Ideal. Urban Apes gestionó el evento y lanzó con éxito la convocatoria. Se llenó. Antes de las 22h00, y en medio de una atmósfera roja, la gente buscaba su espacio. DJ Mic estuvo a cargo del warm up, que con clásicos del hip hop, con trap y reggaeton antiguo dejó la pista lista, llena y activa. Se configuró así una imagen en movimiento, llena de pequeñas escenas e interacciones; llena de lentes, gorras, accesorios, indumentaria que hablaba de esa nostalgia -esta vez- tan a lo Peluso: nostalgia por épocas en las que quizá nunca vivimos.

Foto: Juan José Geller / DJ MIC a cargo del warm up

Peter Party es el aliado musical de Nathy Peluso, es el productor de su EP La Sandunguera –que sale en marzo-  y una parte indispensable de su performance. Él entra primero a escena, prepara el terreno y da las pautas musicales para el inicio del show. Peluso aparece caminando entre el público, sube al escenario con una gabardina roja y una flor verde en el pelo. “Oreen Ishi” es la primera canción de su repertorio. “¿Están preparados para el romantiqueo?”, dice con un acento desbordado. Se quita la gabardina y revela un traje de dos piezas estilo mambo, tropical. Sonríe, lanza un beso con sus dos manos, con sus uñas largas, y luego canta “Sandía”.

“Siempre intento hacer pasar al público por diferentes estados emocionales”, dijo un día antes de su concierto en Quito, cuando conversó con los medios locales. Y sí, durante el show, el público es “su gente” y lo guía por las diferentes tramos de su propuesta. Sostiene el empoderamiento y la sensualidad que han sido clave en sus videos. La expresividad de su cara y el trabajo del cuerpo permiten que cada tema sea una experiencia de inmersión distinta. Construye universos cálidos, románticos, de fiesta, de risa. Hay secuencias más agresivas y dimensiones que tienden a la tristeza.

Foto: Juan José Geller / Nathy Peluso en La Ideal

Acude al pedestal del micrófono y muestra las posibilidades de su voz. Cuenta una historia y la sonrisa se hace permanente, la siguiente es “Kun Fu”. Luego se pone la gabardina en medio de sonidos agudos y elegantes, es la atmósfera de «Alabame», que instaura un cabeceo general y activa uno de los mayores picos anímicos de la noche. Está en una selva de luz azul y rapea con el micrófono firme en su mano: «Yo creo en las verdades absolutas, me gusta que se me oiga y se me discuta».

“A mí me gustan las cosas de amor, a mí me gusta el sabor”. Cambia el rumbo del show y presenta su versión de “Sabor a mí”. Las cajitas de luz que componen la escenografía se prenden y se apagan, acompañan un  nuevo tramo donde surge La Sandunguera, el personaje más reciente del universo Peluso. Entrega su jazz latino y el público lanza una respuesta de alegría inmediata.

Foto: Juan José Geller / Nathy Peluso en La Ideal

“He cruzado el océano para llegar aquí”, dice con ese esfuerzo que demanda la altura quiteña, y con la toalla al hombro «Pelusa flaaama», construye otro de los momentos clave para el público con «Daga».

“Ya va siendo la hora de contarles la verdad». Demanda intimidad: «Bájenme la lucesita para estar romántica con mi gente”. Canta un poco, para y dice enojada: “Esto no me gusta. La luz apagadita para mi gente, y una luz flojita para que se me vea a mí que soy muy bella. Ustedes me iluminan con los flashes». Toma el pedestal y nuevamente hace al público testigo de su capacidad y flexibilidad vocal.

Foto: Juan José Geller / Nathy Peluso en La Ideal

La luz cambia, se hace intermitente. Va anunciando el cierre del show con «Corashe», una de las más esperadas. Recibe los aplausos con los brazos y las manos extendidas. Desaparece y estalla un aguacero virtual. En medio de ese sonido fuerte y envolvente, sale Peluso con un paraguas, pasea por el escenario y posa como una modelo. Luego se baja y comienza la euforia. Canta «Esmeralda» entre el público. «Pa’ qué explicarte dónde vivo si tú eres mi casa pa'», se unen todos a las frases finales. Se despide definitivamente con un mini «baile de salón» junto a Peter Party.

Foto: Juan José Geller / Nathy Peluso en La Ideal

La gente sale rapeando, murmurando algunos, otros gritan frases que se desprenden de las líricas de Nathy Peluso. «La man es solo una diosa», dice alguien entre la multitud que se organiza relajada para dejar La Ideal.

 

 

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