NakedApe en la cabina

Foto: Luciana Musello

Matt Solah, NakedApe y El Primate Desnudo son el triple y único hombre. El 6 de octubre, Matt vino a la cabina de Radio COCOA, NakedApe grabó un tema y El Primate Desnudo respondió mis preguntas. “NakedApe es la versión musical del Primate Desnudo, que es escritor y científico loco”, me explica.

En la forma de la música, las ideas de Matt encuentran un lugar para expresarse sin interrupción. El Primate Desnudo podría escribir extensos monólogos, pero hay sentimientos que la palabra no puede procesar. NakedApe, en cambio, a través de la música, tiene escenario, grito y distorsión.

Para Matt, su proyecto NakedApe es una forma de curarse de lo que describe como una náusea producida por tanta complacencia y tanta música inofensiva. NakedApe reclama un arte que renuncie a la simpatía y retorne a la agresividad: la emocionalidad está bien, pero en todo caso, que sea un amor violento, que el artista no sea indulgente, que la música no sea música de fondo.

Foto: Luciana Musello

El proceso creativo de NakedApe nace justamente de ese síntoma: un malestar que es como caer en un precipicio de enojo, y que sólo se alivia cuando toca o cuando ingenia distorsiones propias. “Considerate” es el nuevo tema de NakedApe, que habla de la inquietud de ser demasiado considerado con el público, demasiado agradable. Recuerda su última experiencia en vivo en la que fallaron todas las máquinas que usa para hacer música, forzándolo a improvisar, a ceder a la estructura, a ser más ruidoso y por eso mismo, más nakedApe.

NakedApe ama las máquinas. Su técnica musical está basada en un looper, el bajo, el beatbox y su voz: una muy propia. De hecho, una de las razones por las que escogió la tecnología como medio musical, es porque esta le permite ser solista. A Matt le gusta lo personal, lo honesto, lo introspectivo. Le interesa la furia, no la permisividad. Lo que más le molesta es la condescendencia.

Para Matt, la forma de combatir la comodidad musical es el desecho despiadado de temas que ya no significan nada para él, y el ensayo que propicia el error en la técnica, el accidente. «El error es el mejor acercamiento al inconsciente que tenemos. Casi todo mi arte es equivocarse», me confiesa. La postura de Matt me recuerda a la del artista trepado en la cima de una montaña, arrancándose las entrañas y gritando palabras incoherentes.

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